¿Hongjoong?

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Mingi miraba el portarretratos dónde estaba una foto de Hongjoong. Ya había terminado sus trabajo y adelanto una que otra cosa, en estos momentos no tenía nada que hacer y lo peor es que su ardillita estaba en la escuela.

— Honggie... Ojalá pudieras estar aquí conmigo — Murmuró mientras guardaba el portarretratos en un cajón del escritorio.

Escucho como la puerta de su oficina era abierta con brusquedad, levantó sus mirada y se encontró con un Seonghwa muy enojado, este le aventó unos papeles en la cara.

— ¡Oye! ¿Qué te pasa? — Mingi agarró los papeles.

— En vez de poner tu firma pusiste el nombre de tu ardillita junto con corazones, idiota — le reclamó — esos papeles son importantes.

— Ugh, lo siento... No me fijé — rasco su nuca con nerviosismo y vio las hojas.

— Deja de pensar en él por un momento, estos papeles son muy importantes.

— Ya pedí perdón — frunció su ceño.

— Voy a decirle a la secretaria que te traiga unos nuevos y quiero que esté vez si pongas tu firma — dijo antes de salir por la puerta.

— Tanto alboroto por unos papeles... Eres muy malo Hyung — se quejó en voz baja.

[🐿️]

— Hongjoong, creo que deberías tener más cuidado con ese teléfono que te compró tu novio — habló Yeosang en voz baja.

— ¿Por?

— Las chismosas del salón ya andan esparciendo el rumor de que tienes un sugar, andaban diciendo que te estás acostando con un viejito — soltó una risita.

— Intente devolverle el teléfono a Minky pero él se negó y me dijo que se iba a comunicar conmigo por este teléfono — explicó — No quiero perder comunicación con mi Minky. Quiero y amo mucho a mi Minky.

— Iugh, mucho Minky.

— Ya quiero ver a Gigi, me prometió que hoy iríamos a pasear al parque — habló mientras miraba la hora en su teléfono.

— ¿No es riesgoso eso? — cuestionó.

— Mingi va llevar su rostro cubierto — respondió con una sonrisa.

— Espero disfrutes tu salida, ojalá muy pronto puedas revelar tu relación con Song y puedan salir sin la necesidad de que el se tape — se levantó de su asiento.

— ¿A dónde vas? — preguntó.

— A comprar un par de bocadillos, ¿Vienes?

— No traigo dinero — respondió.

— ¿Tu sugar no te dio?

— Cállate... — hizo un tierno mohín.

Pasaron dos horas de clases y finalmente Hongjoong salió de la preparatoria. Busco con la mirada a su novio, aunque después hizo un puchero ya que Mingi no le dijo como reconocerlo.

Sintió como alguien lo abrazaba por detrás, soltó un grito.

— ¡Hongie, soy yo! — habló el pelinegro, quitándose su cubrebocas cuando sintió como el castaño le jalaba el cabello con brusquedad.

— Oh, lo siento mucho — se disculpó mientras abrazaba al mayor.

— Ahora debes darme muchos besitos.

— Te daré todos los besitos que desees, pero no en público... Sabes que me da algo de pena — sus mejillas estaban levemente sonrojadas.

— Entiendo, vamos al parque — agarró la mano del menor y empezaron a caminar.

En el trayecto Hongjoong iba hablando de una manera muy animadamente mientras Mingi lo miraba muy detenidamente.

— Mira, Gigi. Está banca es perfecta para nosotros, aquí te puedo dar muchos besitos — habló tomando asiento en la banca.

Mingi lo siguió y tomo asiento a un lado del castaño, este subió sus piernas a las del mayor.

— ¿No te molesta? — cuestionó mientras apuntaba sus piernas

— Oh, no. Para nada — puso su mano en una de las rodillas del castaño — ¿Me darás besitos?

— Por supuesto — bajo el cubrebocas que traía puesto su novio y unió sus labios con los de él.

Ambos empezaron a besarse, Mingi acariciaba con su pulgar la mejilla de su novio mientras esté sujeta su antebrazo.

— ¿Hongjoong?

La pareja se separó de inmediato al escuchar la voz.

— Mamá — el castaño se alejó del pelinegro y se acercó a su madre — ¿Qué haces?

— Más bien, ¿Qué haces tú? ¿Quién es él? — jalo la oreja de su hijo.

El castaño se soltó unos leves quejidos.

— Señora, me presento soy — fue interrumpido por la señora.

— Por dios, eres un rabo verde ¿No?

— Ah, no... Yo no soy un rabo verde.

— Vamos a la casa para solucionar esto, no debemos armar un escándalo — ordenó la madre de Hongjoong.

[🐿️]

La pareja estaba sentada en el sofá con la cabeza gacha mientras la madre del castaño los veía fijamente.

— Bien, Hongjoong. Explícame todo esto.

— Bueno, verás... Él es mi novio desde hace un año con meses — habló.

— ¿Un año?

— Señora, le juro que yo en verdad amo a su hijo y no se preocupe, aún no hemos hecho... eso — dijo avergonzado.

— No importa si lo hicieron o no, lo que importa aquí es que mi hijo nos ocultó su relación con un tipo mayor que él — la señora soltó un suspiro.

Mingi quitó su cubrebocas y gorra, dejándola aún lado. Se levantó del sofá y fue arrodillarse enfrente de la mujer mayor.

— Por favor, deme permiso para andar con su hijo. Yo lo amo mucho, juro que lo voy a respetar y cuidar, por favor, se lo pido.

— Minky...

— Muchacho levántate, no tienes que hacer eso... Solo eres mayor por mi hijo por seis años, es raro pero me molestó que Hongjoong no tuviera la confianza de decirme y que yo me enterará de esa forma.

— Entonces... ¿Si puedo andar con Minky? — preguntó Hongjoong acercándose a su madre.

— Por supuesto, solo les pido que se cuiden, usen condón. Si no tienen para comprar me pueden pedir dinero — dijo con una sonrisa.

Las cara de Mingi y Hongjoong estaba roja. Uno más avergonzado que él otro.

— Espera... Yo te he visto — la señora apunto a Mingi — ¿Song Mingi?

— Sí. Ese soy yo — rio nervioso.

— Hongie, mi bebé. Siempre supe que tus estándares eran altos pero no tanto.

— Ugh... mamá.

— Quédate a comer, me tienen que platicar cómo se conocieron — la señora se fue hacia la cocina para servir la comida, dejando solos en la sala a los jóvenes.

— Nunca pensé que conocería a mi suegra de esta manera — rio divertido.

— Es algo vergonzoso esto... Perdón.

— No te preocupes, ardillita. Lo bueno es que tus padres ya saben de nuestra relación.

— Oye, sobre lo otro... Nunca pensé que fueras capaz de arrodillarte enfrente de mi mamá solo para que me dejara seguir siendo tu novio — besó la mejilla del pelinegro.

— Por ti haría lo que fuera, ardillita.

¿Tienes un sugar daddy?Donde viven las historias. Descúbrelo ahora