02 "entre la espada y la dama"

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Desperté alterada a mitad de la noche, sudaba frío.  Las lágrimas brotaban de mis ojos sin un fin.

—Maldición— murmuré y tapé mi cara con mis manos.

—Donna pregunta si estás bien— chilló una voz que conocía. La puerta se abrió seguido a eso, revelando a la mujer de negro y a su marioneta.

—s-si.. perdón si las moleste—

—que no se vuelva a repetir— gritó angie y se dio la vuelta para irse.

—Angie..— reprendió la Lady, obteniendo mi atención.

—Está bien, ella tiene razón— hablé limpiando mis lágrimas.

—Que sucede?— ella camino algo asustada hacia mi.

—Nada.. es solo una pesadilla sobre perder a mi familia—

—Tienes familia?—murmuró confundida la dama.

—Si, ¿porque habría de no tener? ¿Usted no tiene?— ella cerró sus temblorosas manos en puños. Negó suavemente.

—no una real— asenti apenada, lamentaba que ella no tuviera una. —si tienes una familia... ¿que haces aquí?—

—lo siento mucho, debe ser horrible...— no sabía qué decir, no sabía por lo que pasaba ella. Y sobre su otra pregunta, decidí que no era un buen momento para responderla, sería muy apresurado.

Jamás podría imaginar mi vida sin mi familia, mi madre es mi soporte vital, ella hace de todo por mi, lo que yo necesite sé que ella me ayudaría. Mi padre, vive trabajando, pero siempre me ayuda económicamente si lo necesito... como alguien podría vivir sin una familia?

Y solo con una irritante muñeca parlanchina.

Mi lila saltó en la cama y se sentó en el regazo de la inmobil mujer que en algún momento mientras estaba perdida en mis pensamientos se sentó a mi lado.

Ella se tensó por unos segundos pero pronto se encontraba apoyando suavemente la mano sobre mi canina.

Lila la olfateó curiosamente, pareció ser de su agrado porque en cuestión de segundos se encontraba lamiendo la mano de la lord.

El que se ganara la confianza de mi mascota demostraba su buen corazón, ya que ella no se confía de la primer persona que ve.

—Parece que le caíste bien..— susurre, normalmente yo hablaba con un tono de voz elevado, era algo que no podía controlar y que todos me hacían saber, avergonzándome por "gritar".

Con ella era diferente, me era imposible hablar fuerte ante el miedo que hacerla sentir mal o incluso asustarla.

—Si.. es muy linda— murmuró y tuve que hacer un esfuerzo por escucharla y entenderla.

Por su tono de voz sonaba alegre, pero nunca sabría si mis suposiciones eran correctas, al menos no hasta que le vea su cara.

Me intrigaba demasiado saber que ocultaba debajo de ese bonito velo negro, todos tenemos nuestros secretos y probablemente cosas que odiamos.

Yo odiaba mi nariz, por mucho tiempo pensé maneras de ocultarla, odiaba que me miraran de lado e incluso pensé en operarla.. estaba apunto de hacerlo cuando me di cuenta que así soy yo, este es mi cuerpo, porque hacerlo como el de alguien más.

¿Acaso ella no tenía ojos? ¿Tampoco le gustaba su nariz? ¿No tenía nariz? Tal como voldemort.. ¿tiene una cicatriz?.. nada es lo suficientemente grave como para esconder, hoy en día la gente te acepta y los que no.. pues que se vayan al carajo.

Moría por preguntarle que era tan grave al punto de esconder todo su rostro tras un velo que probablemente la privaba de varias cosas.

Capaz incluso era solo para generar misterio en las demás personas, pero si así fuera, ¿porque lo usaría en su casa?

Tímido SuspiroDonde viven las historias. Descúbrelo ahora