Capítulo 4: ' Iguales'

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Yami

Apenas terminamos vi que Yugi empezó a mirar los libros que tenía, espero que no se asuste porque tengo un diccionario de demonología, pero es porque cuando tenía 13 años me gustaba el asunto de como se pintaba a los demonios en épocas anteriores, así que tengo ese más un libro de puras imágenes de pinturas, también tengo libros de arte, porque me encanta el arte, por algo dibujo claro, también la poesía, aunque más que todo me gustan las historias tristes, pero una cosa es escuchar las historias de alguien que no me importa, que eso si me hace reír, de alguien que conozco, en este caso, lo de Yugi me hizo sentir mal.

Yugi: ¿Te gusta Edgar Allan Poe?- asentí, corrió a su maleta y sacó un libro- hace poco mi mamá me compró este libro, porque quería leerlo... pero me da miedo leerlo solo porque... es la primera vez que le este tipo de género, ¿si?- me acerqué a él y miré...Cuentos Macabros, yo quería este libro.

Yami: Yugi, que me pidas que lea este libro contigo es como... si a tí te regalaran dulces de por vida- nos sonreímos y en menos de nada estábamos sentados en la cama leyendo.

Comentábamos hasta los dibujos, es que... el libro pro sí solo es una obra de arte, leímos tres cuentos, que son muchas páginas, y como también el libro tiene una cinta separadora como la biblia y esos libros horribles, colocamos la cinta y Yugi lo guardó en su maleta, y en poco tiempo vi que Yugi empezaba a cabecear.

Yami: Duerme un rato si quieres, como lloraste tienes sueño ahora- se acurrucó en mi pecho y yo lo dejé dormir, mientras él dormía yo me quedé mirando arte en mi teléfono, tal vez se me ocurra dibujar algo... y en un momento miré a Yugi dormir, y otra idea para un poema, creo que voy a tener una colección de poemas dedicada a Yugi, es que siempre que lo miro, literalmente se me ocurre un poema completo, no sé porqué me pasa eso, y solo me pasa con él, nunca me había pasado antes, ni con mi mamá para el día de las madres, ni con mi padre... en serio con nadie, a veces me aterra, creo que debería consultarlo con mamá en otra ocasión, primero debe conocerlo.

Después de un rato me ganó el sueño, me acomodé y cerré los ojos, al inicio me costaba un poco conciliar el sueño, pero después sentí que me iba... y por fin.... desperté y había una nota en mi mesa "gracias por el rato Yami, de verdad me sentí mejor, tus padres llegaron y tu padre me llevó a casa, lamento no haberte despertado, pero me daba pena, nos vemos mañana en la escuela", sonreí, bueno, mis padres ya lo conocen, una cosa menos que hacer. Bajé a la cocina a comer y mi mamá estaba feliz porque tenía un amigo, ja, espera a que le hable de Ryou y Bakura, va a estar super feliz.

Ryou

Apenas llegué con Bakura a la casa, mi mamá lo abrazó como si fuera otro hijo, me reí mientras Bakura me hacía señas de que le ayudara, después subimos a mi habitación un momento mientras mamá hacía la cena para los tres.

Ryou: Puedes dejar tus cosas donde quieras, vamos a adelantar tarea- me miró mal- después llegas dos horas antes a hacerlas en el salón, hazme caso- y en efecto, terminamos en 10 minutos- ¿ves que no era tanto?, eres perezoso, ¿lo sabías?

Bakura: Cállate- y me reí, y después nos pusimos a jugar un rato, y después mamá nos llamó para cenar.

En todo el rato nos quedamos callados, todo en orden porque nosotros respetamos la horas de comida, y después de eso ahí si hablamos de muchas cosas, claro que mi mamá preguntó por como era Bakura, porque en la primera entrega de notas se decía lo que mis compañeros decían de él, y claro que le explicó, yo también le explique, y de una vez que dejé a los amigos que tenía y que ahora solo somos Bakura, Yami, Yugi y yo, porque... bueno, a Joey lo cambiaron de escuela porque tuvo problemas con Kaiba y el prefirió irse, Tristán se fue con él para que no le diera tan duro el cambio, y Tea se volvió demasiado histérica, nos decía que nos iba a ir mal estando con ellos y bueno, básicamente la dejamos por pesada, de verdad no valía la pena seguir estando con ella... así que somos poquitos, pero mejor así a estar mal acompañado, y ya, mi mamá quedó más tranquila, y feliz porque tengo un amigo más.

Después de un rato Bakura se fue a su casa y yo me preparé para el día siguiente, sé que tal vez debí invitarlo el viernes, pero no podía esperar, aún así nos veremos mañana, así que todo bien.

Hasta el próximo capítulo....

El Día de mi SuerteDonde viven las historias. Descúbrelo ahora