Los paparazzi ya los estaban esperando afuera del restaurante. Porque claro que lo hacían. Nada se vende mejor que un buen escándalo lascivo que involucre a alguien relacionado con la familia real.
Beomgyu se sintió casi mareado por el déjà vu mientras miraba aturdido a la multitud de reporteros que gritaban. ¿Cómo llegaron aquí tan rápido?
No, esa era la pregunta equivocada. ¿Qué había estado pensando?, Era la pregunta que debería haberse estado haciendo.
Beomgyu trató de recordar cómo había llegado a este punto y fracasó. Había venido a este restaurante con la intención de hablar con Taehyun. Hablar, nada más. Coger con Taehyun de nuevo definitivamente no era el plan. Ser atrapado haciéndolo definitivamente no era el plan.
—Sin comentarios —dijo Taehyun concisamente, poniendo una mano en el hombro de Beomgyu y guiándolo a través de la multitud de reporteros y espectadores.
Lejanamente, Beomgyu se sorprendió de que todavía estuviera allí. Había pensado que se escabulliría en silencio gracias al hecho de que Beomgyu era el centro de toda la atención y Taehyun no era inmediatamente reconocible en Pelugia.
No es que Beomgyu tuviera la ilusión de que la identidad de Taehyun permanecería en secreto por mucho tiempo, pero Taehyun podría haber estado a salvo en Kadar cuando se descubriera. Era poco probable que a los kadarianos les importara una mierda que un alfa no vinculado fuera atrapado en una situación inapropiada con un omega. Los pelugianos eran otro asunto completamente diferente.
Pero Taehyun todavía estaba allí, a su lado, dejando que los paparazzi les tomaran fotos juntos. No les llevaría mucho hacer un reconocimiento facial a Taehyun y descubrir que era un Kang y que era el médico de Beomgyu.
—Vete —susurró Beomgyu —Te meterás en problemas en el trabajo por esto.
El agarre de Taehyun en su hombro solo se intensificó —Sigue caminando. Mi helicóptero está justo adelante.
—Pero tu carrera...
—No te voy a dejar —gruñó Taehyun, con el rostro pétreo y resuelto.
Contra su buen juicio, Beomgyu sintió un profundo alivio.
Racionalmente, sabía que Taehyun probablemente estaba empeorando las cosas al permanecer junto a él, pero todo se sentía mágicamente mejor cuando Taehyun estaba a su lado. Parecía que algunas cosas no cambiaban, tuviera dieciocho o veintidós años.
Ignorando las preguntas lascivas e insultantes, subieron al helicóptero de Taehyun.
—¿A dónde? —Taehyun dijo, la mirada en sus ojos sombría — Podemos ir a mi casa y hablar sobre nuestras opciones.
¿Nuestras opciones?Beomgyu deseó ser mejor leyendo a la gente, pero era tan inútil como siempre, y la expresión de Taehyun parecía absolutamente ilegible.
—¿"Hablar" como "hablamos" en el restaurante? —Beomgyu dijo con una sonrisa torcida —Llévame a casa. Eres mi médico, sabes mi dirección.
Taehyun le lanzó otra mirada inescrutable y asintió con la cabeza antes de indicarle a su piloto adónde ir.
Beomgyu pasó el viaje mirando por la ventana el cielo rojo anaranjado. El sol se ponía.
Hizo caso omiso de su teléfono que sonaba constantemente; sin duda, era su familia enloquecida por otro escándalo en el que se había metido.
La culpa le hizo sentir náuseas. Sus hermanos no merecían tener un hermano tan jodido. Pero no pudo deshacer sus errores.