━━ En mi mente, eras como una droga. Tu sonrisa, tu voz, tus expresiones, lo que haces, todo de ti es como una droga de la cual ahora soy adicto.
Eres la nueva psicóloga en el Hospital Mental Estatal de Nueva York. Tu trabajo es cuidar de los enferm...
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| NARRADOR OMNISCIENTE|
━━━EL GIGANTESCO Y SOMBRÍO EDIFICIO DEL SANATORIO WESTENBERG se alzaba sobre la diminuta figura de _________ T/A_________. Su enorme estructura era gris y sencilla, casi como si pareciera más una prisión que un sanatorio para pacientes.
Su coche estaba aparcado en un aparcamiento cercano y _________ estuvo contemplando durante varios minutos si debía entrar o no. Conseguir un trabajo voluntario aquí para ganar experiencia para su futura carrera no parecía prometedor después de ver la estructura sombría y oscura.
Sin embargo, el papeleo ya estaba hecho y completado y la recepcionista prácticamente le había rogado que viniera a trabajar aquí después de la noticia de que varias otras enfermeras renunciaron con tan solo un breve aviso. Incluso si ella era solo una miserable asistente, que apenas comenzaba a obtener su título universitario en Psicología, el sanatorio necesitaba toda la ayuda posible.
Tragando el gran nudo que tenía en la garganta, _________ entró y abrió la puerta. El olor inmediato a alcohol, desinfectante y medicamentos baratos llegó a sus fosas nasales y sus ojos se arrugaron al ver lo que tenía delante.
Una mujer mayor que estaba sentada junto a la caja registradora se fijó en ella. Rápidamente se levantó y se limpió el uniforme blanco, antes de caminar contoneándose hacia la confundida _________.
