Arrastrame al infierno

Capitulo 18

Escuche unos cuantos ruidos cuando lavaba mis manos pero no les di importancia hasta que escuche romperse una lámpara. Se que mis manos corrí a la sala "Gran error ver la escena" al llega vi a Debony sobre la mesa de centro y Dominic sobre ella con una mano sobre su pecho desnudo.

-Dominic?-

-Sora! porque no te unes a la fiesta- y todavía cínica la puta.

-Me tengo que ir de aquí- Dominic se levantó y corrió a mi.

-Princesa! no es lo que piensas-

-No me toque y mejor ya veté la a coger- me solté de su agarre y camine a la puerta.

-Eso suena bien-

-Cállate maldita perra!-

Salí y corrí sin parar no quería que Dominic me alcanzara. "Como puedo hacerme esto" tuve muchos rasguños por las ramas que se cursaban en mi camino pero no me importaba, en este momento nada me dolía más que lo que sentía por dentro.
Después de correr lo suficiente camine sin rumbo por la ciudad. No podía dejar de llorar me sentía una estúpida por entregarme a el y por declarar amor.
Llegue al parque al que nos aviamos conocido y me senté debajo de un árbol mirando mi teléfono sin dejar de llorar.
De la parte de atrás saque mi navaja, no dejaba de observarla sabía que me arrepentiría de lo ir iba a hacer pero ya no soportaba este dolor.
1,2,3,4,5 y no solo cinco 6,7,8,9 y 10.
Diez cortes de dolor, Díez Cortés por estupidez. me encogí abrazando mis piernas y mirando como toda mi ropa se llenaba de sangre. Creo que ahora si fui muy profundo tanto que no paraba.

-Dios mío!- escuche mis espaldas.-Estas bien?-

-Si, no pasa nada- me levanté y trate de irme pero el chico me tomo de el brazo.

-Ah!- gemí por el dolor.

-No estas bien. Ven conmigo te llevare a un médico-

-No, estoy bien- me solté de el.

-Te lo haz provocado tu?-

-Y si así fuera que. A ti no te incumbe-

-Lamento entrometerme pero no creo que nada merezca esto que te haces-

-Tu no tienes idea de nada! Tu no sabes lo que yo estoy pasando en estos momentos! Tu no sabes el dolor que siento en estos momentos!-

-Tienes razón no lo se, pero lo que si se es que ahora me necesitas-

-Porque te necesitaría a ti-

-Como ex-Suicida quiero ayudarte a que ya no te lastimes-

-Tu un suicida?-

-No se cuales sean tus problemas pero yo también los tuve y intente quitarme la vida muchas veces pero nada resultaba. Después de un año sigo limpio de brazos y espero que yo pueda ayudarte-

-No creo que...-

-Vamos, déjame ayudarte-

-Pues...- la última vez que me dijeron eso termine como estoy ahora. -Esta bien-

-Ven primero tenemos que quitarte toda esa sangré de la ropa y vendarte los cortes- me tomo de la mano y me llevo a su auto.
Me presto una camiseta de el que traía en sus auto, después me limpio las heridas y las vendo.

-Listo-

-Gracias-

-No importa ahora porque no te invito a tomar algo y hablamos-

-Okey- me llevo a una heladería y nos sentamos a conversar.
Me contó toda su historia suicida, me enseño donde había tenido sus cortes y yo le conté todo lo que me había pasado.

-Sabes con las primeras cosas que me dijiste si creí que el era un buen chico pero ahora no entiendo porque te hizo esto-

-Pues supongo que yo no era lo suficientemente linda para el-

-No digas eso, tu eres muy hermosa por fuera y bellísima por dentro-

-Que lindo eres gracias-

-Donde irás a dormir ahora?-

-Puedo decirle a mi padre pero sería el primer lugar en el que me buscaría y no quiero verlo-

-Puedes quedarte en mi casa-

-Vives solo?-

-Por ahora si ya que mis padres están en Madrid-

-No creo que deba-

-Vamos, me permitiste ayudarte- al final acepte y fuimos a su casa.
Obviamente no dormiríamos juntos así que el durmió en el suelo y yo en su cama. Hablamos y reímos casi toda la noche antes de dormirnos y la verdad se hizo un chico muy agradable con un pasado lleno de demonios pero a pesar de eso ahora le sonríe a la vida y por cierto su nombre era Carlos.