Capítulo 2: peculiaridades y un extraño contacto.

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Harry nunca lo había notado, bueno si es sincero nunca nota muchas cosas a lo largo de su vida y no es realmente su culpa. A veces solo tiene ojos para admirar la belleza de omegas posibles con los que podrá acostarse y solo tiene tiempo para planear la siguiente fiesta del fin de semana. Pero volviendo a lo obvio, Harry nunca notó que compartía gran parte de sus clases con este omega.

— ¡Harry! — una voz chillona lo saca de sus pensamientos y rueda sus ojos con fastidio.

Bethany Williams es un dolor particular en los huevos, desde la primera vez que se acostó con ella todo en su vida pareció tomar un dolor de cabeza constante en torno a ella. Sí, es una linda omega, tiene ojos color café envolventes, un rubio natural que lo había vuelto loco en un principio aunque ahora no le causa ni un poco de gracia y es un acostón fácil cuando no hay muchas presas interesantes a su alrededor. El problema es que ella parece pensar que están en una relación, cuando aclaró en varias ocasiones que eso no era así.

— Beth. — asiente ante la omega con sus manos metidas en los bolsillos delanteros de sus jeans. La omega lo envuelve en un incómodo abrazo desde su cuello y deja un sonoro beso en su mejilla que está seguro dejó algo de labial.

— ¿De verdad te acostaste con él, bebé? — ella pone este ridículo puchero en sus labios y Harry tiene que llevar su mirada hacia otro lado para no vomitar. — siempre caes bajo, pero nunca tan bajo. Él ni siquiera es mejor que Amelí y ella se ve un poco menos decente que yo, bebé.

— No sé de qué estás hablando, Beth. — rueda sus ojos, rogando internamente porque la omega lo suelte de una vez.

— Oh, vamos, bebé...— ella dice es un tono chillón que lo hace cerrar sus ojos y apretarlos para no mandarla a la mierda. — No intentes ponerme celosita porque no funcionará...— Beth muerde sus labios repletos de un labial brilloso y chillón, esta vez Harry rueda sus ojos con fastidio y se separa de la omega tomando sus brazos y sacándolos fuera de sus hombros.

— Ni siquiera estamos saliendo, mi vida sexual no te incumbe, a nadie en realidad. — Ella rueda sus ojos y le da un leve empujón en su pecho para luego fruncir su ceño y cruzarse de brazos.

— Bien, entonces si tú no te encargas del problema, yo misma lo haré. — la omega tira de su cabello hacia atrás y comienza a caminar por el pasillo, moviendo sus caderas mientras hace  resonar las pisadas de sus chillones zapatos de tacón en un molesto sonido.

— Definitivamente fue un error acostarme con ella. — niega y refriega su cara para sacarse la molestia de todo su cuerpo, pero no lo logra.

Su alfa está inquieto, despierto y molesto desde que ese aroma lo envolvió y no lo dejó volver a dormir tranquilamente hasta tener lo que quiere entre sus manos. Es miércoles y aún no ha tenido tiempo de hablar con el omega, parece siempre estar escapando de entre sus manos y siempre está rodeado de los mismos nerds raros de la escuela. No necesita ser visto con gente extraña para arruinar más su reputación, demasiado tiene con todo el barullo que se hizo al saberse que se acostó con él omega nerd.

Toma su siguiente clase y aunque no presta demasiada atención porque la mayor parte del tiempo está girando su rostro de forma disimulada hacia el fondo del salón donde un omega de anteojos y cara de completa concentración está mirando la gran pizarra y anotando lo que sea que la profesora Martin esté explicando.

Todo sucede de forma extraña durante su clase de natación, normalmente tienen actividades como estas que le permiten tener más alcance con los y las omegas por su marcado cuerpo. El tiempo que pasa en el gimnasio de su mansión no es desperdiciado en lo absoluto. Un grupo de personas se reúne del otro lado de la gran piscina, el omega parece ser rodeado por Bethany y otras omegas, Harry solo admira desde lejos. Bethany parece estar furiosa e histérica, nada nuevo en opinión de Harry.

