Yo, la patria, hago lo que quiero(Parte 2)

Chase

  "Su Majestad, ¿se encuentra bien?"

  Helena corrió y ayudó a Hippolyta a levantarse.

  "Estoy bien, pero ellos..."

  Hipólita se giró y miró el templo sellado, escuchando los rugidos y gritos de las guerreras amazonas que venían del interior.

  La fortaleza blanca temblaba y caían innumerables escombros.

  Hipólita hizo retroceder a Helena y se unió a sus guardaespaldas.

  Auge.

  Un gran ruido sonó desde atrás y el acantilado donde estaba ubicada la fortaleza rugió y se derrumbó, al ver esta escena, algo en el corazón de Hipólita pareció derrumbarse.

  Le entregó la caja madre a un guardaespaldas que vestía una capa roja con bordes dorados: "Protégela con tu vida".

  El guardaespaldas respondió solemnemente: "Como ordenes, mi reina".

  Hipólita le dio unas palmaditas a su caballo de guerra: "Sigue moviéndote".

  "No te detengas."

  Los guardias inmediatamente se dieron la vuelta y comenzaron a correr en la dirección opuesta al templo.

  Hipólita miró la figura flotando en el aire, pero no dijo nada, caminó hasta el borde del acantilado, se quitó el casco y lloró por las víctimas.

  Helena trajo dos caballos y dijo: "Su Majestad, es hora de irse".

  Hipólita suspiró suavemente y estaba a punto de irse cuando vio que el mar de abajo se agitaba debido al colapso de la fortaleza y de repente hirvió, y luego los Demonoides salieron volando. del agua, voló por los aires, pasó rugiendo junto a su cabeza y persiguió a los guardias en retirada.

  "No, no"

  Hipólita dio un paso atrás y de repente vio al lobo estepario saltando alto desde el mar, cruzando el cielo y dirigiéndose a la distancia.

  La Reina Amazona miró al aire. La figura en el aire se quedó quieta como antes, pero no tenía ninguna intención de detener a Steppenwolf y al demonio en absoluto.

  En el aire, Steppenwolf ha descubierto a Azu y se pregunta por qué aparece un hombre en Paradise Island.

  Pero como la otra parte no tenía intención de interceptar, Steppenwolf no quería causar problemas, por lo que pasó a Azu en un abrir y cerrar de ojos y continuó alejándose.

  Azu se cruzó de brazos, se dio la vuelta con una sonrisa y observó a Steppenwolf sosteniendo su hacha de guerra en alto. El hacha de guerra, envuelta en una bola de relámpagos amarillos, se estrelló contra el suelo cuando Steppenwolf cayó al suelo.

  El gran grupo de serpientes eléctricas inmediatamente saltó salvajemente y se extendió, provocando que varios caballos de guerra explotaran, la guerrera que estaba encima quedó cubierta de humo negro y cayó al pasto, incapaz de moverse.

  En ese momento, el guardaespaldas de la reina saltó sobre el caballo y disparó a Steppenwolf, quien blandió su hacha de guerra y arrojó un rayo, derribando al guardaespaldas de su caballo.

  Luego se dio la vuelta y volvió a cortar, partiendo a otro caballo, a otro caballo y a un hombre en varios pedazos.

  Luego se dio la vuelta y señaló a los guardias que estaban al frente, y un gran grupo de demonios rugió y se fue volando. Los rifles continuaron disparando rayos para interceptar a los guardias de abajo.