Las pastillas realmente habían funcionado bien, no sentía dolor alguno y al anochecer escuchó el atobús escolar estacionarse fuera del edificio.
Planeaba hablar con sus amigos pero ya estaban dando las 8:10 y sin planearlo cayó dormido.
Al día siguiente despertó e hizo toda su rutina como de costumbre. Kirishima entró a su habitación de un portazo pero sin tomarlo por sorpresa, dado que Bakugo ya se había acostumbrado a esa clase de cosas a diario.
-¡A desayunar Blasty, tengo tanto que contarte!- Anunció efusivo básicamente dando saltos de emoción para tomar de la mano al rubio arrastrándolo al comedor.
- ¡Y, y, y y yo hice ¡Paf! Y los troncos hicieron ¡Tuf! Y luego Denki entró y electrocutó la montaña entera dejándonos medio muertos.- Comentó Kirishima cada vez con más emoción mientras recreaba sus movimientos, además de tener a Mina y Denki haciendo efectos especiales para dramatización.
- Kacchan, Kacchan, ¿Qué te había pasado? Oímos que de la nada enfermaste, aunque te agradeceré por quitarnos a Aizawa de encima, a veces es un poco agüafiestas y no creo que hubiera reaccionado bien a la electrocutada.- Denki susurraba cada vez más mientras avanzaba en la oración, riendo un poco.
Mientras, Katsuki se atragantó al escuchar el nombre de su profesor, asqueroso joder. Finalmente pudo recomponerse bebiendo el agua con la que anteriormente lo había echo toser.
- Pues no crean que estuve feliz aquí encerrado mientras pude haber estado entrenando, no sé que haya sido eso pero ya estoy completamente mejor.- Mintió terminando su plato para dirijirse a lavarlo, sus amigos los siguieron y finalmente era hora de ir a clases.
¿Por qué mierda Aizawa tenía que darles clase todo el maldito día? Como fuera, le evitaría la mirada, básicamente nada de contacto a menos que estuviera obligado por su maldito trato de mierda.
Se sentó de mala gana donde le correspondía habiendo evitando la mirada de su profesor al entrar y comenzó a hablar con Kirishima de cualquier incoherencia con tal de disimular que lo había evitado.
-Buenos días, lamento no haber estado en el entrenamiento. Saben que sucedió un imprevisto sin embargo ya pedí el reporte y serán evaluados basados en él.- Informó con semblante aburrido mientras todos se veían entre ellos nerviosos.
Katsuki entró en un conflicto, él no había estado ahí, o sea que no podría ser evaluado, no quería preguntar por lo que las dudas internas lo estaban asechando, ¿tendría que hacer algo más? ¿O sencillamente no tendría calificación. No, no podía ser, o...
-Profesor, Si Bakugo no estuvo en el entrenamiento, ¿significa que no tendrá evaluación?- Joder, por fin Tenya servía de algo.
Katsuki ni siquiera volteó a ver a Aizawa, se quedó ahí viendo su cuaderno mientras sentía la mirada del mayor clavada en él.
-Pues ya que fue por una enfermedad, tendré que dejarlo pasar. Katsuki hará un trabajo extra, luego te lo explico para no atrasarnos más. Empiecen a apuntar.- Todos renegaron cansados pero acataron órdenes.
El rubio sintió un escalofrío y no pudo evitar pensar que no quiso decir cuál era su trabajo delante de los demás en su clase porque podría tratarse de alguna indecencia.
La campana sonó luego de varias horas indicando que era hora de almorzar, todos estaban a punto de salir hasta que la voz de Aizawa interrumpió en el salón.
-Bakugo, quédate. Necesito arreglar lo de tu calificación ahora, no creo tardar. Los demás ya se pueden ir.- El rubio tembló un poco de las manos mientras Kirishima reía y apoyaba una mano en su hombro, deseándole suerte y que no fuera un exámen.
El chico vio cómo sus amigos salían casi en cámara lenta y finalmente miró a su maestro directamente a los ojos.
