Polo || Taeten

002

—Han pasado meses Yong y... Tres días después de esa llamada extraña.

—Si, y eliges mi lugar favorito para el reencuentro —comentó el japonés con tono sarcástico, a lo que Taeyong rió.

—Lo lamento, surgieron muchas cosas en Corea y...

—Es verdad —Doyoung interrumpió —¿Te casaste con tu beta? ¿Jungkook?

Taeyong negó y bajó la cabeza —Es por él que los cité aquí... Necesito la ayuda de los tres para recuperarlo.

—¿Recuperarlo?

—¿A qué te refieres con recuperarlo? —preguntó el beta canadiense.

Los tres fijaron su mirada atenta en el único alfa, quien suspiró y comenzó a contar la situación en la que los metería. Sin embargo, no los culpó por sus reacciones.

—¿¡Te volviste loco Lee!? —fue Shotaro el primero en saltar.

—Entrar a la mansión es como cavar tu propia tumba ¿Estás al tanto? Nosotros cuatro no podremos contra todos los perros rabiosos de Polo. —sabía que Doyoung tenía razón pero era necesario intentar.

—Escuchen, sé todo lo que conlleva entrar ahí pero tienen a Jeon y yo...

—Él fue el idiota que se metió en esto e idiota tú por querer involucrarte. Estás demente, Lee. No has aprendido nada de lo que pasó hace años. A demás, no sabemos quién dirige Polo ahora, el último de los Suh está muerto y muchos creíamos que Polo había muerto con él pero dos meses después volvió a sus actividades y no sé tú pero todos sabemos que Qian es solo un peón aquí.

—Estamos en ceros Taeyong, no sabemos quién lidera, nadie está al tanto de eso y no tenemos algún indicio de como dar con ello. Eres un idiota, Taeyong. Ahora entiendo la decisión del comandante.

Taeyong no esperaba menos de ellos, les daba la razón pero había algo que lo motivaba a seguir su plan.

—Tienen razón pero necesito hacer esto, ya estoy aquí y no daré marcha atrás. Tengo un plan y con su apoyo, saldremos vivos y con Jungkook. Por favor.

—Lee, —el canadiense no se iba a quedar callado —Han pasado meses desde el último trabajo que hicimos junto a ti, y bueno, tu estás... Un poco oxidado y no sé si la memoria se te ha borrado pero ¿Olvidas que te sacaron la identificación por algo similar?

—Mark tiene razón. Y si quieres entrar ahí necesitaremos respaldo y apoyo. Algo que claro, no pediremos o nos recogerán las identificaciones a nosotros. No sé tú, pero yo no vine a Chicago para enfrentar a un idiota del que no sé nada o a morir en el intento.

Todos se miraron entre sí y después de unos minutos de meditarlo llegaron a un acuerdo. Realmente sabían que era demasiado arriesgado, más de lo que podrían imaginar, pero el alfa lo había decidido.

Platicaron un poco de sus vidas, como Shotaro ahora estaba dando un paso nuevo en su vida después de su divorcio y Taeyong se sintió feliz por él. Mark le contó que tuvo que hackear la base de datos de dos bases narcotraficantes por lo que probablemente sería igual de tedioso con Polo y por otro lado Doyoung seguía combinando cada outfit con sus armas.

Bebieron de más y mientras Taeyong iba por la casi novena copa de whisky, juró ver a Jungkook en perfecto estado, junto al mismo beta chino que se lo llevó y otro tipo más bajo, de ojos felinos, los labios más hermosos que jamás vió y un cuerpo perfectamente amoldado que deseo tocar con sus propias manos para cerciorarse de que fuera real.

Dió con la conclusión de que debía dejar de beber e ir a su habitación de hotel para descansar y al día siguiente, poner su plan en marcha.