—Bueno, eso fue ciertamente interesante —dijo Hyunjin cuando salieron de la clínica.
Beomgyu tarareó sin comprometerse, mirando por la ventana del helicóptero.
Apenas podía concentrarse en lo que decía Hyunjin, su corazón aún latía rápido y fuerte por su inesperada confrontación con Taehyun. Dioses, Taehyun.
Cuando Beomgyu entró en la habitación, por un momento pensó que estaba viendo cosas. No sería la primera vez. ¿Cuántas veces su corazón dio un vuelco cuando vio a un alfa alto con abundante cabello castaño? Demasiadas.
Esta vez también se había sentido como una alucinación, seguramente el destino no podía ser tan cruel, ¿verdad?
Pero entonces el olor de Taehyun lo había golpeado, tan familiar y sin embargo mucho más fuerte, como todo lo delicioso y maravilloso del mundo, y las rodillas de Beomgyu se habían convertido en gelatina, su lado omega descuidado despertando y necesitando. A fin de cuentas, estaba muy orgulloso de sí mismo por no revelar cuánto le había afectado la presencia de Taehyun.
—Solo digamos que fue muy incómodo estar en esa habitación mientras tú y ese doctor caliente se involucraban en juegos verbales.
Eso sacó a Beomgyu de sus pensamientos.
—¿Qué? —Tartamudeó. —¿De qué estás hablando?
Hyunjin le lanzó una mirada irónica.
—Por favor. No nací ayer, chico. No parezcas tan avergonzado. No te culpo. Ese era un buen espécimen de un alfa allá atrás. Fantásticos hombros. Y esa línea de la mandíbula... Estaba condenadamente bien. Me recordó un poco a Sook en su mejor momento. No es que Sook todavía no esté en forma, pero ya sabes a lo que me refiero.
Cuando Beomgyu siguió mirándolo completamente mortificado, Hyunjin suspiró.
—No tienes nada de qué avergonzarte, Beomgyu. Eres un omega joven y saludable. Es natural que tengas necesidades. Sería egoísta de mi parte prohibirte que te diviertas cuando yo lo hago regularmente. Ve a joder con el doctor caliente si quieres. Simplemente no te quedes embarazado. No voy a criar al bastardo de otro alfa.
Beomgyu le dirigió una mirada ofendida.
—No tengo intención de acostarme con él, así que no tienes nada de qué preocuparte.
Hyunjin tuvo el descaro de mirarlo con escepticismo antes de encogerse de hombros y centrar su atención en su teléfono.
Beomgyu se enfureció por el resto del viaje. No iba a joder con Taehyun. ¡Él no lo haría!
Taehyun no estaba interesado en él de todos modos. Beomgyu no cometería el mismo error dos veces.
Que le rompieran el corazón una vez era más que suficiente.
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Su próxima cita con Taehyun fue tres días después.
Y por suerte, Hyunjin tenía asuntos urgentes que atender, por lo que Beomgyu tuvo que ir solo.
Beomgyu frunció el ceño a la espalda de su marido.
—¡No me voy a acostar con él!
Hyunjin ignoró sus palabras, como de costumbre. Beomgyu todavía fruncía el ceño mientras caminaba hacia su helicóptero.
El viaje a la clínica pareció durar una eternidad, y de alguna manera también fue demasiado corto.
Cuando llegó, el estómago de Beomgyu era un nudo de nervios. Y asquerosamente, impaciente.
Dioses, había pensado que había erradicado este... este patético enamoramiento, pero aparentemente más de tres años separados y un matrimonio no habían cambiado nada.
Su molestia consigo mismo hizo que Beomgyu golpeara más fuerte de lo que probablemente debería haberlo hecho.
No va a pasar nada, se dijo y empujó la puerta para abrirla.
