Kaede Akamatsu, conocida como la pianista definitiva, fue atrapada en un juego de asesinato, al tratar de acabar con la mente maestra esta termina matando a otra persona por error, como consequencia Kaede es ejecutada, pero el destino tenia otros pl...
????-¿Cómo me siento respecto? -pregunto confundida una figura femenina-
????- si digo, pasó de ser una sensación en el mundo de la música a ser parte de una película-respondió nerviosamente-
????- ¡ah, ya veo! la verdad no me esperaba que mi vida tomara este camino -admitió- cuando veo para atrás me sorprende el rumbo que tomó mi vida -dijo apenada rascándose la nuca-
????- ¿y qué piensa de eso? -preguntó con curiosidad-
????: que es muy inesperado ¿pero que cosa en la vida no es inesperada? -afirmó sonriente-
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Morir, para muchos un concepto aterrador que es inevitable, por naturaleza todo muere, todo se acaba, los animales centenarios mueren alguna vez, los ecosistemas mueren, incluso las estrellas más brillantes en el cielo que parecen estar ahí de manera eterna mueren. Para las personas no es diferente, aunque queramos negarlo o evitarlo al final las personas mueren, todos sin excepción.
Ante la idea de la muerte las personas creían en cosas para tratar de aliviar su miedo, las religiones y mitologías con todos sus conceptos de mundos después de la muerte son prueba de ello, de hecho se tiene registro que los rituales más antiguos en la historia humana tienen relación directa con la idea de la muerte.
Kaede Akamatsu no se consideraba una persona muy religiosa o creyente, pero sabía que si acaso existe algún dios o algún tipo de mundo después de la muerte ella sin duda no iría al cielo o el paraíso, se merecía el infierno, ella había matado a Rantaro. Ella no quería matarlo pero independientemente de eso su intención era querer cobrarse una vida desde un principio, sin duda eso debería calificarla para entrar al infierno o el purgatorio.
Era solo una asesina de todas maneras.
Cuando murió sintió por varios segundos el dolor proveniente de esa ejecución pero después nada, no sintió nada, no podía mover su cuerpo, no podía hacer nada, cuando oyó esa voz no entendió a qué se refería con eso de su historia y qué hacer con ella.
Al momento en que esa luz la cegó volvió a la oscuridad pero había algo diferente. Sentía algo, podía sentir, se sentía como si flotara en agua cálida y burbujeante dentro de un pequeño espacio donde sentía dos presencias casi del mismo tamaño que ella.
Cálido, pequeño y acogedor serían las palabras que mejor describirían el donde kaede se encontraba ahora, pero de repente ese espacio tan acogedor se empezó a convulsionar violentamente como en un temblor, después sintió como si se moviera por un pasillo muy estrecho, pero más pronto que tarde también se le atoró la cabeza, aunque no se hizo daño.
Oyó voces y distinguió un nombre en particular "Ai".
Oía las voces de aliento que parecían venir de un médico y las risas y jadeos a manera de respuesta a la tal Ai.
Pronto, una poderosa luz la iluminó completamente. Kaede probó nuevamente con una gran bocanada el aire, ya no sentía la presión que le dejó ese collar en el cuello, entre jadeos desesperados que pronto se convirtieron en gritos desesperados esperaba probar cada gota de aire que pudiera llegar a sus pulmones.
