Capítulo 6

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Los lobos sabían que algo estaba pasando. Los Cullen y Bella estaban muy callados últimamente, y Jacob había expresado su sorpresa al descubrir que Bella no lo había visitado luego de su huída a Italia. En general, todo eso estaba molestando a la tribu, algunos expresaron en voz alta que probablemente obtuvieron respuestas pero Sam se puso firme y seguramente que deberían quedarse tranquilos. Aun así fue un alivió cuando olieron el aroma a vampiro y la mayoría de los cambia formas quisieron ir a investigar pero al final solo fueron a investigar a Jacob, Seth, Paul y Sam por el último orden.

Los cuatro hombres se transformaron en lobos e inmediatamente pusieron la nariz en el suelo para seguir el olor agrio de los vampiros. Mientras que odiaban el hecho de que los vampiros invadieran sus tierras esto les permitía relajarse sobre lo que estaba pasando y no tendrían que esperar hasta las bolas de fuego les cayeran del cielo. A medida que el olor se hacía más fuerte este comenzó a quemarles la nariz, luego entraron a un claro y vieron un espectáculo muy extraño, dos vampiros estaban sentados sobre una manta disfrutando lo que parecería ser una tarde de té inglés.

Cuando atravesaron la linea de arboles el dúo les prestó atención y el vampiro pequeño delicadamente puso su taza de té en el plato, y sacaron la servilleta de su regazo para delicadamente limpiar las comisuras de la boca.

-Hola, caballeros. Es un placer conocerlos- Habló el vampiro mayor en tono formal. Los hombres lobos volvieron lentamente a la protección de los árboles y se transformaron en seres humanos de nuevo. Los cuatro hombres un poco aturdidos y con solo sus pantalones volvieron a entrar en el claro.

-Esta tierra Quileute y los vampiros no pueden entrar aquí- Sam les gruño a los chupa sangre. Una mirada de sorpresa atravesó la cara de ambos vampiros mientras se miraban entre ellos.

-Oh, estamos terriblemente apenados, no sabíamos eso. Vinimos aquí para investigar el caso de un vampiro que le dijo a una humana su secreto y pensamos que esta zona sería excelente para disfrutar un té mientras trabajábamos en el. Realmente nos sentimos muy mal por invadir su espacio.- Habló el pequeño vampiro con una voz suave y fuerte acento británico. Ahora entendían porque tenían un juego de té pero eso todavía no tenía sentido pues los vampiros solo consumían sangre.

-Como disculpa ¿Les gustaría unirse a nosotros? Tenemos tantos bollos y galletas que no seremos capaces de comeros todos - Dijo el vampiro mayor.

Jacob sintió como se retorcía. Estaban allí para investigar a Edward ya Bella, pero la verad era que ellos le habían dicho el secreto a Bella. El no quería que le pasara nada a Bella a causa de sus labios flojos pero al mismo tiempo tampoco quería admitirle su error a dos vampiros. Se sentiría mal luchar con un niño y matarlo, incluso si era un niño vampiro.

-No queremos sus tortitas, queremos que se larguen, y si no lo hacen pronto nos veremos forzados a matarlos- Soltó Sam mientras inflaba su pecho para parecer más grande de lo que ya era.

-¿Ustedes son cambiadores de fora verdad?- Preguntó e hombre.

-Si lo somos...- Respondió Sam.

-Enconces, ¿Les importaría responder unas Preguntas? Solo queremos tener todos los hechos antes de regresar a los Vulturis con nuestro informe- Sam parecía un punto de transformarse y pelear con la pareja pero Jacob sabía que debía salvar la situación de alguna manera.

-¿Que quieres preguntar?- Dijo Jacob llamando la atención de los otros tres lobos.

-Oh, cosas simples, como ¿Porque no han atacado al aquelarre vecino? ¿Ustedes conocen a la Señorita Swan? y si la conocen ¿Qué clase de relación tienen con ella?.

El joven sentado lo miró horrorizado. -¡Demetri, hemos sido horribles! ¡Todavía no nos hemos presentado!- Se apresuró a explicar el niño y el otro hombre de repente parecía triste.

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