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Canales secretos.

—Así que este es Udaeus...— La sorpresa salió en palabras de Bell quien miraba serio el monstruos  rex que se elevaba desde el suelo de la mazmorra. —Por alguna razón estoy muy emocionado—. Dijo para sí mismo mientras desenfundaba su nueva espada, que por primera vez desde que la adquirió podría probarla con un oponente adecuado.

Udaeus rugió y bajo el brazo izquierdo con fuerza, Bell salto hacia atrás una vez cayo al suelo arremetió contra el monstruo.

detrás de él, fuera del área de pelea, el grupo liderado por Riveria ahora miraba como se desarrollaba el combate. Pero pronto dio las ordenes para que los demás tomaran posición a lo largo del área. 

Si Udaeus llegaba a sentirse superado, no tardaría en llamar a los Spartois para que lo ayudaran la tarea de los combatientes era mantener alejado a los refuerzos.

Mientras tanto el grupo de elfos, se quedó de atrás de Riveria a excepción de Ryuu la cual si estaba a su lado pero un poco alejada de la elfo noble. Riveria lo había notado y quiso preguntar el porqué pero ella pensó que tal vez se trataría del pasado.

Riveria no era tonta tampoco olvidadiza, por lo que ella es la única presente que sabe sobre el pasado de Ryuu como Vendaval de la familia Astrea y todo lo que hizo, tal vez esa era la razón por lo que Ryuu estaba tan alejada y evito el contacto con ella.

Aiz desde su punto establecido, miro con clara emoción en sus ojos como el chico que ella ha entrenado blandir la espada con tanta belleza en el arte.

Minutos antes.

El grupo encabezado por Riveria estaba llegando al lugar, probablemente más difícil de todo la mazmorra.

El coliseo del castillo blanco.

Bell soltó un ligero suspiro tembloroso al ver por un agujero la gran plaza de pelea, donde en estos momentos un Minotauro bastante grande blandía su gran hacha de piedra en contra de un lizardman de élite.

Un montón de monstruos más estaban alrededor vitoreando la pelea. Un comportamiento anormal para sus ojos.

–Es normal eso aquí–. Sus ojos dejaron de ver la pelea cuando sus oídos captaron una voz a su lado. Al mirar, noto que Lefiya ya estaba a su lado al igual que Alicia.

–Cuando vine aquí no había nada de eso...–. le dijo Bell en voz baja al par de elfas.

–¿Cómo fue eso?–. Preguntó Alicia.
–¿Cómo terminaste aquí?–.

Bell mostró una sonrisa forzada al recordar ese evento. Dicha sonrisa, le hizo pasar por un estrujón en el pecho de ambas elfas.

Cómo es que alguien que la mayor parte del tiempo, se la pasa
sonriendo. Ahora podía mostrar una expresión casi sin vida como la que tenía ahora.

–Chicas, Bell nos contará todo una vez hayamos llegado al punto secreto del piso–. La voz de Riveria llegó a los oídos de los tres, las tres elfas asintieron un poco avergonzadas.
Bell le dedicó una sonrisa en agradecimiento a Riveria.

–Un escuadrón grande  de Spartois más adelante!–.
Raúl aventurero de nivel 4 y considerado por muchos el próximo líder de la familia avisó del peligro.

–¡Escuadrón 1 encarguesen de ellos !–. Riveria dio la orden, Aiz y las hermanas amazonas en compañía de Aki se lanzaron a la batalla. Mientras que el grupo 2, liderado por Riveria se quedó atrás.

En ese entonces Ryuu se acercó a Bell y tomó uno de sus dedos
–¿Estás bien?–. Pregunto levantando el dedo del albino.

Bell volteo a mirarla, no sabiendo cómo responder volvió a mirar al frente
–Es bastante difícil…siento como si todo se fuera a volver en nuestra contra una vez más…–.
La voz de Bell salió común tono serio mientras que apretaba el mango de su nueva arma con su mano libre.