TENTATION -FreenBecky G!P

CAPITULO 25

¿De verdad podría estar con alguien como Free? Una duda que tenía en la cabeza y que no saldría de ahí hasta que ella misma pudiera resolverla. Pero ya tenía la respuesta. Lauren le encantaba. Tanto... muchísimo, que había dejado todos los problemas y defectos a un lado para fijarse en lo que sentía por ella. Eso era más fuerte, juraba. ¿Pero y si en algún momento se arrepentía de estar con ella? ¿Eso podría pasar? ¿Qué haría? ¿Podría alejarse de ella como pensaba? ¿Y si después de saber su secreto... lo que tenían dejaba de funcionar? ¿Y si ella se alejaba de ella? ¿Y si mentía de nuevo? ¿Y si volvía a desconfiar de ella? ¿Cómo estaría segura de cada cosa que Freen le dijera?

- ¿Terminaste? - una voz al frente de ella la hizo volver a tocar tierra. Becky se sobresaltó y abrió un poco más los ojos.

- Sí, sí... en un momento termino. - le dijo a María, la secretaria de su nuevo jefe.

- Me llevas los papales a la oficina ¿vale?

- Vale. - respondió Becky. María salió de su pequeña oficina y tiró la puerta al salir. Todavía no lograba llevarse bien con Becky. Cuando esta miró el monitor, notó que ni siquiera había avanzado la mitad de lo que le habían ordenado aquella tarde. Joder. Se estiró sobre la silla giratoria y dejó salir aire. Al subir la mirada, se encontró con los grandes ojos de Max, que había abierto la puerta silenciosamente. - Ho...hola... - dijo ella con dificultad y ligeramente sorprendida.

- Hola bonita.

Aquella frase hizo que la piel de Becky se erizara.
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- Tentation no va a ser lo mismo sin ti. dijo Nam. Se sirvió un poco más de cerveza y se tomó todo al primer sorbo.

Freen sonrió y bajó la vista, de la misma manera, sirvió un poco de cerveza a su vaso y tomó de ella.

- Se va y sin decirle nada a nadie... - susurró Billy, que fumaba desde el otro extremo de la mesa.

- Y nadie tiene porque saberlo, ni siquiera notarán mi ausencia.

- No sabes lo que dices. - intervino Heng.

- Oh...¿te entristece que Freen se vaya? - Nam le apretó una mejilla, Heng terminó por golpearle el brazo. Billy rió y soltó humo de su garganta hacia el techo.

- Me entristece que la cajera se vaya a quedar con ella sin siquiera habernos conocido.-dijo Billy.

Freen frunció el ceño.

- ¿Crees que si te hubiera conocido te habría elegido a ti?

- Tal vez. - los cuatros rieron. Pequeñas risas que quedarían grabadas en la memoria de Freen después de aquel día.

- ¿Le vas a pedir que se vaya contigo? - preguntó Billy.

- Es lo que quiero. - le respondió Freen. Sus palabras eran ciertas. Lo que más quería en ese momento era escuchar un "sí" de los pequeños labios de Becky. Un "sí" que haría que se la llevara lejos. Solas. Las dos. Sin importar el mundo.
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- ¿Cómo te han dejado pasar? - Becky se puso de pie.

- Les dije que venía a dejarte algo, ¿Por qué?

- Ya sabes... soy nueva. - subió los hombros y sonrió ligero. Aquello fue lo más bonita que Max hubiera visto jamás. Es que ese día, solo tenía un propósito. - no permiten visitas a los nuevos.

- Todos te extrañamos en el otro banco...¿sabes?Tu lugar es ahí...

Ella mordió sus labios enternecida por sus palabras. No iba a mentirle, extrañaba su anterior trabajo y el ambiente que conllevaba ese.