Aguas Oscuras

Capitulo 2: Perspectiva Infecciosa

No mucha gente leyó el primer capítulo...

Supongo que no debería sorprenderme, dado que todo el mundo viene aquí a ver fics de parejas preferidas por los fans, por no mencionar que me lo estoy inventando sobre la marcha. Voy a seguir por mi cuenta hasta que la falta de lectores me afecte. Tal vez me sorprenda a mí mismo. Me niego a simplemente reciclar los eventos del Volumen Uno de RWBY con un ligero giro como hace todo el mundo.

Un millón de gracias a los que se han tomado la molestia de leer esto.

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Desde que regresaron al crucero, lo primero que hizo el Equipo RWBY fue dirigirse directamente a su habitación y retirarse. El capitán del barco no les molestó. Por lo demás, estaba ocupado con las divagaciones ininteligibles del piloto del Bullhead, que parecía enloquecido por lo que había vivido y pensar que había visto lo más mínimo de la extraña ciudad al permanecer en el Bullhead. No era un pensamiento agradable y probablemente por eso el capitán estaba dando a las chicas algo de espacio. Las chicas encontraron su habitación tal y como la habían dejado, aunque rápidamente empezó a apestar por el olor que llevaban con ellas. Las cuatro estaban sucias y aquel horrible olor se había pegado con fuerza a cada una de ellas, especialmente a Weiss. Hizo que un buen número de personas rehuyeran de ellos en su camino hacia aquí. Sin embargo, rociar la habitación con perfume era lo último que tenían en mente. Puede que ahora estuvieran a salvo, pero aquel lugar del que habían escapado, así como todo lo que habían visto en él, seguía ahí fuera. El mero hecho de saberlo marcaba la diferencia, sobre todo aquella cosa que había salido por la gigantesca puerta. En realidad nunca la habían mirado, pero de algún modo seguía atormentándoles.

Ruby se sentó en la cama y se miró las manos abiertas. Por fin habían dejado de temblar, pero ahora estaban cubiertas de vendas, al igual que los dedos de Yang. Yang también estaba en la cama, con los pies en el suelo y tumbada boca arriba mirando al techo. Blake estaba sentada en el suelo con la espalda apoyada en la pared, estudiando detenidamente las páginas del libro que habían descubierto en aquella horrible ciudad. Más de una vez tuvo que dejarlo en el suelo y recogerse antes de poder seguir hojeándolo. Weiss estaba apoyada en la pared opuesta, de pie, con los brazos cruzados bajo el pecho, mirando a cada uno de sus compañeros con expresión inexpresiva. No habían cruzado ni una palabra desde la puesta de sol, sólo miradas y gestos. Weiss se apartó de la pared y se colocó junto a Blake para mirar las páginas del siniestro tomo. Fue ella quien finalmente rompió el silencio. "Es una obra fascinante, ¿verdad?", comentó.

Blake fulminó a Weiss con la mirada. Por supuesto, ella siempre miraba a la gente, pero esta vez lo hizo con especial agudeza. "Primero quieres abandonarla y ahora te fascina", dijo.

Weiss se encogió de hombros. "No es como si pudiéramos devolverlo ahora", dijo con tranquilidad. "Lo hecho, hecho está".

Ruby miró el tomo. La cubierta, por ominosa que fuera, era una obra de arte impresionantemente tallada. Una parte de ella quería tirarlo al mar, pero... "Tenemos que investigarlo después de todo lo que nos ha costado conseguirlo", dijo en voz alta, más que nada para sí misma.

"Claro que sí". dijo Weiss, mirando a Ruby mientras se acercaba lentamente a la siguiente. Tenía las manos en las caderas y caminaba con una seguridad en sí misma que a los demás les parecía extraña. "Imagina los secretos que podría contener. Conocimientos y cosas tan lejanas que sólo podríamos soñar", añadió.

"Sí, eso me temo". Ruby contestó sombríamente.

"El miedo puede ser una señal de precaución, sí, pero nunca debes dejar que te frene". dijo Weiss señalándola con el dedo.