Capítulo 4: Capítulo 3

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Charlie se tropezó en las escaleras mientras pensaba acerca de su aperitivo de media noche. Estaba tratando de decidirse entre un poco de pan tostado con mantequilla de maní o galletitas. Era una decision dificil. Por un lado, la mantequilla de maní era más saludable, pero era pegajosa y tendría que cepillarse los dientes de nuevo para asegurarse de que ningún resto quedara en su boca o en su bigote, pero por otro lado, las galletas ensuciaban menos y eran sabrosas. Especialmente las que hizo el pequeño Harry temprano. El niño podría ser tímido y tranquilo pero si que sabía hacer galletas con trozos dobles de chocolate.

Cuando se dirigía a la cocina, casi se tropieza con un pequeño pie escondido tras la isla de la cocina. Entrando en alerta al instante, Charlie cogió el cuchillo más cercano y lo blandió. Se agachó y estuvo apunto de gritarle a Bella o algunos de los chicos para que llamaran a la estación cuando vio una mata de pelo negro desordenado y grandes ojos verdes observarlo. Charlie dejó escapar un suspiro de alivio cuando vio que era Harry.

-Oye, Sport ¿Qué estás haciendo aquí?- preguntó Charlie. El miró al niño y vio que estaba usando la camisa que Demetri tenía puesta antes como pijama. El también tenía sus brazos envueltos alrededor de él y estaba mirando la puerta trasera.

-Vine a buscar leche y vi a alguien afuera. Llame a Demetri y el salió a ver si todo estaba bien- Susurró Harry.

La actitud alerta de la que se había deseado hace unos segundos había vuelto instantáneamente. Si Harry decía que había alguien afuera, el le creería. Harry no era la clase de niño que mentiría, Charlie lo sabia, por mas de que solo conociera a los hermanos desde hace un día.

-Voy a ir a revisar también, Sport- Charlie le aseguro al niño escondido.

Charlie enderezó su espalda, mantuvo el cuchillo en su mano y se dirigió a la puerta. El la abrió un poco y miró hacia afuera, antes de salir por completo. No se molestó en cerrar la puerta por completo en caso de que tenga que entrar rápido a llamar a la estación. Charlie se paró el porche y miró a su alrededor.

-¡Suéltame!- Un gruñido vino desde el costado de la casa. Charlie corrió hacia la esquina y miró a su alrededor para ver a Demetri fijando a alguien al tronco del árbol.

-¿Qué está pasando aquí?- Gritó Charlie.

Dos rostros se enfrentaron a él, y Charlie estaba un poco sorprendido de ver la cara pálida de Edward Cullen.

-Cuando Harry me dijo que vio a alguien vine a revisar y encontré a este pervertido sentado en el árbol al lado de la ventana de tu hija- Explicó Demetri rápidamente.

La expresión de sorpresa de Charlie se convirtió rápidamente en una de furia.

-¿Estabas espiando a mi hija por una venta en medio de la noche?- Charlie gritó. Su voz pareció despertar a los vecinos ya que una luz de al lado se encendió. Su vecino, Dave, sacó la cabeza fuera de la casa.

-¿Qué está pasando, Charlie? ¡Casi despiertas a toda la calle!- Gritó el otro hombre.

-Lo siento, Dave ¿Podrías hacerme un favor y llamar a la estación? Necesito que arresten a alguien.-

-Uh... claro Charlie -Respondió el otro hombre antes de que su cabeza desapareciera adentro de casa.

Otra ventana se abrió y ahora era Bella quien miraba la conmoción.

-¿Qué está pasando, Charlie?- Preguntó Bella aturdida.

-Nada, cariño. Tu vuelve a dormir- Charlie respondió. Bella parecía no querer escuchar mientras abría los ojos aun más mirando a Demetri y Edward.

-¿Demetri que le estas haciendo a Edward?- Ella chilló.

-No te enojes con Demetri, cielo. El atrapó a Edward espiándote, deberías darle las gracias- Declaró Charlie.

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