amar a la princesaㅤ||ㅤlipsoul a.u

25

jinsol despierta bastante desorientada esa mañana. no puede recordar nada más allá de la llegada de jungeun, y cómo la misma estuvo abrazándola hasta que pudo quedarse dormida.

pero ya no estaba a su lado.

su corazón se acelera en sobremanera de inmediato, sabe que jungeun no está tranquila. va a llegar hasta los extremos más inmorales con tal de descubrir quién le hizo eso a su amada sastre. pero no sería capaz de hacerle eso a su propio hermano, ¿cierto?

lastimosamente, jinsol, cegada por su enamoramiento, no despeja su mente de las ideas de cuentos de hadas, no se da cuenta de que ese lado que la princesa muestra con ella o con sus sirvientes, es un lado que nadie conoce. lastimosamente, jinsol nunca se inquirió a sí misma por qué todos temen tanto de kim jungeun, porque lo que ella le mostró, y le sigue mostrando, mantiene su mente nublada, distraída, vista cegada de la realidad de las cosas, del peligro que la rodea constantemente por tan solo tener esos ojos casi rojos sobre ella, vigilando.

...

─ ¿j-jungeun? ─ cuestionó el pequeño jungwoo, viendo a su hermana mayor caminando hacia la parte trasera de su habitación, con su pijama repleta de sangre, sus manos, sus ojos pintados en rojo.

la de mayor estatura de acercó lentamente a su menor, posando una de sus grandes manos sobre su pequeña cabeza, acariciando su cabello ligeramente.

"vé a dormir" fue lo que dijo, tomando su hombro y volteándolo por su cuenta, dándole un pequeño empujón en la espalda para que le hiciera caso sin oponerse.

en cuanto su pequeño hermano estuvo dentro de su cuarto, ordenó a minho asegurarse de que no saliera, bajo ninguna circunstancia.

"hermana, ¿dónde está nuestro padre?"

"los rebeldes se lo llevaron, jungwoo. ya no preguntes más"

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jungwoo recuerda todo perfectamente. su hermana obligándolo a quedarse encerrado en su cuarto por varios días, lee minho diciéndole que no puede desobedecerla porque son órdenes de su padre... para que luego, por arte de magia, su padre haya sido súbitamente secuestrado, asesinado por rebeldes.

todo el pueblo estuvo en su ritmo funerario, donde jungwoo vió parcialmente el cuerpo destrozado de su padre arreglado lo mejor posible por el sangju asignado por jungeun, con un suui elegante, afortunadamente no pudo detallar nada más allá gracias a que su hermana mayor cubrió sus ojos con una de sus manos, mientras la otra descansaba sobre su pequeño hombro.

jungwoo tenía tan solo 12 años en ese entonces, jungeun tenía 15, ninguno tenía la madurez para asumir el trono del difunto rey, kim seohyun.

jungwoo puede jurar que, por la forma en que su hermana aprieta su hombro, sus ojos deberían estar desbordándose en espesas lágrimas. eso quiere creer. porque realmente, jungeun tiene un rostro inmutable, apacible, libre de toda perturbación, de cualquier sentimiento bueno o malo. simplemente miraba ese cadáver perfectamente vestido y arreglado enfrente de ella como si de una estatua sin valor se tratase.

apenas jungwoo cumplió la misma edad que su hermana tenía al morir su padre, decidió emprender viajes, siempre diciendo que era un espíritu libre y que adoraba conocer nuevos lugares sin importar el peligro que cargaba en su espalda al ser alguien de la realeza. una mentira piadosa, todo parte de un plan meticulosamente construido, que empezó ese día, mientras lee minho discutía con jungeun, e inherentemente, jungwoo escuchó con claridad sus palabras.

"usted fue capaz de asesinar a su padre, y desde ese entonces me he mantenido leal a usted. su inconformidad y su desconfianza, no son justas."

y, oh, cómo desearía no haber sido tan ciego, haber sido tan inocente siendo un niño. a diferencia de jungeun, que fue obligada a madurar con tal de hacerse cargo del trono apenas su kim seohyun lo abandonase; jungwoo fue criado simplemente para ser un príncipe. lleno de sueños, de comodidades, obsequios, juegos y viajes, cosas de las que su hermana no pudo disfrutar, ni siquiera más de dos.

jungwoo lo sabe perfectamente desde que es pequeño, pero nunca prestó atención a ello, no hasta que ese día llegó.

desde entonces, ha estado aprendiendo, perfeccionando y creando una idea llena de rebeldía y rabia. rabia por haber sido arrebatada su ilusión y su inocencia estando él tan pequeño. su hermana es un ser vil, vengativo, sedentario sólo con aquellas personas que según ella, lo merecen.

no es justo.

no es justo que su pueblo viva engañado y lleno de miedo por su culpa.

pero si quería acabar con eso, con el reinado sangriento y demoníaco de su propia biología, debía atacar directamente su debilidad más grande. durante años estuvo buscándola, casi una década, sólo le bastaba una señal para poder empezar, pero jungeun nunca se mostró débil, con nada ni nadie, hasta que jinsol llegó.

esa mínima chispa, ese pequeño signo de debilidad que necesitaba, al ver a su hermana defender tanto a una simple plebeya, bastó para comenzar. sabe a lo que se enfrenta, la bestia que lleva jungeun en su alma, una bestia semejante a las que son descritas dentro de los relatos del jiok, es un monstruo inasequible y que no muestra resiliencia ni perdón ante nada.

sólo quiere liberar a las almas sufrientes y llenas de agonía que su hermana se ha llevado todos estos años.

por eso, cuando su mano está clavada al suelo con una navaja encendida en llamas, sabe que el fin solo está comenzando apenas.

...

juro que puse el nombre del padre de jungeun y jungwoo en un capítulo, pero simplemente no recuerdo cuál... prometo arreglar eso apenas lo encuentre.

*sangju: es la persona encargada de preparar al difunto antes de su funeral.

*suui: son las ropas con las que visten al difunto.

*jiok: nombre del infierno en el coreano tradicional.