capitulo 7

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Juan

Después de una ardua mentalización de que literalmente acababa de quedar con Amber para comer y que la tendría enfrente mío.

Si la mesa es pequeña podrías rozar vuestras piernas

Nueva misión del día:conseguir una mesa pequeña para rozar mis rodillas con la suyas

Me detuve al instante ante ese pensamiento,tenía novia,pero a mí no me importaría para nada dejarla ahora mismo,pero,debía de haber una situación,y una minima razón aparte estaba nervioso,no sabía que ponerme y recuri a la última opción,la que había estado evitando todo este tiempo.

Los vaqueros.

No seas exagerado

Los vaqueros son una tortura humana,cuando me los puse no me sentía yo,pero el que estaba guapo,lo estaba.
Y luego llegaron las dudas,de que ponerme,pero al final acabé con lo mismo con lo que empezé.

Unos vaqueros anchos y una camiseta blanca,que pensaba que nunca iba a ponerme.

Cuando salí recibí una llamada,el pulso me empezó a acelerar,era una llamada del hospital,me temblaban las manos cuando recibí la llamada.

La abuela se había desmayados.

Trate de contener la lágrimas cuando llegué,pero fué imposible,la abuela estaba con un aparato en la nariz y ahora ya no tenía esa sonrisa despreocupada de siempre,había sido su segundo desmayo,la primera vez fue cuando estaba en la escuela,al llegar estaba tirada en el suelo de la cocina, había estado haciéndome la comida,pero se desmayo y ahora todo estaba por el suelo,no había estado con ella en ese momento,y me sentiría culpable siempre.

>>>

-abuela,por favor ,descansa.

-tranquilo,descansaré,estos de aquí es lo único que me dejan hacer,ya ni una partida de bingo me dejan.

Contengo una risa,por qué estaba seguro de que si reía empezaría a llorar y parecería un psicópata,de momento mantengo la cabeza agachada hundida en mis manos,unos doctores han pasado para comprobar el funcionamiento de la máquina que ahora ayuda a respirar a mi abuela.

-oye, cariño-escucho la voz de mi abuela,es baja y tiene un tono relajado,pero en vez de ayudar me asusta,me atemoriza que de un momento a otro no pronunciara más palabras y que si voz se apagará por completo,tragué tratando de deshacer el nudo de mi garganta,que amenazaba con destruirla.

-dime.

-si tienes que hacer algo esta tarde no se te ocurra decir que no por mí.

La imagen de Amber apareció al instante en mi cabeza,no podía decir que no a nuestra...
Quedada,pero no dejaría sola a mi abuela.

-y dile a Amber que no venga está tarde,esa chica se convertirá en un mar de lágrimas si se entera de lo que me a pasado.

No se equivocaba,Amber era muy sentimental,recuerdo como ella lloraba con cada película cursi que nos ponían,junto con su amiga,pero ahora ella estaba sola en los recreos leyendo uno de sus libros cursis y enamorandose de cada chico que hacía algo cursi.

-lo intentaré,ella odia las mentiras-hice una pausa,ella también odiaba las promesas,o era lo que parecía,por que cada vez que alguien le decía "te lo prometo",ella se tensaba,-casi tanto como las promesas

Un Día Como Cualquier OtroDonde viven las historias. Descúbrelo ahora