🥂EPÍLOGO🥂

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Volver a sentirse en brazos de quién era el amor de su vida, de quien había estado soñando día tras día, mes tras mes, era indudablemente la mejor experiencia de su vida. La calidez que sintió al despertar no se pudo comparar con ninguna otra experiencia en su vida y al abrir los ojos, lo único que encontró fue a un hombre maravilloso durmiendo con tranquilidad y volteando a su dirección. Luhan sin creerse aún todo lo sucedido, era real ante sus ojos, observó de manera desgastante al chico y hasta se aproximó un poco con cuidado de no despertarlo. El aroma de su colonia no había cambiado y por eso no tuvo miedo de hundirse en su pecho, fingiendo que aún dormía suspiró sobre su camisa negra con el fin de grabarse para toda la vida que durmió una noche con él.

¡Sehun me dejaste en la maldita fiesta y ni creas que..!

La chica que entró a la habitación le hizo sobresaltarse, tuvo que abandonar la calidez para mirarla desde su posición y avergonzado por la situación se sentó en la cama sintiéndose un intruso; un dolor en su cabeza lo hizo fruncir su ceño pues la cruda no vino sola.

— Perdón, no sabía que tenías compañía. Lo siento, en serio. — Susurró lo último para el chico que la veía como si tratara de descifrar su identidad.

Cuando la mujer abandonó la habitación su pecho se estrujó de manera inevitable, dolió hasta la boca de su estómago y no sabía sí se debía al dolor de corazón, la cruda o simplemente a que moría de hambre.

— Buenos días.

Luhan miró al chico recién despierto pero contrario a él, no sonrió o le devolvió el saludo. Petrificado tuvo que desviar la mirada a otro sitio, se dió cuenta de que el tiempo los había rebasado y que cada uno tenía una vida hecha en la que no los incluía juntos. Sehun pareció alarmado por su reacción y se sentó también, intentó tomar su mano pero este mismo rechazó el contacto como si quemara.

— Debo irme, perdón por las molestias.

Se levantó aún a pesar de que en un primer momento se mareó, Sehun no se quedó atrás, de hecho fue directamente hacia el chico que más que tener prisa, parecía querer huir y de alguna manera era su culpa. Se interpuso antes de que saliera de la habitación y el castaño lo miró en silencio.

— ¿Has olvidado lo que hicimos ayer? ¿Lo que hablamos?

Luhan no pudo olvidarlo por más bebido que estaba, pero por el bien de todos tuvo que mentir y asentir. De hecho fue bastante convincente, se mostró incómodo frente al chico que lo había acogido y al que había besado hasta cansarse. Al contrario de lo que pensó, él lo entendió y en lugar de dejarlo ir lo tomó por la cintura.

— Ayer tomaste mucho, te encontré llorando en el baño y por más que me pediste que te dejara ahí, no lo hice.

Luhan se sonrojó ante el recuerdo, se había mostrado sin defensas y de la manera más patética en esa fiesta. El hombre que se adueñó de su corazón y cuerpo en una noche de año viejo, se acercó a su rostro, logrando que el bajito sintiera su corazón latir más rápido y sus mejillas colorearse con un ligero carmín.

— Nos dijimos que nos amábamos y me contaste de tu ex. Lo sé todo Luhan y lo sé, estuvo mal llevarte a la cama cuando estabas tan ebrio pero no pasamos de los besos, te lo prometo.

Quería gritar que si, que lo recordaba y que la sensación sobre sus labios aún seguía latente como sí se lo hubiera dado en ese momento pero antes de caer rendido a sus pies se forzó a dar un paso atras. La mujer que los interrumpió hace unos minutos fue razón suficiente para darse cuenta que no era nada más que el pasado para Sehun.

Hᴇᴛᴇʀᴏғʟᴇxɪʙʟᴇ [HᴜɴHᴀɴ]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora