que pasaría si acabas en otro mundo... que pasaría entonces si ahora en este otro mundo acabas siendo desechada por débil...
y que pasará cuando ese monstruo seas tú misma...
que pasará...
se dice que cuando uno mira al abismo este le mira de regres...
Camine por el exterior del laberinto notando a mi alrededor un bosque.
No era casualidad este era un bosque bastante bueno.
Seguí analizando el resto de la zona a mi alrededor.
Y note que tenía una absoluta desnudez en mi cuerpo.
Libre al fin.
Empecé a caminar con la gema de la vampiresa en mi mano.
Cuando está empezó a hablarme.
" Hola, jovencita, deberías usar algo de ropa." Dijo la vampiresa.
" Si, pero no tengo nada que usar." Dije yo.
" Y así como quieres llegar a ver a alguien." Dijo la vampiresa.
" Tienes razon no sé cómo podría volver a ver a alguien así." Dije yo.
" Primero necesitas ropa." Dijo la vampiresa.
" Si, y como me hago con algo de ropa?" Dije yo.
" Yo me encargo de eso, pero primero necesitamos piel de lobo blanco y cuero..." Dijo la vampiresa desde la gema.
" Porque necesitas eso." Dije yo mirando a la vampiresa.
" Porque esos son materiales que puedo usar con facilidad para hacerte mínimo una armadura de principiante." Dijo la vampiresa.
" Porque?" Dije yo.
" Muchacha, estamos en un mundo hostil y peligroso. Si dejas que la seguridad que viviste en ese lugar rodeada de héroes nuble tu mente y visión de este mundo acabarás muriendo." Dijo la gema de vampiresa.
" Está bien buscaré pero no tengo arma con la que atacar." Dije yo mirando a la gema.
" Eso no es problema, usa fu fuerza propia." Dijo la gema de vampiresa y yo le hice caso.
Al momento de encontrarme con un grito femenino salí corriendo hacia su dirección guardando mi gema en el inventario y llegué.
Vi a una mujer siendo rodeada por un grupo de unos 15 lobos.
Entre ellos un lobo blanco.
La mujer era acompañada por un niño pequeño.
Salte hacia ellas e intenté usar mi brazo de metal pero recordé que no tenía ya ese brazo.
Use mi otro brazo para golpear un lobo.
Este cayó muerto.
Parece que mi fuerza es bastante alta en este momento.
O talvez también fue porque use mi campo de relámpagos para eso.
Esquive a los otros lobos que me intentaron atacar y repetí la táctica golpeando a los lobos con mis pies y mano.
Al final todos cayeron muertos.
" Estáis a salvo, alguna está herida?" Dije yo mirando a lo que supuse eran madre e hijo.
" Si, gracias, acompáñanos, necesitarás ropa." Dijo la mujer para tapar a su hijo sus ojos.
" Si, en un segundo." Dije para usar la gema de la vampiresa según esta me indico mientras la madre discutía porque no podía ver a quien los había salvado con su hijo.
" Ya estoy, nos vamos." Dije yo...
Básicamente había guardado las pieles de los lobos asombrandome de cómo lo logré tan fácilmente.
Cuando empezamos a caminar hasta su aldea hablamos un poco.
Obviamente no era algo sencillo cruzarse con una mujer manca y tuerta y que está te salvará de un grupo de lobos.
Llegamos a su hogar una casa algo alejada que tenía una forja.
Un hombre y otra joven esperaban en ella.
" Cariño, que ha pasado estás toda sucia." Dijo el hombre seriamente.
" Si, estoy así pero ella ha salvado mi vida. Y la de nuestro hijo, podríamos brindarle algo de hospitalidad." Dijo la mujer.
" Claro, pasa has salvado a mí mujer y mi hijo, que menos podría hacer." Dijo el hombre.
Cuando me acerqué este aparto la mirada y la adolescente me tomo de mi brazo completo y me arrastro para ponerme algo de ropa.
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"Siento que no tengamos nada para sus piernas, pero andamos cortos de dinero ahora mismo." Dijo la chica.
" No pasa nada, de hecho no se siquiera que decir." Dije yo mirando a la chica.
" No diga nada, pronto tendremos un estofado de cenar, quédese cuanto necesite." Dijo la chica.
" Vale. Muchas gracias." Dije yo mirando a la chica.
