Epílogo

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Desde un paraíso lejano, repleto de flores de todos los colores imaginables. Una voz claramente entendible surgió de la nada, que dijo...

"... Joven Maestro. El camino que recorrerás, estará lleno de peligros y dificultades mucho más allá de lo que haz imaginado".

"Debes tener cuidado. La atención de un 'Ser Superior'... está centrada en ti..."

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- ¿... Hmm? - Shirou abrió los ojos. - ¿Dónde... estoy?.

Había despertado en una sencilla habitación blanca escasamente decorada con un estante, un armario, un espejo y una cama sobre la que se encontraba acostado.

Era su habitación.

- ¡Ahg!! - Shirou hizo un gesto de dolor. Le dolía el cuerpo. La simple acción de tensar sus músculos provocaba un dolor sordo en sus nervios. - ¿Qué pasó? – Se preguntó aún algo desorientado.

Uno de los mayores efectos secundarios del Rayshift era la somnolencia, y esta fue su primera experiencia después de agotarse en la última debacle, al igual que Ritsuka y Olga.

A todos se les permitió descansar al regresar y fueron llevados a sus respectivos alojamientos para recuperarse.

- "...", Sobándose la frente con una mano, Shirou calmó su mente e intentó concentrarse. Todavía estaba acostado en la cama, con unas sábanas cubriéndolo y la cabeza apoyada en una suave almohada que Chaldea sin duda había proporcionado para cada Maestro. Aún así, el diseño metódico de la habitación era algo que se esperaba de una instalación de mago.

Como había dicho antes, la habitación era blanca; una especie de pizarra en blanco que llevaba el mínimo de necesidades de uso, de modo que un mago pudiera concentrarse completamente en las tareas asignadas en lugar de agregar carácter a su dormitorio.

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Fate/Grand Order: La Orden de EspadasDonde viven las historias. Descúbrelo ahora