𝐸𝓁 𝒹𝑒𝓈𝑒𝑜 𝒹𝑒 𝑀𝒶𝓍 (𝘖𝘮𝘦𝘨𝘢𝘷𝘦𝘳𝘴𝘦, 𝘊𝘩𝘦𝘴𝘵𝘢𝘱𝘦𝘯)

𝒫𝒶𝓉𝓇𝒾𝒸𝒾𝑜 𝓎 𝑀𝒶𝓍

El pequeño bebé al cual habían decidido llamar Patricio ya tenía dos semanas de nacido, apenas y abría sus ojitos. Tanto alfa como su omega estaban embobados con el, pero en especial Sergio, su instinto materno estaba a flor de piel, a pesar de ser omega no le gustaba que nadie más sostuviera a su cachorro

Afortunadamente Pato había nacido a inicios de diciembre y Checo volvería cuando la temporada 2023 empezara, no quería botar su carrera en ese momento que iba tan bien. El pequeño patito de la pasaba pegado al omega y claro que le convenía, apenas tenía un poco de hambre su mami lo sabría y levantaría su camisa en cualquier momento para darle de comer, sin duda era su momento favorito del día.

Por su parte Max se adoraba a Patricio, pero le tenía envidia, podía pasar todo el día pegado a los pechos de Sergio comiendo calientito y sin ninguna preocupación, mientras que él se encargaba de comprar comida, prepararla, los deberes de la casa y sobre todo la falta de sexo lo estaba volviendo loco, ver los pechos grandes y casi siempre húmedos de su omega lo volvía loco, había esperado mucho por tan siquiera probarlos un poco, pero esta noche tenía un plan.

Checo seguía bañándose después de dejar a Pato dormido en su cuna, cuando escuchó la puerta del baño abrirse y vio entrar a su esposo desnudo sin ninguna clase de pudor.

- ¿qué haces?

Hablo intentando cubrir su cuerpo con sus brazos pues aún estaba muy inseguro por algunas apenas visibles marcas que surgieron en el parto, pero Max sin decir nada se metió en la ducha y lo abrazó por la espalda.

- ¿no puedo pasar un rato a solas con mi esposo?

Max volteo a Sergio para verlo a los ojos y comenzar a besarlo con ternura, Checo correspondió el beso y Max sin dudarlo llevo una de sus manos a el pecho de Sergio y apretó un pezon.

- ¡Max! ¡¿Qué haces?!

Hablo nervioso Sergio, mientras que Max siguió apretándolo provocando que varios gemidos salieran de la boca de Checo.

- Hace tiempo que quiero probarlos...

Checo estaba rojo como un tomate, levantó sus brazos y rodeó el cuello de Max, dándole entrada libre para que el más alto hiciera lo que quisiera.

- Así me gusta bonito

Max se relamió los labios y cargó a Checo para estar más cómodo y poder chupar a gusto. El omega sintió una punzada en su pecho, la lengua de Max se encontraba ya r corriendo bruscamente los hinchados pezones.

- Max, mhg est-estoy muy sensible....

Max ignoró esas palabras y sin ningún descaro comenzó a chupar desesperadamente el pecho de Checo.

- Rico...

El dsbor era delicioso, un toque de fresas con chocolate volvían irresistible el seguir chupando.

- L-la comida de pa-patito...

Max siguió chupando con cuidado de no lastimar al más bajo pero disfrutando cada momento, la leche salía en pequeñas cantidades pero su sabor volvía al alfa un completo loco.

- Tienen bastante fórmula.

Lamia y chupaba cada parte, pos su lado el omega no paraba de gemir, su cuerpo temblaba y sus mejillas estaban completamente rojas, fue cuando sintió la mano de Max comenzar a tocar su miembro.

- ¡Max! ¡Más por favor!

Después de un rato en la ducha Max salió con una toalla en la cadera y con checo envuelto en mantas sobre sus brazos y lo colocó en la cama para recostarse a un lado suyo.

- Lo lamento pero ya llevábamos mucho sin tocarnos

Checo se acurrucó en su pecho.

- Tranquilo... me encantó

Max rio un poco y beso los labios del omega para luego tomarlo del mentón.

- Escucha, tú sigues siendo mío... por ahora Pato te necesita más, pero también tendrás que atenderme omega.

Checo rio y asintió, abrazo al mayor y beso tiernamente sus labios.

- yo estaré contento de atenderte alfa mío.

Definitivamente atender a su bebé y a su alfa sería un reto para Checo.
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