-¿Y bien? ¿Cómo me va a evaluar?
Se sorprendió cuando su maestro no dijo palabra alguna y comenzó a besarlo desesperadamente, a lo que él, con todos los colores subidos al rostro, no hizo más que tratar de seguir el ritmo de su maestro.
-Tengo un exámen fácil y rápido, con el que no perderás tanto tiempo. No dudo de tu inteligencia, Katsuki. Siempre la has demostrado, sin embargo, quiero saber cuánto empeño le pones a una mamada si define tu calificación.
Y bueno, Bakugo ya lo había predicho, sin embargo no pudo evitar sorprenderse un poco.
Avergonzado, se acercó a Aizawa, con su típico ceño fruncido comenzó a rozar su pierna con el miembro semi erecto de su maestro.
-Bueno, entonces es mejor que tomes asiento Aizawa.
.
.
.Aizawa tomaba al chico de su rubia cabellera, empujándolo cada vez más profundo observando los ojos llorosos del menor.
-Joder, se te da bien. ¿Sabes Katsuki? Cada día de veo más pegado a Kirishima, ¿es acaso que él te gusta más que yo? ¿Él te ahoga con su polla de la misma forma?- Preguntó aumentando la velocidad de las embestidas- Mírame belleza.- Ordenó apretándo más el cabello de su chico, haciendo que así lo obedeciera, viéndolo con aquellos ojos llorosos y su miembro hasta la garganta que no hizo más que excitarlo más.
-Te pregunté algo, perra.- Jaló la cabeza de Katsuki haciendo que tomara desesperadamente aire y sintiendo una lágrima escurrir por su mejilla.
-N-No Shota, maldita sea, no. É-el es... solo un amigo.- Habló entre bocanadas de aire tratando de retomar su compostura.
-Claro... Solo yo puedo tenerte de esta forma, ¿verdad cielo?- Se burló sonriéndole al chico.
-S-solo tú... Shota.- Aizawa se sorprendió ante tal carita y voz completamente sumisa, sonriendo y volviendo a hundir a la boca de su alumno en su polla.
Mientras, Katsuki simplemente estaba hecho un desastre. Nunca creyó ser dominado de tal forma pero mierda cómo le encantaba.
Finalmente el mayor terminó en la boca del rubio, tomando su mentón.
-Mira esa carita de puta, tómatelo todo.- Y el chico sin objeción así lo hizo, levantándose del suelo.
-Te dije que no ibas a tardar, bonito.- Susurró en la oreja del menor mientras tomaba en una de sus manos el trasero de Bakugo, amazándolo y a su vez haciendo que su contrario suplicara que no se le formara una erección.
Finalmente luego de eso Katsuki salió del aula para almorzar pensando en cómo alguien tan tranquilo como Aizawa pudiera hablar así de sucio y tener tanta energía a la hora de coger.
Ese día no tuvo oportunidad de dormir ya que su celo se manifestó en la noche. Buscó que hacer hasta que recordó que su madre le empacó unas pastillas para el celo. Excepto que cuando las leyó, las malditas solo ocultarían el olor, o sea que tendría todos los malditos síntomas de todas formas.
Se satisfació de todas las formas posibles pero su cuerpo pedía a un alfa, pedía a Aizawa, y sabiendo que no iría por él, simplemente se encerró en su baño montándo un dildo, que si bien era más pequeño que el gran miembro de su maestro, lo haría sobrevivir aquella noche. ¿Cómo mierda no compró supresores? Solo lo olvidó, por lo que no le quedó más que maldecirse a sí mismo.
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¡Cierra la boca o te la cerraré yo!
RomanceAlfa, beta y omega. Tres opciones que pueden determinar el resto de tu vida, todo definido por un examen clínico que lo determina. Sin embargo para Katsuki Bakugo siempre hay opciones, ser omega no le iba a impedir nada, y eso lo decidió desde el dí...