PARTE UNO
Cóctel de Riesgo
Shanghái, la vibrante metrópolis, colmillo de China sobre el mar oriental, adquiere en el sonido del intercomunicador un aire misterioso y seductor cuando la noche envuelve sus bulliciosas calles y rascacielos iluminados. Las luces de neón y LED, con destellos que invitan a la fantasía surrealista, transforman la movida nocturna en un espectáculo casi lisérgico, cuyos reflejos se deslizan hipnóticamente sobre las aguas serpenteantes del río Huangpu. El silencio en las comunicaciones tal vez sea la hora de la cena, pero seguro que no es la hora de la siesta.
Los rascacielos emblemáticos se elevan con una presencia casi teatral, como titanes vigilantes en la oscuridad, marcando el pulso frenético de la ciudad con brillos parpadeantes en lo alto de sus antenas, como estrellas en un firmamento cosmopolita. Sus siluetas imponentes se recortan contra el cielo nocturno, erguidos y firmes, testigos silenciosos pero omnipresentes.
Lyra escucha a lo lejos el ronroneo del tren entrando en la estación, luce despreocupada con el abrigo rosa de furry sintético colgando debajo de su hombro derecho. Su cigarrillo de hierbas acumula ceniza, su pulgar izquierdo abre el canal de comunicación. Los parlantes de la estación invitan a abordar en dirección a Zianlizheng. Deja caer el armado en el interior de la tuquera, y con el canal abierto simula interés en cruzar la calle.
Detrás de la estación. En el oscuro callejón de metrópolis asiática, las luces de neón reflejaban destellos de colores vibrantes sobre el esqueleto mojado de las torres.
Una figura solitaria, vestida con un abrigo largo y oscuro, se mantenía en las sombras, observando discretamente a los transeúntes humanoides que pasaban apresuradamente.
—No deberíamos estar aquí, Shadow —susurró Lyra en el intercomunicador, su voz apenas audible sobre el zumbido distante de la ciudad
Shadow asintió, su rostro oculto bajo el ala de su sombrero. —Lo sé. Pero necesitamos esa información, y este es el único lugar donde podemos obtenerla.
Un edificio antiguo y destartalado se alzaba imponente en la quietud de la noche, mientras el aire se cargaba de una tensión casi palpable. La subasta se realizaba en pocas horas. Las leyendas urbanas siempre habían advertido sobre los misteriosos peligros que aguardaban en su interior para ladrones y embaucadores. Sin embargo, para Shadow y Lyra, cualquier riesgo valía la pena, especialmente cuando se trataba de cumplir una misión para Jenny, la comandante más generosa que el equipo había encontrado en sus años de vida como operadores en los marginales complots industriales de China y Rusia.
Ingresar en una de estas enormes trampas significaba la muerte para cualquier ladrón.
Al llegar a una puerta verde, de bisagras y goznes reforzados, Lyra extrajo un dispositivo de su bolsillo y lo conectó al panel de seguridad. En apenas unos segundos, el mecanismo cedió y la puerta comenzó a abrirse lentamente, dejando al descubierto una oscuridad que parecía absorber toda luz.
—Vamos —murmuró Shadow, adentrándose en el edificio con una determinación inquebrantable
En la penumbra de la noche, Lyra avanzaba con sigilo, su figura envuelta en el extravagante abrigo, este no era simplemente una pieza de moda; estaba equipado con bolsillos ocultos, cada uno albergando herramientas y dispositivos , listos para ser desplegados, adminículos filosos que eran instrumentos de precisión letal
En su cintura, el celular satelital brillaba discretamente, su pantalla iluminada con datos codificados y herramientas de hackeo avanzadas. Este dispositivo era la clave para superar el obstáculo tecnológico que el arsenal de alta tecnología de la casa de subastas representaba para los ladrones de preciosos objetos de colección.
Someki, el patovica imponente en el recibidor del edificio aun cerrado, estaba decidido a proteger el valioso libro y enfrentar a cualquier intruso que osara robarlo. En el rincón oscuro del salón, su figura se erguía difuso, no obstante inminente, como una sombra poderosa, con su traje negro fusionándose con la oscuridad, los jóvenes saqueadores golpearon sus gafas activando la visión infrarroja.
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Jenny Merlot contra LaDÍnastÍaDorada
Teen FictionEpisodio 1 Es Diciembre de 2015, una partida de agentes llega a Shanghái con una misión secreta, mientras la ciudad celebra al primer emperador Qing a trescientos cincuenta años de su mayor expansión. Jenny sabe que al final de la noche habrá un sa...