Perdonen si no actualizo, estoy medio ocupada pero tengo algunos capítulos hechos, los iré subiendo poco a poco.
Si ven faltas de ortografía, perdón, estoy algo apurada JAJA
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« Desaparecida»
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✧ Yam'nico Allen
– Esto debe ser una puta broma- Dijo Choso al ver la pagina- Tenemos que irnos, ahora- Tomo mi mano y jalo de mi, tire el periódico y lo seguí
Al pasar por la pared en la que ponían toda una lista de desaparecidos me detuve. Al ver mi cara entre los últimos tres desaparecidos maldije, era exactamente la fecha y hora en la que desaparecí.
« Allí está la chica »
Escuché que gritaron mientras me señalaban, note que al lado de aquella persona habían tres más. Un pelirosa, una chica de cabello corto y un pelonegro. Y todos eran hechiceros. Estos comenzaron a acercarse.
– Corre!- Grito Choso y ambos comenzamos a correr, estos tres siguieron detrás de nosotros. No pude evitar prestarle atención a un detalle
« ¡Gojo-Sensei! »
Escuché que grito uno de ellos, voltee hacia atrás y para mejorar el día, Gojo-san había llegado y estaba al lado de ellos corriendo. Suerte que el centro comercial era gigante y había mucho que correr.
Pero lo menos que esperábamos era que apareciera una orda de conejos y nos bloqueará el camino. De inmediato estos se lanzaron a nosotros y comenzaron a atacarnos, cree varias cuchillas pequeñas y las lanze hacia arriba. Estás al volver a bajar se separaron formando un montón de shurikens pequeños que cayeron sobre los conejos, matando a muchos de estos. Tome a Choso de la mano y seguímos corriendo, al llegar a las escaleras eléctricas cree una división de cristal. Bloqueandoles el camino, subí junto a Choso las escaleras. Me sobresalté al escuchar el sonido del cristal romperse y ver cómo avanzaban
– ¡Que mierda!- Me queje ya cansada
– Ya no jugamos, vamos a darle pelea- Dijo Choso y me negué
– Yo no soy capaz de enfrentarme a Gojo-san-
- A el no, es muy poderoso. Yo mataré a Yuuji Itadori, es el peli rosado. - Aclaro, suspiré y asenti. El primero en acercarse a atacarme fue el pelinegro.
Comenze un combate cuerpo a cuerpo con el, aunque el me ganaba algo en eso. Yo no me rendía, cristalize mi puño y golpee su costado, este salió volado y de no ser por el pelirosado se hubiera estrellado.
De un momento a otro apareció un ave gigante, parecida a un halcón. Se dirigió con rapidez a mi y la esquivé
Idiota
Pensé al sentir algo introducirse en mi muslo, como una bala. Mire hacia atrás y estaba la chica bonita
– Contigo no peleare, te ves agradable - Dije, está hizo caso omiso y siguió atacandome. Yo solo esquivaba y huia, no tuve otra opción y cree un ave fénix que se encargó de ella.
– ¡Choso!, Vamonos- Le grite y se quejo, le propinó un golpe al pelirosado y corrió hacia donde mi - Vamos a volver a saltar de un edificio, que crees?
Este rio mi me acaricio la cabeza
– Vamos por las escaleras, dan hacia el techo. - Dijo y asenti. Corrimos dejando atrás a el trío de hechiceros pero ¿Y Satoru?
Y hablando del rey de Roma..
Al llegar al techo nos encontramos con el que nos esperaba allí.
– Allen, regresa a casa- Suplico - Ya no puedes escapar, perdón por lo que dije la última vez pero regresa, por favor
- Satoru-san, no puedo volver. Ya lo entenderás, perdóname- Le di la señal a Choso y asintio, corrió hacia el borde y se lanzó. Note que Satoru se sorprendió por esto pero su expresión cambio a una de preocupación al ver cómo me lanzaba detrás de Choso
– ¡ALLEN!- Grito y se acercó al borde viendo como caíamos. Escuché como maldijo y golpeaba el suelo con desesperación.
Con una tristeza enorme en el corazón por hacerle esto a el hombre que me cuido, alcanze a Choso y tome sus manos. El dragón apareció y nos volvío a rescatar.
El resto del camino al escondite estuvo en silencio. Y no estaba molesta con Choso, si no que conmigo misma.
– Es mi culpa, perdón por hacerte pasar eso.- Me miro y me abrazo por la espalda
– No te culpes de todo lo que pasa a tu alrededor- Susurro y beso mi mejilla. Sonreí y me acomode para poder devolverle el abrazo y ocultar mi cabeza en su pecho. Recargo su cabeza sobre la mía y así nos quedamos un buen ratito.
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