— ¿Sabes que vives por algo que quizá jamás suceda?
—Lo sé, se llama esperanza, Ilay
— Nilay— su respuesta tan automática demostraba la constancia con la que se le llamaba erróneamente.
— El día que yo encuentre la paz será el mismo día que te llame así, para mi tu eres, eras y serás Ilay, porque tú eres es que siempre vive a pesar de todo, en este mundo amargo y asqueroso. —La chica se limitó a observar el envoltorio de chocolate en sus manos, que ahora adoptaba la forma de un pequeño barquito, mientras su amigo abría el papel metalizado que cubría el chocolate para empujar un trozo entre los labios de su acompañante— No
— Come y calla. —La joven acepto y probo la golosina— La vida es agridulce, es un unicornio, el mundo es un pan con queso, puedes decir todo eso y no importa. —La joven frunció el ceño y empujo levemente hacia atrás la cabeza de Nilay
— Le quitas lo poético. Yo solo busco algo que me haga más bonito estar aquí. sabes que siempre quiero irme
— Por eso yo soy Ilay?
— Y yo Enaid. Ilay, Enaid, van juntos, es poético, la vida es poesía Ilay no un pan con queso. Comete el chocolate y llévame al tártaro
— ¿tártaro? desagradecida te alimentamos, te damos todo, y nos dices infierno, ¡Maldita mocosa! —La joven sobresaltada comenzó lentamente a escuchar bajo el agua los gritos de la conocida voz femenina mientras un zumbido consumía el ambiente y le ensordecía
— ¡Corre, Ilay— Tomo la mano del joven y se levantó a correr llevándose a rastras a Nilay quien apenas alcanzaba a reaccionar escuchando vociferar a una señora de no más de 40 años mientras corría tras ellos tratando de agarrar cualquier objeto a su paso y arrojarlo sin mucho éxito hacia ellos! —Deja de mirarla y corre. —El pequeño descuido de la joven que se giró a dirigir la palabra a su pasmado amigo, provoco que chocarán contra alguien, golpeando contra el suelo. —Lo siento, lo siento mucho. Ilay, ¿vienes? —Enaid se levantó rápidamente y comenzó a correr dejando a ambos atrás, mientras la brillante mirada de un joven le seguía
—¡Me llamo Theo! —Ilay volteó los ojos al observar al sonriente joven, permaneció quieto en el suelo y guardo silencio mientras veía a lo lejos a su amiga huir.
Unos días después...
— Yo viviría por él, ¿sabes? si encuentro a esa persona tan importante. hay mucha gente que ve solo el morir por él, matar por él, yo viviría por él, trataría de verdad, y siento que es algo más difícil de hacer si realmente no quieres estar aquí... — La joven guardo silencio mientras observaba el cielo.
— Quizás pronto encuentras a alguien así. — Ilay se limitó a beber un trago de su energética y mirar a la chica que se encontraba sentada abrazando sus piernas, apoyando la cabeza en sus rodillas mirando el cielo con un brillo acuoso en los ojos. Su mirada estaba rota más allá de la distorsión que pudieran provocar sus gruesos lentes, verle era como ver un cristal roto en aquel momento. Ilay jamás se acostumbraría a la sensación que daba verle así, ya que era desolador saber que podría estar pasando por la mente de la chica, y saber que realmente no puedes hacer mucho más que acompañarla. Sentía la necesidad de abrazarla y decirle que todo estaría bien, pero sabía que la rompería aún más, ya que eso era una mentira, no podía asegurar que todo iría bien, solo que no estaría sola, ni en aquellos días donde finge estar bien, ni el otros donde su vida se desvanecía. — piensas mucho, sé que es difícil, pero quizás ya es mucho.
— yo sé que es mucho. Quiero llorar, pero no parare, entonces lo evito. tengo ansiedad, mi mente puede llegar a ver el futuro solo por estadística. A veces quisiera saber porque estoy tan mal, no quiero creer que es mi vida, porque quiero amar mi vida, quiero quedarme y vivir, pero a veces no soporto la idea de aguantar un segundo más la respiración bajo el agua, de seguir ahogándome. A veces, realmente colapso, y es algo medico sabes, y quisiera volver a estar entre esas blancas paredes en un cuarto minimalista, y sentir que allí me arreglaran, como si fuera porcelana y ellos el oro. no me importa llevar la marca si puedo salir, y ser alguien. porque siento que dejo de existir. y jamás quiero estar así de nuevo pero pasa, y cada vez pasa más seguido.
— Tratemos. Solo sigue adelante. Tenemos especialistas y el medicamento correcto ahora, solo avanza, no pienses. Solo no piense por favor —El joven aguanto las ganas de llorar y miro al cielo, le desgarraba amar tanto a alguien tan efímero como las flores de cerezo, esperaba una primavera interminable, porque sentía la fuerte brisa en sus palabras, que en cualquier momento podría arrebatarle cada pétalo.
— Soy una noche estrellada, pero sin luna, soy muy oscura y brillante, es contradictorio como yo. Recuérdame en el cielo nocturno, si muero te veré desde allí, o quizás no, pero eso soy al menos simbólicamente. —la joven escondió su cabeza entre sus piernas y dejo caer las lágrimas en silencio— No sé qué haría sin ti, porque si no dijera estas cosas yo sé que estaría peor, si hablara las cosas simplemente no podría mejorar, y tú eres tan linda persona conmigo que me escuchas, aunque pueda ser horrible lo que diga, y te quedas conmigo...
— No quiero irme. Eres una noche estrellada, ¿quién no querría ver las estrellas en luna nueva? has superado esto antes, ahora igual.
— ¿Y si no lo supero esta vez? — la joven levanto la mirada revelando unos ojos hinchados y levemente rojos, y una nariz sonrojada. Su maquillaje seguía impoluto, pero su piel brillaba marcando el recorrido de las lágrimas.
— Siempre he amado las flores de cerezo, aunque sean efímeras... —limpio las lágrimas de sus mejillas con cuidado y respiro profundo— Si mis amadas flores de cerezo desaparecen yo seguiría amándolas, porque no dejan de ser especiales. no podría enojarme porque desaparecen.
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Cherry
ChickLitEnaid solo quiere paz, esa liberación del alma que prometen a aquellos que viven en un infierno caotico cada segundo, como si de una mala pelicula de terror se tratase. La dulce melodia inunda su vida de un momento a otro al conocer a Theo. ... - No...