Las negociaciones fracasan

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 Debido al impacto de la primera ola de meteoritos, el edificio de la Casa Blanca sufrió daños en muchos lugares y se volvió inseguro.

Se instalaron tantas tiendas de campaña en el espacio abierto fuera de la Casa Blanca, y el presidente Rick Archibald estaba en una de las tiendas, dio órdenes aquí e hizo todo lo posible para revertir la situación desfavorable.

En ese momento, el Ministro de Defensa se acercó con rostro sombrío y le entregó una tableta a Archibald: "Señor presidente, tiene que echarle un vistazo a esto".

"Estas son algunas imágenes de la Federación siendo golpeada por una lluvia de meteoritos antes".

"Además de los meteoritos que se concentraron en atacar nuestras ciudades importantes, algunos meteoritos también cayeron en otros lugares".

"Es solo que la cantidad de estos meteoritos no es tan grande y sus trayectorias no están tan concentradas".

 Como explicó el Ministro de Defensa, Archibald hojeó un vídeo tras otro.

 De repente, se detuvo en uno de los videos.

 En este video, se está construyendo una estructura similar a una base.

Este lugar también fue atacado por meteoritos, sin embargo, esos meteoritos que caían del cielo fueron interceptados por una especie de escudo protector que sólo aparecía en obras de ciencia ficción sobre la base.

Ese escudo protector está compuesto por círculos de ondas en forma de diamante, que se extienden en ciclos sin fin.

  Deja que los meteoritos que caen en el área se rompan en pedazos tan pronto como golpeen el escudo protector.

Como resultado, el edificio bajo la cubierta protectora no sufrió ningún daño.

  Compare esto con el resto de la Unión y compárelo con la situación actual en Nueva York.

 Semejante imagen es algo inaceptable para el señor Presidente.

 “¿Es esta nueva tecnología?”

 “¿Qué empresa la desarrolló y por qué no compartir esta tecnología con la federación?”

 “¡En ese caso, no tenemos por qué estar en tal lío!”

Dijo Archibald enojado.

 Las pérdidas de esta noche son demasiado grandes. Las pérdidas de propiedad son secundarias, pero lo más importante son las pérdidas para la gente.

Según estadísticas incompletas, aunque la Federación ha hecho todo lo posible para evacuar a los residentes de la ciudad, más de 100.000 habitantes en todo el territorio siguen muertos o desaparecidos.

 Y este número sigue aumentando.

 El Ministro de Defensa tosió secamente: "Señor, mire con atención".

 Amplió la pantalla de la computadora.

Entonces Archibald vio a un hombre parado en la azotea de uno de los edificios con las manos detrás de la espalda.

La capa roja de fuego ondeaba con el viento detrás de él, y el hombre de cabello rubio y ojos azules tenía una leve sonrisa en su rostro.

 La mirada era relajada, como si estuviera viendo un espectáculo de fuegos artificiales en lugar de una lluvia de meteoritos mortal.

Archibald respiró hondo: "¿Nativo de la patria?"

 “¿No salió del país?”

   "¿Dónde está ahora?"

Yo, la patria, hago lo que quiero(Parte 2)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora