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Mientras tanto en Hawaii 

El ex Navy SEAL Graham Wilson, que huye de los agentes del Departamento de Policía de Honolulu, se refugia en el USS Missouri. Wilson también toma como rehenes a algunos turistas y, usándolos como palanca, da a las autoridades cuatro horas para hacerlo.

Con el tiempo apremiante, Laura Hills, asistente de la gobernadora Patricia Jameson, asigna el caso al Grupo de Trabajo Cinco-0 de Hawaii. El teniente comandante Steve McGarrett, el líder del equipo, decide colarse en el barco mientras el detective Danny Williams, el teniente Chin Ho Kelly y el oficial Kono Kalakaua intentan descubrir qué sucedió.

Steve sube al barco y solicita la ayuda de Ed McKay, un marinero retirado que anteriormente había servido con el abuelo de McGarrett en el USS Arizona durante el ataque a Pearl Harbor.

- ¿Qué estás haciendo aquí? - le pregunta McKay a Steve.

- Necesito tu ayuda. Hay un hombre armado que tiene rehenes en este barco - le responde Steve.

- ¿Un hombre armado? ¿En el Missouri? - se sorprende McKay.

- Sí, se llama Graham Wilson. Es un ex SEAL que está acusado de matar a su esposa - le explica Steve.

- ¿Y qué quieres que haga yo? - pregunta McKay.

- Necesito que me guíes por el barco. Conoces este lugar mejor que nadie - le dice Steve.

- Está bien, pero ten cuidado. Este barco es un museo, no una zona de guerra - le advierte McKay.

Mientras Kono cuida a la hijastra de Wilson, Lily Wilson, la joven es secuestrada a plena luz del día. Como tal, la investigación cambia y salvar a la niña se convierte en la máxima prioridad.

- ¡Kono! ¡Kono! ¿Me escuchas? - grita Danny por el teléfono.

- Danny, lo siento. Me distraje por un segundo y se llevaron a Lily - dice Kono con angustia.

- ¿Quién se la llevó? ¿Dónde están? - pregunta Danny.

- No lo sé. Eran dos hombres en una camioneta negra. No pude ver la matrícula - responde Kono.

- Tranquila, Kono. Vamos a encontrarla. Chin, rastrea el teléfono de Lily. Tal vez podamos localizarlos - ordena Danny.

- Estoy en eso, Danny. Espera un momento - dice Chin.

5-0 descubre que el padre biológico de Lily Wilson es quien mató a la esposa de Wilson y quien también organizó el secuestro.

- Tenemos una pista. El padre biológico de Lily se llama David Lee. Es un traficante de armas que tiene una orden de arresto internacional - informa Chin.

- ¿Y qué tiene que ver con Wilson? - pregunta Danny.

- Al parecer, Lee mató a la esposa de Wilson para vengarse de él por haberle robado un cargamento de armas hace unos años. Y ahora quiere recuperar a su hija - explica Chin.

- Eso es enfermizo. ¿Dónde está Lee ahora? - pregunta Danny.

- Según el GPS del teléfono de Lily, está en el aeropuerto internacional de Honolulu. Parece que quiere salir del país con ella - dice Chin.

- No lo vamos a permitir. Vamos para allá - dice Danny.

Danny, Chin y Kono logran detener el despegue del avión y mientras Danny y Chin arrestan a los hombres a bordo, Kono lleva a Lily a un lugar seguro.

- ¡Alto! ¡Policía! ¡Salgan del avión con las manos en alto! - grita Danny al llegar al hangar donde está el avión privado de Lee.

- ¡No nos detendrán! ¡Tenemos una bomba! - amenaza uno de los secuaces de Lee.

- No me hagas reír. Esa bomba es falsa. La hemos desactivado hace media hora - dice Chin mostrando un detonador inútil.

- Maldición. Bueno, no importa. Aún tenemos a la niña - dice Lee sosteniendo a Lily como escudo humano.

- Suéltala, Lee. No tienes salida - dice Danny apuntando con su arma.

- No, no la soltaré. Es mi hija. Y si no me dejan ir, la mataré - dice Lee presionando un cuchillo contra el cuello de Lily.

- ¡No lo hagas, por favor! ¡Ella es inocente! - suplica Kono que ha llegado al hangar.

- ¡Kono! ¡Qué bueno verte! ¿Te acuerdas de mí? - dice Lee con sarcasmo.

- Sí, me acuerdo. Eres el hombre que me disparó hace dos años - dice Kono con rencor.

- Así es. Y ahora te voy a hacer pagar por haberme arruinado la vida - dice Lee lanzando a Lily hacia Kono y disparando su arma.

- ¡No! - grita Kono esquivando el disparo y atrapando a Lily en sus brazos.

En el barco, Steve impide que los oficiales SWAT del HPD maten a Wilson, lo que hace que el asedio termine pacíficamente. Más tarde, Wilson se reúne con su hijastra y, aunque Wilson es absuelto de la muerte de su esposa, Wilson enfrenta cargos por toma de rehenes.

- Graham Wilson, suéltelos. Está rodeado - dice el capitán del HPD por un megáfono desde fuera del barco.

- No lo haré. No tengo nada que perder - dice Wilson desde dentro del barco.

- Sí lo tiene. Tiene a su hijastra. Ella lo necesita - dice Steve que ha llegado al puente de mando donde está Wilson con los rehenes.

- ¿Qué sabes tú de ella? Tú no eres su padre - dice Wilson con desprecio.

- No, pero tú tampoco. Su padre es el hombre que mató a tu esposa y que intentó secuestrarla - le revela Steve.

- ¿Qué? ¿De qué estás hablando? - pregunta Wilson confundido.

- Es la verdad. Tenemos pruebas. Él fue quien te tendió una trampa para que pareciera que tú la mataste - le explica Steve.

- No puede ser. ¿Por qué haría eso? - pregunta Wilson incrédulo.

- Por venganza. Porque le robaste un cargamento de armas hace unos años - le dice Steve.

- Eso fue un trabajo. Yo no sabía quién era él - se defiende Wilson.

- No importa. Lo que importa es que él está muerto y tú estás vivo. Y tienes una oportunidad de empezar de nuevo con tu hijastra - le dice Steve.

- ¿Está muerto? ¿Cómo? - pregunta Wilson sorprendido.

- Mis compañeros lo detuvieron en el aeropuerto. Intentó escapar con tu hijastra y disparó contra uno de ellos. Pero no logró herirlos - le cuenta Steve.

- Gracias a Dios. Gracias por salvarla - dice Wilson agradecido.

- De nada. Ahora, por favor, suelta a los rehenes. No tienes que hacer esto - le pide Steve.

- Está bien. Lo haré. Pero solo si me prometes que podré ver a mi hijastra después - dice Wilson.

- Te lo prometo. Solo déjame hablar con el capitán del HPD y arreglar las cosas - le dice Steve.

- Está bien. Adelante - dice Wilson soltando a los rehenes.

Steve sale del barco y habla con el capitán del HPD para negociar la rendición de Wilson. Luego vuelve al barco y acompaña a Wilson hasta donde está su hijastra, que lo abraza llorando.

- Papá, te quiero mucho - le dice Lily.

- Yo también te quiero, cariño - le dice Wilson.

Steve sonríe al ver la escena y luego se despide de ellos.

LA MISMA PERSONA NOS UNIODonde viven las historias. Descúbrelo ahora