Cap 2 /

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Muzan se encontraba sacándose sus zapatos de trabajo para cambiarlas por unas pantuflas, había llegado a su departamento y por el cansancio ansiaba descansar

Camino hacía el sofá y se tiró mientras suspiraba, miró hacia los lados tratando de encontrar a Tanjiro. Un estruendo le llamó la atención y camino hacia la cocina

Al llegar a la puerta pudo ver la espalda de su esposo cocinando, picaba verduras muy concentrado. El Alfa sonrió y se acercó para abrazarlo por la espalda

Muzan- ¿No me escuchaste, Tanjiro?

Tanjiro- Oh, sí. Bienvenido a casa

Sin mostrar los dientes, le brindó a su esposo una sonrisa. Muzan pasó sus manos por la cintura mientras disfrutaba del aroma del Omega

Tanjiro- M-Muzan

Muzan- Tranquilo, estamos casados

El peli-rojo apretó fuertemente su cuchillo que tenía en mano, ser tocado por las manos que tocaron a otro Omega lo asqueaba. Aunque Muzan se haya cambiado de ropa y su colonia este más fuerte de lo normal, seguía sintiendo las feromonas de su amante, aunque lo camufle con sus propias feromonas seguía oliendo a su otro Omega

Los ojos del Omega se cristalizaron, no quería llorar frente al Alfa, aunque doliera tenía que aguantar sus lágrimas. Se apartó de golpe de las manos de Muzan, ahora no quería que alguien lo mire

Tanjiro- N-No estoy de humor

Muzan- ¿Por qué?. Acaso no quiere estar conmigo

Arrugó su entrecejo al mirar la lejanía de su Omega, rápidamente Tanjiro se dio la vuelta para mirar a su esposo con nerviosismo

Tanjiro- No!. Es solo... No me siento bien. Será más tarde

Muzan- Después de estar días en el trabajo ¿Me recibes así?

Tanjiro- Lo siento...

Bajo su cabeza algo frustrado. Muzan al verlo solo se alejó y volvió a la sala con impotencia de haber sido rechazado por su propio esposo

El Omega de cabello rojo líbero sus lágrimas, se volvió a dar la vuelta para cocinar y mientras picaba las verduras, pequeños sollozos salieron de su boca



En una oficina oscura se encontraba un Alfa de aspecto serio, su cabello negro cubría parte de su frente y sus ojos azules relucían entre las sombras

Tomioka Giyu, revisaba unos papeles que tenía en su escritorio, por un momento miró el reloj que tenía en su muñeca y notó su hora de salida

Se levantó mientras se acomodaba su traje y salió de su oficina

Al salir del edificio vio como su guardia personal lo esperaba con su auto detrás de él. Tomioka se acercó y entró a su auto con ayuda del guardia para empezar a avanzar

Sabito-Jefe, ¿Irá a ese lugar?

El Alfa de ojos azules lo miró por un segundo con algo de seriedad, pero apartó la vista luego de ver el miedo en su guardia

Tomioka- Sí. Tengo asuntos que atender

Sabito- S-Sí. ¿Quiere que lo espere a la salida?

Tomioka- Claro. Solo son asuntos de la mafia de mi familia, como próximo heredero tengo que aprender a moverme con ella

Sabito-Sí. Espero que no sea complicado

Tomioka- No lo será. Solo son temas comunes

El camino siguió siendo silencioso, el Alfa miraba por la ventana a cada persona que caminaba por ahí, en eso, sus ojos se enfocaron en una pareja, dos chicos felizmente juntos, arrugó un poco la nariz y apartó su mirada algo molesto

Decidió mirar otra cosa y solo encontró a más parejas, su enojo se desvaneció por completo al mirar a cada persona siendo feliz con su amado, cruzo sus brazos y miró hacia el techo del auto

Tomioka- Mi Omega…

Susurró para él, estaba cerca de los treinta y no había encontrado a su pareja, aunque pensaba que un Omega era un desperdicio de su tiempo, en su corazón deseaba sentir a alguien quien lo ame, deseaba demostrar afecto a alguien

Pero para un próximo líder de la mafia eso sería imposible, solo pondría en peligro a su pareja

Tomioka- Mierda

Sabito -¿Qué dijo, Jefe?

Tomioka- Nada. Solo sigue manejando

Sabito - Sí. Lo siento

Los ojos azules miraron a la nada mientras apretaba sus puños. Quizás no servía para amar o que alguien lo ame, quizás se rendiría para no hacer daño a nadie, sería lo mejor para todos



Espero les guste y adiós

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