22 En Casa

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Strange entró en el garaje como acostumbraba a hacerlo cada mañana. Estacionó su automóvil en el lugar de siempre y subió por el asesor. Esa mañana le había llamado Nicodemus West, director del área de cirugía, y eterno rival profesional de Strange. West le había comunicado que un inversor potencial del hospital estaba llegando a la ciudad, y había pedido como favor personal conocer al brillante medico

Supuestamente era alguien sumamente importante, pero Strange no había puesto atención por vigilar a el departamento de Everett. Acaba de llegar de un viaje en el que dio una conferencia en Nepal y quería arreglar las cosas. Sin embargo, y gracias a la exigencia, suplica, de West debió abandonar su puesto e ir al hospital

Salió del ascensor y solo asintió a la secretaria que intento advertirle algo, pero él la ignoro. Golpeo suavemente la puerta de la oficina de West y escucho un adelante. Entro dispuesto a protestar por la interrupción de su vigilancia, cuando se percató de la persona parada frente al enorme ventanal que dominaba la pared. Era un hombre alto, de test morena y cabello blanco muy corto. Vestía un traje negro. Tenía las manos en la espalda, y parecía perdido en sus pensamientos

- Buenos días – dijo Strange – el doctor West me...

- La vista desde aquí es impresionante – lo interrumpió el hombre sin volcar a verlo

- Es Nueva York – dijo Strange incomodo por la interrupción –. Me llam...

- Pero no se compara con las de mi país – volvió a interrumpir el hombre – Wakanda. Somos un pequeño territorio incrustado en el corazón de África, pero, aun así, somos el país más poderoso del planeta. Yo soy el rey, T'Chaka Udaku

- Disculpe – dijo Strange sonriendo – pero el país más... pudiente es...

- Estados Unidos solo es..., ¿Cómo decirlo? Nuestro brazo ejecutor. Es que no nos gusta... ensuciarnos las manos – dijo el hombre con cierto desdén en sus palabras, cosa que le incomodo al médico – por favor no malinterprete mis palabras. Mi hijo mayor creció aquí en Nueva York. Mi consorte y mi yerno son norteamericanos. Le tengo un gran afecto a este país

- No lo parece – dijo mirándolo de pies a cabeza cuando el hombre se giró. Llevaba puesto unos lentes de marcos negros delgados – ¿Dónde está West?

- No fue West quien le... ordenó venir, sino yo – dijo el hombre y Strange le provoco ira la manera en que el hombre había pronunciado la palabra "ordenó" – quería... verlo personalmente

- Disculpe pero yo no lo conozco – dijo Strange –, y a mí nadie me ordena nada. Si West no est...

- Hace unos días compre el noventa por ciento de este hospital – dijo el hombre. ¿Dónde lo había visto antes? – creo que eso me convierte en su jefe y me da facultad para darle ordenes

- ¿Qué? – dijo el médico sorprendido – ¿acaso dijo...? Mire no sé quién es usted o que hizo para conocerme, pero...

- No soy su admirador – interrumpió el hombre sonriendo – y vengo a cobrar una deuda que usted tiene conmigo – y el hombre lo miro anonadado –. Hace unos días, se presentó violentamente en mi casa. Maltrato física, mental y emocionalmente a mi consorte. Insulto a mi hijo. Preocupo a mi yerno. Y asusto a mi nieto recién nacido ¡Agradezca que se cobrar una deuda, y aun respira! – siseo el moreno

- ¿hijo? ¿consorte? – repitió el medico confundido – no entiendo. Nunca lo he... – pero por una fracción de segundo el medico recordó donde había visto antes al moreno – ¡usted... es el vagabundo! ¡con el que la ramera de Everett me engaño!

- Cuide sus palabras – dijo el hombre girándose nuevamente para seguir mirando por el ventanal – su lengua lo ha metido ya en bastantes problemas como para que añada más. Mi hijo mayor, T'Challa, exige... usted cometió una grave afrenta contra su padre y quiere justicia. Es un tanto impulsivo, debido a su juventud.

Siempre Fuiste TúDonde viven las historias. Descúbrelo ahora