Cherry

Capitulo 2

— ¿Porque eres tan bueno conmigo? —mirando a travez de aquellos brillantes ojos, examino con desconcierto a su amigo, quien ya no la miraba, sino que centraba su atencion en el cielo con una respiracion profunda y una expresion neutral. — Cualquier otra persona me odiaria, estoy mal, mi vida esta mal, y quizas por mucho tiempo tenga los mismos problemas porque no puedo huir de mi familia, al menos no aun. Es cansado, ¿porque te quedas? 

— ¿Quieres que me vaya?

— No, no quiero eso. Quiero entender porque tu eres especial, porque mi mente constantemente me repite que meresco ser abandonada y no entiende porque aun te tengo. Quiero entender porque te quedas junto a alguien así si eres un sol, podrias ser amigo de cualquier otra persona que no te arrastre a vivir este horrible mundo agresivo en el que estoy. Me importas, y una parte de mi quiere entender porque estuviste tanto tiempo en mi vida para que me importes y me de miedo perderte...

— ¿Es eso? crees que de verdad esta vez no mejoran las cosas y temes que huya. Enaid... —Un suspiro profundo corto una fragil tela en la mente de la chica que comenzaba a anticipar gritos y reproches llenandola de miedo— Escucha, no soy tu madre, no soy esas personas que ya no estan, no me importa si fueron importantes, yo te conosco lo suficiente como para saber que vale la pena quedarme a tu lado, porque el problema no eres tu. —Su voz era tan suave que parecia un arrullo tranquilizador. Sus palabras disiparon la ansiedad que dominaba el cuerpo y mente de la joven, asi como el terror y la adrenalina que corrian por su sangre acelerada.— No eres un problema, no me importa tu familia, me importas tu, la chica que a pesar de estar mal me acompaña a todas partes si se lo pido, la chica que sale de casa cada dia con una sonrisa, y es chistosa, amable, empatica y sensible, la chica que pide ayuda para estar bien porque muy en el fondo ama estar viva, pero siente que la consume su realidad. Eres una hermosa persona y eso importa más que tu apellido o el ambiente del que vienes, porque quizas crees que me arrastras pero no es asi. Veo cosas, pero no me afectan, sin embargo estar conmigo te arrastra a la calma de la que vengo, y eso si te afecta. miranos, estamos sentados tranquilos, mirando el cielo, hablando calmadamente. 

— Entonces quien realmente influencia en la vida del otro eres tu. Eres lo más cerca a la paz que tengo de momento y lo sé, pero no puedo depender de ti, te iras. Auque yo sea la mejor amiga del mundo te iras porque si, porque eres buen partido, encontraras una novia, o quizas yo lo haga y la vida nos separara porque...— el subito acercamiento detuvo las palabras de la joven Enaid, y aceleró su corazon mientras sentia como la electricidad recorria su cuerpo desde el suave agarre que sostenia Ilay en sus muñecas, poniendolas a cada lado de su cabeza acorralandola contra la pared, mirandola fijamente, tan cerca que podia sentir su calido aliento en el rostro.

— No me voy a ir. Simplemente no quiero, Enaid. No quiero alejarme de ti y no sé porque, solo sé que la idea de no verte más me duele en lo profundo y solo me dan ganas de abrazarte. — Illay con el corazón acelerado se acerco más a Enaid, hizo el ademan de decir algo y se limito a suspirar y apoyar su frente en el hombro de su amiga, soltando sus muñecas y dejando caer sus brazos con suavidad para abrazarla en una incomoda posicion con las piernas flecionadas de la joven impidiendole estrechar el abrazo. 

Enaid aun procesaba todo sin entender realmente que pasó, solo sitiendo consuelo en Ilay, entendiendo que algo desconocido le permitia confiar en que no la abandonaria por mucho mucho tiempo. Enaid le devolvio el abrazo a su amigo y bajo las piernas, permitiendole acercarse más terminando en un apretado abrazo mientras sentia su hombro humedecerse y el abrazo apretarse aun más.

— Por favor ya no te vayas, no puedo estar en una vida sin ver tus ojos llorones — susurró el joven con la voz quebrada sin despegar su frente del hombro de la joven , soltando unas pocas lagrimas— creo que lloraria por ti toda la vida...