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Hogwarts era considera el Colegio de magia y hechicería más prestigioso del mundo mágico, uno  de los mejores sin duda. Un lugar de aprendizaje y como siempre decía su director "aquí le brindamos ayuda a todos", pero como toda gran institución detrás de las paredes de este gran castillo había miles de estudiantes con vidas complicadas a las que el Colegio se mantenía ajenas, ya sea por poca importancia o por los estatus de las familias de dichos alumnos.

— Suplica por piedad y te dejaré en paz quejicus.

Se burlaba un mago de lentes, conocido como James Potter, junto a su mejor amigo Sirius Black y su compañeros de travesuras Peter Pettigrew estaban acorralando al mestizo Severus Snape. Quien luchaba a diestra y siniestra por quitarse a los Leones de encima, pero no había forma de defenderse en un 3vs1.

— ¡Jodete Potter!

Alcanzó a decir el Slytherin, en un intento de tomar su varita, pero Black le lanzó un hechizo que lo despidió unos metros y lo estampó contra un árbol. El trío de Leones estalló en carcajadas, mientras a unos metros su otro amigos, Remus Lupin los miraba e intentaba mantenerse ajeno a la situación escondiéndose detrás de su libro.

— Parece que quejicus no se lavó la boca hoy, está diciendo muchas groserías.

Dijo Black, mientras se acercaban de nuevo al Slytherin. Este estaba intentando ponerse de pie, pero era inútil. El golpe fué tan fuerte que lo dejó aturdido. Su columna, que había recibido todo el impacto, le dolía como el demonio y no podía conseguir estabilidad de ninguna forma.
Se apoyó en el árbol y pensó en huir, quedaría como un cobarde y se burlarian de él, pero no tenía varita ni oportunidad de hacerles frente cuando lo emboscaron de 3 puntos diferentes.

— ¿Qué pasó Quejicus? ¿Acaso las serpientes te mordieron la lengua?

Se burló Peter mientras apuntaba su varita en dirección al mestizo que se encontraba acorralado de nuevo. Severus vió las intenciones del rubio en sus ojos, no lo dejarían en paz hasta que se aburrieran, lo cual era poco probable que pasará.

Peter murmuro algo por lo bajo, mientras Severus cerraba sus ojos esperando el impacto de otro hechizo. El cual nunca llegó, en su lugar un quejido de dolor de parte de un Merodeador fué lo que se escuchó.

La varita de Peter comenzó a vibrar y en lugar de obedecerle esta se disparó en dirección al Gryffindor, dándole en el ojo.

James y Sirius se quedaron estáticos, viendo a su amigo quien chillo al sentir la madera en el ojo. No tuvieron ni tiempo a reaccionar cuando sus varitas salieron volando. Voltearon en distintas direcciones, pero sus cuerpos comenzaron a elevarse en el aire hasta quedar de cabeza.
  Intentaron localizar sus varitas y al causante de esos hechizos, pero simplemente no pudieron, menos James que al quedar boca abajo sus lentes cayeron al suelo.

— Creo que buscan esto.

Hablo alguien a sus espaldas, Sirius maldijo por lo bajo y James fruncio el ceño.

— Crouch.

Dijeron los dos, si bien James no podía distinguirlo del todo, la voz del Slytherin era más que suficiente para identificarlo.

— Acertaron. Ahora díganme una buena razón para no hundirlos en el lago negro hasta que sus almas abandonen su cuerpo.

— Qué te importa Crouch, lárgate y metete en tu mier....

La boca de Sirius comenzo a lanzar jabón, el Black comenzó a toser y producir arcadas, sentía que estaba a punto de vomitar y maldecía mientras evitaba hacerlo.

— Vaya vocabulario tienes hermanito, no recuerdo que nuestra madre te diera esa educación. Sin duda le faltó lavarte la boca con bastante jabón.

Dicho esto la boca de Sirius se llenó de jabón y burbujas, tanto que Sirius sintió que el líquido le saldría por la nariz. Al lado de Bartemius pudieron visualizar la silueta de Regulus Black, hermano menor de Sirius, quien para desgracia de los leones era mejor amigo del mestizo al que estaban atacando.

Vuelve a miDonde viven las historias. Descúbrelo ahora