Narcissa Pollux es escogida como tributo del distrito cuatro durante los sexagésimos novenos Juegos del Hambre, y gracias a eso, conoce a su mentor y hombre por el que su hermana sacrificó su vida, Finnick Odair.
¡Ay! Esta imagen no sigue nuestras pautas de contenido. Para continuar la publicación, intente quitarla o subir otra.
SE ENCONTRABAN EN UN LUGAR SEGURO, por suerte lograron escapar del edificio y luego el Capitolio lanzó unas bombas, todos los creían muertos.
Eso era bueno y malo al mismo tiempo sin lugar a duda, Narcissa pensó en como Johanna, Annie, Tristán y su padre reaccionaron ante sus muertes. Quién más le preocupaba era su padre.
—Bueno, ahora que estamos muertos, ¿cuál es nuestro siguiente movimiento? —pregunta Gale.
—¿No es obvio? —dice Peeta sorprendiendo a todos—. Nuestro siguiente movimiento... es matarme.
—No digas tonterías —dice Jackson.
—¡Acabo de asesinar a un miembro del pelotón! —grita Peeta, la pelirroja se acercó al rubio poco a poco mientras lo miraba con tristeza.
—Lo empujaste. No podías saber que dispararía la red justo en ese punto — responde Finnick, intentando calmarlo.
—¿A quién le importa eso? Está muerto, ¿no? —insiste él, llorando—. No lo sabía. Nunca me había visto así antes. Katniss tiene razón, yo soy el monstruo, yo soy el muto. ¡Snow me ha convertido en un arma!
—No es culpa tuya, Peeta —dice Finnick.
—No pueden llevarme con ustedes, es cuestión de tiempo que mate a otra persona —responde Peeta—. Quizá crean que es más humano abandonarme en alguna parte, denme esa oportunidad. Pero eso sería lo mismo que entregarme al Capitolio. ¿Creen que me hacen un favor enviándome de vuelta a Snow?
—No te estamos enviando de vuelta —dice Narcissa mientras acaricia el hombro de su amigo—. Y tampoco ha sido tu culpa Peeta, si quieres culpar a alguien, culpa a Snow, él es el responsable de esto.
—Tenemos una misión y te necesitamos —es lo que Katniss le dice al rubio—. ¿Creen que podremos encontrar comida en este sitio?
La mitad se queda para vigilar a Peeta y estar pendientes de la emisión de Snow, mientras que los demás buscan algo para comer.
Narcissa se quedó con Peeta intentando calmarlo, después de todo en estos momentos ella era la más cercana a él. Luego de un rato regresan con comida y la chica se acerca con su amigo para buscar.
Ella sonrió el ver como Peeta interactuaba más amablemente con Katniss pues el rubio le entregó su lata de comida a la castaña.
La pelirroja se acercó a su novio y lo abrazó.
—Soy muy afortunada de tenerte en mi vida —le dice ella mientras mira esos bonitos ojos verde mar que tanto le gustan—. Te amo mucho, chico dorado.
—Cuanto amor de repente —bromea al rubio—. Yo soy el afortunado, y yo te amo mucho más princesa.
Se sonrieron y compartieron un pequeño beso, todos estaban pendientes por lo que Snow decía en la televisión así que no les prestaron atención. Pero entonces cuando Snow dice que irán a buscar el cádaver de Katniss, todos deciden que será mejor continuar con la caminata.