— ¡Eres una omega sin gracia, esto es ridículo! — la fina y suave voz suena haciendo eco por todo el lugar.

Todos se quedan quietos y el omega parece ignorarlo todo mientras sigue en su trabajo de limpiar la piscina con el recolector de red para la superficie. Después de eso, el omega es empujado de forma brusca al agua aún teniendo sus shorts y su remera gastada puesta, por algún motivo algo lo impulsa a lanzarse de forma inmediata al agua, se quita su remera con rapidez y oye algunos suspiros de fondo.

Se tira de clavado y las burbujas de aire escapan a la superficie, sus ojos van a arder después por la intromisión del agua, pero todo pensamiento racional ahora mismo es consumido por la peculiaridad de su alfa. Nada rápidamente al cuerpo que intenta llegar a la superficie y parece estar enganchado en el palo del recolector de red. Desengancha el short del omega y él toma sus hombros de forma casi desesperada, Harry envuelve sus manos en la cintura del omega y una descarga lo recorre.

Él sale con prisa de la piscina y Harry también lo hace, refriega sus ojos ante el ardor del cloro y lo primero que nota es la mirada de todos puesta en ellos, el profesor alfa de natación está ayudando al omega con algo mientras él tiene sus manos en sus delicadas rodillas y su rostro inclinado hacia abajo, el agua chorrea por todos lados y su mirada recorre las marcadas curvas del omega. Su alfa se queja en su pecho.

— Buen trabajo Harry. — Él profesor McCall dice en un asentamiento hacia él y Harry solo asiente a medias. — ¡Señorita Williams a dirección! — el alfa dice y señala la puerta de entrada al lugar, la omega rueda sus ojos y comienza a caminar hacia el lugar.

El alfa vuelve a decirle algo más al omega y  luego sale del lugar para escoltar a la rubia a dirección, lo último que pide es que esto no se vuelva a repetir. Harry tiene los anteojos empapados del omega en una de sus manos y ni siquiera recuerda en qué momento los tomó, solo recuerda la peculiar sensación de desesperación que había en su pecho, como una burbuja de aire que podría hacerlo explotar si no hacía lo correcto.

— Oye...¿estás bien?— pregunta con cuidado, sabe que todos aún tienen sus miradas clavadas en ellos. Él se incorpora en su lugar y gira a mirarlo con su ceño fuertemente fruncido. Toma sus anteojos de entre sus manos y comienza a caminar hacia los vestidores.

No hay una pizca de su aroma en todo el lugar y Harry se siente confundido, teniendo en cuenta que parece estar a punto de explotar de ira más que vergüenza, debería haber una gran cantidad de su aroma por todos lados. Sigue el paso del omega y camina entre las personas que están rodeando al omega.

— Pregunté si estabas bien, yo solo...— toma el brazo del omega y este se gira a mirarlo con sus profundos ojos azules. Dioses, Harry jamás en su vida se había sentido tan maravillado por una mirada.

— No necesito tu estúpida ayuda, tú eres parte del problema. Solo lo estás empeorando. — él omega dice y sus ojos parecen comenzar a tornarse de otro color, Harry inclina su cabeza ante la vista. Quiere tomar el rostro entre sus manos y descifrar el porqué de la acción.

— No entiendo a qué te refieres...— niega, siente que una corriente tira de él hacia el ojiazul y el omega rueda sus ojos con fastidio.

— Dile a todos que no tuvimos sexo y que no tuve una maldita experiencia religiosa. Esto es ridículo. — él omega dice con fastidio y se suelta de su agarre bruscamente. Camina de forma apresurada a los vestidores para omegas.

¿Qué demonios fue todo eso?

Through sleepy eyes (L.S)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora