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─ ¿dormiste bien anoche, jinsol? ─preguntó uno de los hombres encargados de llevar el alimento a la cocina, ella, que estaba entretenida dibujando a dos pequeños pajaritos que se hallaban cerca, miró al hombre y le sonrió con amabilidad, asintiend...

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¿dormiste bien anoche, jinsol? ─preguntó uno de los hombres encargados de llevar el alimento a la cocina, ella, que estaba entretenida dibujando a dos pequeños pajaritos que se hallaban cerca, miró al hombre y le sonrió con amabilidad, asintiendo suavemente.─ la señora jungeun nos pidió que hiciéramos un aperitivo especial para ti, nos contó que tenías dolor muscular.

jinsol terminó ruborizándose sin poder evitarlo ante lo último que el señor dijo, pero volviendo a asentir rápidamente.─ no es necesario lo del aperitivo... creo que anoche dormí en una mala posición y cuando desperté me dolía un poco la parte inferior del cuerpo. ─respondió, a lo que el hombre, bastante convencido, asintió.─ ¿no sabe cuándo volverá?

debería venir en camino, fue junto a el señor lee minho en busca de un sastre para que repare su traje de caza. tenía varios rasguños.

y jinsol no supo por qué razón, pero aquél relato le hizo fruncir ligeramente el entrecejo y ladear la cabeza, indignada.

¿realmente la princesa se había ido en busca de un nuevo sastre? ¿teniéndola a ella literalmente viviendo y durmiendo con ella? no podía haber una traición más vil, jungeun no tenía excusas para buscar un nuevo sastre que arreglase e hiciese sus trajes. ahora estaba más que ofendida gracias a su alteza.

está bien... ¿puedo ayudarles en la cocina un rato? ─pidió, mirando al señor con su mejor rostro de súplica, pues sabía que a la princesa no le gustaba para nada que hiciera ese tipo de trabajos, sin embargo, el accedió, algo dudoso por supuesto.─ ¡gracias, seokjin!

...

jungeun se sentía bastante cansada, ¿cómo no estarlo?, si llevaba desde la mañana (incluso antes de que el sol saliera completamente) en la reducida, y de extraño olor, cabaña del sastre "experimentado por la mitad de su vida", "entrenado por los mejores sastres de todo el reino".

era una estupidez, sus trajes eran la cosa más simple del mundo. absolutamente nada le sorprendía, al punto que estaba sentada y de brazos cruzados, con su rostro completamente abarcado por una expresión de fastidio.

¿para qué el señor lee minho le insistió en ir, si en su propio palacio tenía a un sastre que realmente valía la pena? sin contar que los dos hombres hablaban como si de dos pajarracos se tratase, se sentía como si tuviese 5 años y estuviese en una reunión de su padre junto a sus amigos.

entonces, simplemente decidió levantarse, mirando a ambos hombres con su mirada más intimidante posible para que se callaran, rompiendo el silencio ella misma.

nos vamos ya. ─dijo fríamente, haciendo a ambos hombres no tener más opción que obedecer. jungeun molesta realmente daba miedo.

amar a la princesaㅤ||ㅤlipsoul a.uDonde viven las historias. Descúbrelo ahora