Quinceavo Proverbio - En la casa del justo hay tesoros

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En la casa del justo hay tesoros, pero las ganancias del perverso le acarrean dificultades (Proverbios 15:8)

El recordatorio continúa perennemente: se justo. El proverbio de hoy nos enseña que la persona que es avara causará mucho dolor a su familia. La avaricia es uno de los más grandes problemas que se pueden enfrentar en una vida con Dios porque la avaricia nace de la idea de la escasez. La avaricia, el no ser generoso con el prójimo, nace específicamente de la idea que todo, absolutamente todo depende de mí y no de Dios. Nace de no conocer que Dios nos cuida y que Dios nos provee, con la claridad de que su provisión debe de ser para aquello que nos ayude a acercarnos a él. La avaricia es una señal que nuestro dios es el dinero y que hemos olvidado a nuestro verdadero Dios. No es por nada que una persona avara traer desdicha a su familia y a sí mismo y una persona generosa traer felicidad a su hogar.

Si has llegado hasta aquí, a lo que podríamos decir es la mitad del libro de Proverbios es porque has entendido lo que se nos dice en Proverbios 15:14: El sabio tiene hambre de conocimiento, mientras el necio se alimenta de basura. Por ello es que quien quiere sabiduría lee la Biblia todos los días, refuerza sus áreas de conocimiento y maximiza sus oportunidades de aprendizaje. Aquel que se alimenta de basura como lo pueden ser noticias negativas, redes sociales con pensamientos que no son de Dios, películas que no tienen nada que ver con el plan de Dios y tantas otras cosas que existen en el mundo que no nos acercan a Él, pues tendrá la consecuencia de no conocer el temor de Dios. De no conocer el temor de Dios, se nos indica en Proverbios 15:6 las ganancias del perverso acarrean dificultades.

Por eso debes de preguntarte: ¿Qué quieres? Quiero una vida con paz y con Dios o quieres una vida dónde el dinero acarree dificultades. Piensa en el Proverbio 15:16 cuándo nos dice que más vale tener poco, con el temor de Señor, que tener grandes tesoros y vivir llenos de angustia. ¿Te imaginas llegar a esa cifra que tienes en la cabeza que crees que resolverá todos tus problemas y darte cuenta de que al final estás con más problemas de los que comenzaste? Esa es la historia de muchos artistas, deportistas y personas de nuestro día a día. En mi infancia admiré un jugador llamado Thierry Henry que hizo una formidable carrera en el equipo inglés llamado el Arsenal y en el Barcelona. Me gustaba su forma de jugar, su capacidad de enfoque y lo hábil que era. Sin embargo, en una entrevista mencionó que toda su carrera la había pasado en depresión. Que lloraba desconsoladamente y que no sabía que estaba sucediendo. Fue hasta varios años después, ya como entrenador, que decidió hacerle frente a su tristeza. Gran parte de lo que señala que le afectaba era su relación con su padre quien le recriminaba constantemente por no ser más exitoso, jugar mejor, dedicarse más. En sus palabras mencionó que ayudó al jugador pero destruyó al ser humano.

Henry participó en lo que sería el mejor equipo del Arsenal. Ganó el trébol (Champions, Liga y Copa del Rey) con el Barcelona. Es el mayor goleador de la historia del Arsenal con 228 goles, es uno de los mayores asistidores de la historia y tiene tantos récords que Wikipedia le dedica una sección sólo para ellos. Sin embargo, no fue feliz. Y es que el éxito y el dinero no son garantías para ser feliz. Dios nos recuerda en Proverbios 15:17 que un plato de verduras con alguien que amas es mejor que carne asada con alguien que odias. A veces no es el dinero y el éxito, a veces es la compañía. La compañía de Dios.

Preguntas para tu día:

- ¿Estoy recordándome día a día en ser justo?

- ¿Estoy siendo avaro con mi dinero?

- ¿Estoy cuidando con quien me reúno?

Reflexión

Medita sobre Mateo 22:1-14. Piensa sobre el banquete de bodas. ¿Por qué Jesús nos dice que muchos son los llamados y pocos los elegidos? Piensa porque habla así luego de explicarnos que algunos quisieron venir y otros no. ¿Qué diferencia podría hacer en tu vida aceptar la invitación al banquete?

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