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Ten notó cómo, después de mucho tiempo su omega habia despertado cierto interes en el peculiar aroma del alfa frente a él por lo que se vió desconcertado.

Aún sostenía el arma con el que apuntaba con el cañon a la cabeza plateada, mientas Yukhei lo respaldaba  a unos metros más atrás y Kun se encargaba del omega herido. Soltó una pequeña risilla y el alfa bufó.

—Señor, creo que debería ver esto. —habló Kun extendiendole lo que parecía ser una placa —Esto confirma que es Osaki.

—Interpol —gruñó Yukhei —Ellos-

—¡Silencio! —cortó Ten —De rodillas ¡Ahora!

El alfa giró a ver a su compañero y  a regañadientes se arrodilló al mismo tiempo que por la enorme puerta de la mansión aparecían Jeno, junto a Jaemin y Taeil llevando a rastras a los otros dos agentes. Una vez frente a Ten los obligaron a arrodillarse aun lado de su compañero alfa.

—Te lo advertí. —susurró uno de ellos.

Kun rió y pateó al mismo haciéndolo caer de bruces, al momento se quejó y trató de reponerse mientras maldecía entre dientes. Ten vió a Jeno amarrar las manos del alfa frente a él y examinarlo en busca de más armas.

—Ya está, señor. —habló Jeno y Ten asintió.

—¿De quién fue la orden? —finalmente habló Ten, enfundando su arma y viendo cómo los cuatro compartían miradas de confusión.

—Les preguntaron algo, idiotas —respaldó Kun y Ten le lanzó una mirada amenazante.

—¿Creen que la Interpol solo... ¡Carajo!. —se quejó el chico que había sido herido —¿Creen que solo enviarían a cuatro hombres a atacar la mansión Polo? No son idiotas.

—Fue mía. —terminó el de pelo plateado —Yo les ordené que me siguieran en esta misión.

—Entonces tú fuiste el idiota. —finalizó Ten con una sonrisa.  —Quiero que me expliques por qué, y qué te hizo creer que saldrías vivo de aquí.

Ten tomó la silla más cercana para sentarse frente a ellos, no sin antes enviar a Yukhei a revisar su herida, siendo suplido por Kun. Que al colocarse frente a los agentes fue estudiado por el único alfa entre ellos, pues lo había reconocido hasta ese momento.

—Tú...

—Te hice una pregunta, alfa. —cortó Ten.

Vaya... Ese individuo estaba haciendo que el alfa de Taeyong rasgara en su interior. Realmente lo estaba provocando y no precisamente para colocar un arma en su cabeza y disparar.

—¿Dónde está Jungkook? —contestó.

Ten lo miró con un gesto frío y miró a Jeno, quien a parte de Yukhei, era uno de sus alfas más fuertes. Este entendiendo al instante su orden, colocó el cañón de su arma en la cabeza del herido, llamando así la atención del alfa, quien reaccionó con temor.

—Jungkook, vine por él. Esa es la razón —contestó con dificultad.

—No sé que te hace pensar que sigue vivo, siendo el idiota que incendió mi barco, ¿Por qué lo mantendría aquí si no me sirve de nada?

El alfa lo miró con asombro, no sabía qué le sorprendía más, saber que Jungkook estaba muerto o que estaba frente al jefe de Polo. Aún que bueno, ya debía haberlo supuesto en cuando vió a todos seguir sus órdenes y decirle "señor".

Aún que, no negaba que le dolía el hecho de saber a Jungkook muerto, debía idear algo para sacar a sus amigos de ahí antes de tener el mismo final. Pero, pensándolo ahora, por qué había visto al beta en ese bar.

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⏰ Última actualización: Jul 25, 2024 ⏰

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Polo || TaetenDonde viven las historias. Descúbrelo ahora