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Irene prometió emparejarlo con su buen amigo Minseok esa noche pero desde el primer momento en aquella discoteca no había dejado de buscar a alguien que llamara realmente su atención . Minseok de hecho había sido atento, bebieron mucho y pasaron el rato juntos, sin embargo lo que buscaba su cuerpo era algo mucho más masculino, musculoso y quizás más alto.

¿Qué te ha parecido? — Preguntó Irene cuando su cita se había disculpado para ir al baño.

— Demasiado suave.

— ¡¿Qué?! ¡Es guapísimo!

— Sí sí, pero no sé... No siento nada, no sé cómo explicarlo para que lo entiendas.

No me digas que sigues colado por Kris Wu.

Luhan se rió, era gracioso de hecho recordar su relación con ese chico, se había quedado con su primer todo y era evidente que le iba a doler un buen rato. Algo de verdad había en eso que dijo su mejor amiga, después de ese chico nada lo había hecho sentir que valía la pena arriesgarse para perderlo todo. Bufó y tomó un trago, le supo amargo.

No quiero a Kris, quiero algo refrescante y que me haga cometer tonterías.

Es fin de año. — Le animó su amigo propinando unas palmaditas a su espalda. — Quizás aquí encuentres a la persona idónea para despedir el año de mierda.

Luhan asintió no muy de acuerdo, sin embargo cuando se quedó solo pensó en esperar a Minseok, pero solo lo pensó. La canción sonada era su favorita y no se resistió, tuvo que ir al centro de la pista para perderse entre tantos cuerpos desconocidos y bailar sin importar si nadie lo acompañaba.

Un cuerpo grande chocó contra su espalda interrumpiendo el buen momento con él mismo, la estaba pasando bien y lo último que quería era empezar una discusión, además su canción aún sonaba. Cuando intentó girarse para ver a la persona en cuestión, sintió como era rodeado con unos fuertes brazos y con la respiración del sujeto sobre su cuello.

No te muevas hermoso, quédate así.

La voz no era de Minseok y de hecho era evidente que no lo era, el chico era mucho más grande y alto que el mencionado. Además de que el timbre de su voz era más masculino, tanto que le erizó la piel, moría de la curiosidad pero no se dejó vencer por ella, aún no quería descubrir sí estaría decepcionado al ver a la persona detrás de unos brazos tan fuertes y cuerpo tan cálido. Se mordió los labios y dejó que el hombre se moviera al compás de él, su aliento chocó contra su piel y le calentó la sangre al instante. El hombre recorrió con sus manos su cuerpo, se sentía realmente sometido bajo el tacto tosco del desconocido y vaya que lo disfrutó. La sensación de sentir a su corazón brincotear después de tanto tiempo era sumamente agradable.

Cierra los ojos. — Ordenó.

Luhan sumiso fue lo que hizo, este le tomó el mentón y lo obligó a girar para besarlo directamente en la boca, Luhan no se resistió. Ya que había accedido desde el primer momento se dejó guiar por el hombre y decidió darle paso a su cavidad oral sin abrir en ningún momento los ojos. La enorme mano del hombre apretó su pene bajo su ropa y el bajito inevitablemente gimió de gusto.

No mires aún.

Se apartó solo un poco y aún a espaldas de él, lo guió a dirección del baño de la discoteca. Luhan no miró y hasta la mirada fue abajo para evitar mirar por los espejos o caer. No sabía porqué no quería descubrir aún la identidad del hombre, tan pronto como llegaron lo llevó a uno de los cubículos poniéndolo contra la puerta de esta y susurrante habló.

Hᴇᴛᴇʀᴏғʟᴇxɪʙʟᴇ [HᴜɴHᴀɴ]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora