Purgatorio -HIATUIS-

¡Capítulo 12: Por favor diga BOO!

Hola de nuevo. Mantuve mi palabra de que era domingo a más tardar. Depende de tu zona horaria, de verdad.

No tengo nada que reconozcas. (A menos que sea algo que se me ocurrió para esta historia)

A partir de ahora, responderé a las revisiones si siento que una respuesta es apropiada. Me molesto conmigo mismo cuando paso por escribir lo mismo una y otra vez.

Espero que te guste el capítulo

Por favor Revise/Seguir/Favorito.

'Bueno, ¿no es este un buen saludo?' Percy comentó con un toque de humor en su tono de pensamiento como lo hizo.

'Hola sí! Creo que todos deberían saludar así!' Purge respondió, regocijarse en su tono por la verdad que dijo.

Percy esquivó otro proyectil extraño, este un pico rojo lívido, y convocó a Enosei en su brazo izquierdo; dejando a un lado un orbe azul mientras aparecía y saliendo del camino de una lanza negra.

'Me pregunto de qué se trata.'

'No lo sé, pero definitivamente me gusta!'

"Uh-oh." Percy comentó, mientras se congelaba en el camino de este próximo ataque. Cómo demonios se suponía que debía esquivar eso?

Una turbia ola negra se dirigió hacia lo inmortal; moviéndose a una velocidad desconcertante. Si hubiera sido agua normal, Percy podría fácilmente darle la espalda a su atacante, y le tomaría casi ningún esfuerzo disiparlo si esa elección fuera menos que ideal.

Tal como estaba, Percy reconoció el agua. Y eso apestó.

El recuerdo del Styx estaba, incluso ahora, bastante fresco en su mente. Y así Percy levantó la mano, con la palma plana y frente al agua que se aproximaba, y un rayo de energía extraña salió disparado. Una mezcla de fuerza y destrucción, suponía, y una parte de la ola fue destrozada.

"Qué estás haciendo, Styx?!" Percy llamó, mientras corría a través de la brecha en la ola, evitando efectivamente el agua mejor de lo que podría haber hecho de otra manera.

En respuesta, su amigo envió balas de agua hacia él, lo suficientemente pequeño como para que sus ojos apenas pudieran seguir las cuentas negras. Y así, Percy se agachó y levantó su símbolo frente a él; las balas rebotando en la cara de Blooded-Obsidian como lo hicieron. Desafortunadamente, no importa cuán fuerte fuera el escudo, solo cubrió su frente en ese momento.

De su lado, Percy sentido el agua roja entrante, y se apartó, haciendo todo lo posible para esquivar la lanza que se formó a partir de ella. Esto, sin embargo, no fue muy posible con el aluvión de agua Styx en su frente, y el híbrido tuvo que elegir entre los dos; tomar el golpe de la que él sabía duele como el infierno, o el que él solo sospechoso lo hizo.

Percy se preparó mientras la lanza roja se acercaba, y usó sus habilidades sobre la resistencia para endurecer minuciosamente su piel. La lanza, que no tenía la intención de matar, salpicó contra la carne endurecida y volvió a su forma anterior. El agua roja que realmente debería haber evitado.

El agua roja lo quemó mal, y se le ocurrió a Percy de qué río provenía. Phlegethon, el río de fuego que se dice que no consume nada, pero arde para siempre. No es una descripción amigable con seguridad. A medida que el líquido se extendía sobre sus costillas, Percy sintió un dolor que rivalizaba con el Styx, solo que en un área más concentrada. Cuando el Styx te golpeó, todo parecía estar en absoluta agonía. Esta agua, sin embargo, estaba enfocando esa sensación de todo el cuerpo en sus costillas, e hizo que el inmortal quisiera arrancar dichos huesos de su cuerpo.