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Echando humos es como estaba, deseaba degollar cabezas y desmembrar cuerpos. El mal humor tras ver salir a Luhan con una descarada sonrisa le provocó unas ganas enormes de llevarlo de vuelta a su habitación para terminar de follarlo de forma que no pudiera volver a ponerse de pie en su vida. Se contuvo, por supuesto, pero aún así ahí estaba la desagradable sensación.

Él no era gay, por supuesto. Le gustaba follar con Irene y con mujeres lo suficientemente atrevidas, pero desde que vió a Luhan conversando coquetamente con otro hombre todo cambió. El recuerdo de esa tarde lo hizo volver al momento en que por primera vez se preguntó porqué deseaba hablarle, tocarlo y quizás ver que hay debajo de su ropa. Estaban en el campus de la universidad en la que estudiaba Irene y Luhan.

¿Quién es? — Preguntó a su novia y esta al verlo sonrió.

El de la camisa rosa es Luhan, mi mejor amigo.

Él es... — Dijo automáticamente pero se calló cuando la palabra "hermoso" vino.

Es gay. Ese chico es su novio, se llama Kris, no me agrada, pero qué le puedo hacer. — Dijo con simpleza mientras se encogía de hombros.

Luhan sonreía alegre, con un toque de coquetería; para Sehun brillaba aún si el sol no pegaba en su rostro. Cuando el hombre lo apretó de la muñeca para acercarlo el mencionado hizo una mueca de disgusto pues quizás lo había lastimado, nunca lo sabría. El aura del chico cambió y se vió, tan triste. Al enfocar el rostro del más alto de perfíl, notó que fruncía las cejas enojado y gritaba.

Llama a tu amigo, dile que lo llevaremos.

¿Qué? — Ella miró desconcertada a su amigo y luego a Sehun. — Pero tendríamos una cita.

Primero lo llevamos a su casa y luego iremos a la cita.

¡Okay! — Respondió con mejor cara para luego correr por Luhan.

Verlo de cerca lo dejó con varios síntomas y ni hablar al verlo reír y charlar con Irene en los asientos traseros de su convertible. En ese momento no sabía lo loco que terminaría por él y que debido a su locura terminaría por encontrar la forma de siempre acercarse, como si se tratara de una fijación. No se consideraba gay, ¿Pero qué era eso que sentía por ese chico de facciones hermosas? No había otro, había visto idols hermosos y ninguno lo ponía como jodido imbécil. Largos meses siendo solo la sombra de Irene, en ningún momento hizo por mirarlo o prestarle la suficiente atención por más que intentó hacerle conversación siempre. Llegó a un punto que hasta en sus sueños era atormentado por su belleza.

Esa noche terminaría por fin el año y cuando llegó saludó a su novia sintiéndose feliz de por fin ver a Luhan en un evento, pero su expresión decayó cuando el chico que buscaba no estaba solo.

¿Y ese quién es? — Preguntó señalando con la mirada al chico que sonreía a dirección de Luhan.

Ah, es mi compañero en clase de historia del arte. La hice de cupido.

Sehun de pronto sintió su estómago estrujarse, cosa rara, ni si quiera había digerido algo desde que llegó.

Creo que iré a fumar.

Dijo con una pésima actitud antes de salir del lugar, Irene se notó triste pero más tarde la vio bailar con una amiga de la universidad muy alejada. Luhan también lo hacía, pero del otro extremo de la pista, estaba solo. La locura empezó ahí y no ha parado, a pesar de haber sido un jodido cero a la izquierda, tras follarlo todo cambió.

Descubrir que el sexo con un hombre era igual o más placentero que con una mujer lo tomó por sopresa. Al descubrirse admirador de su cuerpo, voz y mirada, más fue su sorpresa. Las sorpresas con Luhan no cesaban, cuando gemía y decía ser suyo era peor. Llamarlo puta o zorra fue solo una forma de mantenerlo bajo control, que las cosas tomaran solo tintes sexuales, pero él sabía que había algo más allá detrás de eso. Los celos y las ganas de llenarlo de besos después de follar, ni por Irene lo había hecho. Correrse dentro de su culo y chuparle el culo, Dios.

Hᴇᴛᴇʀᴏғʟᴇxɪʙʟᴇ [HᴜɴHᴀɴ]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora