Así de simple, estoy fuera de mi prisión de cristal.
Honestamente, incluso después de que mis padres básicamente me ignoren durante los últimos dieciocho años, me siento un poco culpable cuando Bible me saca de la casa. Todo lo que mi madre y mi padre pueden hacer es quedarse ahí parados mirando atónitos a los hombres de mi ángel guardián sacando mi equipaje en un silencio cargado. Al menos, están en silencio hasta justo antes de que entremos en el ascensor personal del ático.
-No sabes en lo que te estás metiendo- llama mi madre, con la boca llena de amargura. -Espera a que se enfade. Entonces no parecerá un premio.
La vergüenza me quema la cara y la entierro en el pecho de Bible. Mi madre tiene razón. Desde que era un niño, he hecho terribles berrinches. Fuertes y
destructivos que son probablemente la razón por la que mis padres me empeñaron con el personal remunerado. Es por eso que no puedo estar muy enojado con ellos por dejarme solo tan a menudo. Ya es bastante difícil
lidiar con los arrebatos emocionales. No puedo imaginarme lo que es estar en el extremo receptor. No soy un mocoso malcriado. Si alguien me dice que no puedo tener algo, no me molesto ni exijo salirme con la mía. Es cuando hay algo realmente importante en la línea que mis músculos se agarran, mi garganta se vuelve cruda hasta que no puedo hacer nada más que gritar de frustración.Por ejemplo, si uno de los cachorros de mi sitio web de adopción tiene un nuevo dueño en fila, pero cambia de opinión en el último minuto, se sabe que he arrancado cortinas, destrozado marcos de fotos y llorado hasta desmayarme. No estoy seguro de donde viene la frustración, pero aparentemente hay un pozo muy profundo de eso. ¡No se ha secado todavía!
Un hombre abre la puerta trasera de un todoterreno para Bible y me coloca con cuidado en el asiento de cuero blanco, entrando por detrás de mí. Hay un conductor corpulento en el asiento del conductor con un auricular y
mira fijamente hacia adelante, incluso cuando le digo hola.-No te hablan- dice, tirando de mí contra su costado y colocando un brazo sobre mi hombro. Y no lo explica.
-Um, ¿Bible? Sobre lo que dijo mi madre...
-No tienes que explicarte, Build.
-Siento que debería. - Me giro tanto como sea posible en su abrazo. -Ya que vamos a vivir juntos.
Me levanta la barbilla, me pasa el pulgar por el labio inferior. -No tendrás razones para enfadarte ahora que estamos viviendo juntos. Es irrelevante.
-Oh- Observo a través de mi periferia mientras el conductor conduce el todoterreno hacia un túnel. - ¿Dónde vamos a vivir juntos exactamente?
-Los Thanijimyat. - Su atención embelesada está pegada a mi boca, su cuerpo se acerca, y ese sospechoso cosquilleo entre mis piernas está sucediendo de nuevo. Como siempre sucede cuando huelo naranjas. O cuando sé que está cerca.
-Nunca he vivido en ese lugar. Nos mudaremos juntos por primera vez.
- ¿Dónde vives normalmente?
Debate visiblemente por un momento. -Al otro lado de la calle de tu familia.
Mi mandíbula cae. - ¿Todo este tiempo? ¿Estabas justo al otro lado de la calle?
-Sí.
- ¿Bible?
Tararea su respuesta mientras se acerca para pulsar un botón de arriba, levantando una partición entre nosotros y el conductor. Junto con los cristales tintados, la repentina privacidad hace que el espacioso asiento trasero se sienta como su propio mundo. Y cuando se acerca y roba su chaqueta, y me quita mi camiseta dejándome en nada más que mi short azul, la atmósfera parece cerrarse con anticipación. ¿De qué? No lo sé. Pero con él completamente vestido y yo en nada más que un short minusculo, de repente me falta el aliento y me duele en lugares extraños.