𝗖𝗮𝗽í𝘁𝘂𝗹𝗼 𝟭𝟮

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De pie frente a la puerta de la oficina de Taehyun, Beomgyu se humedeció los labios y se secó las manos sudorosas en los pantalones. Sabía que Taehyun estaba solo. El último paciente de Taehyun del día acababa de irse. En cuanto a cómo lo supo Beomgyu, podría haber habido piratería en los servidores de la clínica involucrados.

En defensa de Beomgyu, fue idea de Sunoo, incluso si la ejecución fue suya. Para que el plan de Sunoo se convirtiera en acción, Beomgyu necesitaba ver a Taehyun en privado, y se limitó a acechar su lugar como el peor tipo de canalla. Esto probablemente todavía era espeluznante, pero esperaba que no demasiado espeluznante.

Aunque ahora mismo tenía otras cosas de las que preocuparse. Cosas potencialmente mucho más mortificantes.

Beomgyu empujó la puerta para abrirla.

—¿Beomgyu? —Dijo Taehyun, levantando la vista del archivo que tenía delante. Su abundante cabello castaño estaba un poco despeinado, como si se hubiera pasado la mano por él, pero aparte de eso, se veía impecable, como siempre. Deliciosamente guapo. Su sombra de las cinco solo se sumaba a su atractivo. — ¿Qué estás haciendo aquí?

Beomgyu cerró la puerta con cuidado y presionó el botón para bloquearla.

—Necesito tu ayuda —dijo Beomgyu.

El surco entre las cejas de Taehyun se profundizó. Se recostó en su silla, arreglándose la corbata distraídamente aunque en realidad no necesitaba arreglarse.

—El Dr. Park es tu médico ahora. Deberías acudir a él si tienes nuevos síntomas alarmantes.

—No confío en él como confío en ti.

Las fosas nasales de Taehyun se ensancharon, un músculo saltó en su mandíbula cuando su débil olor se hizo más fuerte.

—Todo bien. ¿Cuál es el problema?

—No puedo concentrarme en nada— Beomgyu se esforzó por no sonrojarse cuando miró a Taehyun a los ojos, pero probablemente fracasó. —Es demasiado sensible y duele todo el tiempo.

Taehyun ni siquiera parpadeó, su rostro era neutral, como si estuvieran hablando del clima.

—¿Tu polla? —Él dijo.

—No, bueno, eso también, pero me refiero a mi... ya sabes — murmuró Beomgyu, con la cara tan caliente que parecía que estaba a punto de arder. No estaba mintiendo. Solo hablar de eso con Taehyun hizo que su agujero doliera y se volviera resbaladizo, con ganas de ser acariciado y llenado. Se esforzó por no mirar los dedos largos y fuertes de Taehyun. —Y estoy goteando. Como, casi constantemente.

Taehyun miró el calendario de su escritorio.

—Todavía estás a siete días de tu celo. ¿Qué dijo el doctor Park? ¿Han vuelto sus niveles hormonales al nivel elevado de pre celo?

—No sé. No lo vi después de nuestra primera y única cita.

—Beomgyu—dijo Taehyun con severidad.

Beomgyu se estremeció, apretando los muslos.

—No me mires así. No me gusta. No es tan buen médico cómo tú.

—Gracias por el voto de confianza, pero él tiene diez años de experiencia sobre mí.

Beomgyu se burló.

—Lo primero que me dijo fue que había hecho mi cama y que debería emparejarme con el primer alfa dispuesto a tenerme.

—¿Él hizo qué? —Taehyun dijo rotundamente, un músculo latiendo en su sien cuando se puso de pie. —Eso es inaceptable. Hablaré con nuestro jefe sobre su conducta.

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