𝐀𝐃𝐕𝐄𝐍𝐓𝐔𝐑𝐄 [inazuma eleven orion]

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━━Bueno, era obvio que no perteneces a este lugar... Yo tampoco, llegué hace poco a este pueblo. ──Respondió, miró por última vez al chico y palmeó su espalda, para ahora mirar a Len. ──Amemiya Taiyo, creo que no me presenté antes. Él es Ichihoshi Hikaru.

━━Ah, creo que no entendiste lo primero... ──Murmuró entre dientes, riéndose con algo de nerviosismo. ──Pueden llamarme Len.

Hikaru se giró para ver al dúo, limpiándose las lágrimas con una mano y con su otro brazo abrazando a la mandolina rota. ━━Tienes ropa de aventurero, ese uniforme le pertenece a este pueblo. ¿De verdad no eres de aquí?

Len tragó saliva, ¿cómo respondía a eso? Pues claro que no era de ahí pero es que no le iban a creer si decía que venía de otro mundo.

━━Bueno, es que... Eh... Llegué hace unos días y me animaron a unirme ──Respondió, no muy convencido de su mentira pero era lo único que podía decir.

━━¡Oh! ¿Tú eres el nuevo aventurero? ¡Dijeron que había llegado un nuevo aventurero que nos ayudaría con los ladrones! ──Exclamó con entusiasmo.

¿Acaso el pobre no se escuchaba? ¡Él ni siquiera fue capaz de salir de su escondite! Taiyo ahogó una risa y miró hacia otro lado.

Rió nervioso y asintió con la cabeza.

━━¿Tienes dónde quedarte? Ambos. Podéis venir a mi casa, está a tan solo unas cuadras.

Vaya, tan rápido se había olvidado que estaba pasando un mal rato.

Hikaru metió su mano al bolsillo y sacó un papel doblado, se lo tendió a Taiyo. ━━Sobre esto... Creo que Len y yo podemos unirnos a tu equipo. ──Sonrió levemente.

Ni siquiera consultó con él sobre unirse a algo que desconocía... Suspiró, igual no podía quedarse sin hacer nada hasta llegar a su mundo, ¿verdad?

━━Bueno... Me encargaron esta misión, además no tengo más dabloons ni armas porque me las robaron y también rompieron mi arco, es verdad que necesito ayuda, pero... ──Miró a ambos.

Len estaba más que consciente de que él no iba a ser de mucha ayuda, era más cobarde que valiente, lo admitía. Es como si viera ahora mismo a alguien que lo quiere seguir y peor se lo ponen si fuera hombre, ya se habría desintegrado de la tierra con tal de no ser encontrado.

━━Está bien. Supongo que tres serán mejor que uno. ──Respondió, aunque Taiyo se mostró indiferente ante la propuesta, por dentro estaba bastante feliz de poder compartir su aventura con más gente.

Taiyo y Hikaru empezaron a caminar, Len se hubiera quedado si no hubiera sido por Hikaru que lo agarró del brazo para ir juntos.

Bueno, ahora esa "aventura" estaba compuesta por el valiente cazarecompensas, el animado bardo y él. ¿Cuál sería su rol? ¿El de antecedentes fiscales? Eso es lo que siempre le decía a Hoshi sobre su rol en la amistad.

━━¿Y qué planeas hacer sin tu mandolina, Hikaru? ──Preguntó Taiyo, posicionándose al lado de Hikaru, dejando a Hikaru entre los dos.

━━Creo que si consigo arreglar la mandolina, podría conseguir algo de dabloons para todos.

━━Entonces mañana podemos buscar algún lugar que la arreglen. ──Sugirió, mirando al joven y sonriendo levemente. Había demasiado acercamiento físico.

Después de que se confirmara la salida del día siguiente, el dúo de cazarecompensas y bardo empezaron a hablar, mientras que él prefirió quedarse más apartado, no sabía como meterse a una conversación.

Hundido en sus propios pensamientos, se detuvo a la par de Hikaru y miró hacia arriba, viendo un edificio, lo que sin duda era una casa y lo que era seguro, pertenecía a Hikaru.

El chico fue quien los adentró y trató como alguien más de la familia. Incluso les sirvió un plato de guiso a cada uno.

La casa se sentía algo vacía y sola, no iba a preguntar sobre eso. Iba a evitar entrar en preguntas incómodas.

━━Ah, podéis dormir en los cuartos del pasillo de la derecha. Nadie los ocupa, así que están vacíos. ──Hikaru sonrió levemente mientras señalaba el pasillo.

━━Gracias por el hospedaje, Hikaru. ──Agracedió Taiyo mientras se quitaba su bolsita que llevaba atada a su cintura. Le pasó su plato al bardo y se levantó.

━━Gracias, Hikaru. Buscaré la manera de devolverte el favor. ── Len miró al anterior mencionado y se levantó tambien de la mesa para llevar su plato al fregadero.

Iba a lavarlo, le daría vergüenza dejarlo sucio ahí. Y sino fuera por el varón, lo lavaba.

Casi a regañadientes fue llevado a lo que sería su habitación, Nuevamente agradeció por todo y suspiró cuando se quedó solo.

Lo único que esperaba era dormirse y levantarse en su mundo, ya no quería seguir estando ahí.