Capitulo 4: ¿Doble cara?

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Es época del receso escolar y por lo tanto hay un poco de tiempo para poder estudiar para los exámenes de Amelia, Kiara y Cauis, aunque no es lo mismo para Mia, quien debe comenzar su primer día en la empresa.

Se ha despertado muy temprano y ha estado todo este tiempo encerrada en su habitación. Ya está preparada para irse pero sigue repasando en su cabeza lo que debe hacer.

Es así que dando su quinta vuelta por la habitación, toma su móvil para ver la hora y allí ve el mensaje de Kiara, que le termina robando una sonrisa.

“Festejaremos a la noche”

Kiara y las fiestas, son una sola y si saben cómo divertirse, es imposible aburrirse con ella. 

Cuando termina de contestar el mensaje, escucha el timbre del apartamento.
Ni siquiera duda de quién puede estar allí, sino que abre la puerta encontrandose con la persona que espera a ver,  su padre.

— Buenos días princesa — Daniel, ingresa al apartamento y termina dándole un beso en la frente.

— No me digas, ya se a que  vienes — habla Mia, sonriendo.

— Claramente, debía ganarle a tu abuelo está vez y llevarte a tu primer día de trabajo — Le guiña un ojo acción a la cual, Mia termina riendo por lo bajo.

— Ya nos vamos— La joven va por su bolsa hasta que se detiene a mitad del pasillo.
— Papá...— Dice, llamando la atención de su padre. — Tu viste lo mismo que yo ayer, ¿No? — refiriéndose a la excesiva seguridad de los Whinter.

Daniel, vuelve a su expresión sería. —Debe ser un hombre precavido.

— ¿Un hombre precavido, deja que sus guardias permitan pasar a una chica que dice ser la nieta de Ethan? ¿Qué tal si no era su nieta? Claro que la conocían...

— ¿Qué te preocupa?-  Interrumpe Daniel.

— Los nuevos— Confiesa Mia, sin titubear.
— Sus hijos, porque la seguridad aumento cuándo ellos llegaron...— Daniel, se acerca a ella y traza una suave caricia sobre su mejilla, una acción para que no siga pensando más en ello. 

— Averiguamos mucho sobre la vida de Max Winther, antes de cerrar la sociedad. No hay nada de que preocuparse. Te lo prometo.

Mia, asiente una vez con la cabeza aunque ni siquiera eso es suficiente para confiar en los Winther más aún porque sabe lo que le hizo Noah a Kiara.
— Iré por mi bolso— Dice la joven, caminando por el pasillo.

"Siempre tan despierta, te pareces tanto a nosotros" Piensa Daniel ya que lo que ocupa los pensamientos de su hija, también lo hizo con él. Por eso, envío a hacer una nueva investigación a cargo de sus siempre fieles amigos, los hermanos Parisi...

El estreno, sigue teniendo los mismos matices, todo está perfectamente ordenado en la nueva  empresa, incluso las personas que van y vienen lo hacen con el andar impecable.

Mia, camina lentamente por la recepción mirando todo a su alrededor en detalle, definitivamente este lugar parece tener más de la personalidad de los Whinter que de su familia.

Daniel, tenía intenciones de acompañarla hasta su oficina pero una de las secretarias lo interceptó en el camino por un asunto importante.
Así que a Mia, no le tocó más que seguir su camino sola.

Cuando abre la puerta de su oficina, sus ojos siguen viendo el mismo impecable cuadro que hay en toda la empresa, todo tan estructurado como si las cosas deberían seguir un orden en específico, un absurdo y ridículo orden; al menos, ella lo piensa así aunque no es capaz de decirlo con sus palabras a los demás.
No es consciente de que está parada en la entrada de la oficina hace unos cinco minutos, mirando todo desde esa posición, sin que sus pies sientan la necesidad de dar el primer paso, hasta que las voces de los trabajadores comienzan a hacerse más audible en el pasillo y eso la obliga a entrar a la oficina y cerrar la puerta detrás de ella. Ahora sí, ya está aquí aunque no parece ser lo que desea.

Mia, es una arquitecta pero sus ideales no son los mismos que persigue la empresa. Ella lo sabe muy bien, no es una joven perfeccionista, detesta todo lo que sea planificado o estructurado.
Ama su profesión pero ama aún más el motivo de porque la eligió, recordando que su abuelo le contó como ayudaron muchísimo a reconstruir el barrio en San Diego, dónde él y su abuela  crecieron. Ella quiere ir allí, hacer más cosas en esa ciudad, en el barrio de la niñez y adolescencia de Ethan y Malia, en resumen, está enamorada de la esencia de San Diego que dibujo su abuelo.

Cuando se sienta en el lugar que le corresponde detrás del escritorio, comienza a sentirse sofocada, pareciera que todo se hiciera más y más blanco así que para aplacar este tono, comienza a esparcir las carpetas sobre el escritorio una tras otras hasta que alguien llama a la puerta.

- Adelante — Dice, sin darse cuenta que está muy entretenida en su labor desparramando las carpetas.

— Buenos días — Una ronca y masculina voz, se apodera del ambiente y cuando Mia levanta la mirada se encuentra con la seriedad del hijo mayor de Max Winther, Liam.

— Buenos días — Saluda la joven, reincorporándose.

— Trabajaremos juntos en el área de arquitectura, así que espero que nos llevemos bien — Lo dice con amabilidad pero con una cara inespresiva.

- Espero que sí - La joven, dibuja una falsa sonrisa, igual que él.

— Entonces, te enviaré a tu correo los primeros proyectos y...

— Sabes...— Interrumpe Mia, sin poder quedarse callada, — Quiero hablar contigo sobre algo, ya que seremos compañeros y además nuestras familias son socios.

— Dime— Responde el joven con una expresión enigmática.

— Tu hermano Noah, ayer no dejo que Kiara ingresé a la mansión — Dice Mia, seriamente.
— Debería disculparse, ¿No?

El joven, dibuja una fugas sonrisa de lado.
— Son asuntos de los más jóvenes, no debemos entrometernos.

— Entonces, ¿No te parece que la actitud de tu hermano fue mala?-pregunta la joven con la frente fruncida.

— En realidad, no. Noah me dijo que Kiara llegó ebria a la cena.

Mia, ríe sin humor hasta que transforma su expresión rápidamente.— Tienes razón— habla con las manos cerradas fuertemente, — Hay que dejar que ellos solucionen sus problemas – está claro que ni siquiera este tipo es capaz de sostener una buena cara para ellos, como lo hizo Noah pero Mia también sabe que Kiara, no se quedará quieta y tendrán muy bien abiertos los ojos en relación a los misteriosos Whinter.

-Permiso, Mia — Sigue Liam y con un movimiento de cabeza termina saliendo de la oficina.

— Idiota— Escupe Mia con mala cara...

— Idiota— Escupe Mia con mala cara

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