— A mi no me engañas perro ¡te enfermaste para no salir!
— ahh ¿entonces yo invoque la lluvia y me moje porque si?
Prusia se sentó en la cama de su hermano con los brazos cruzados. El idiota de su hermano menor había salido ayer a hacer un favor a Alemania, tuvo la desgracia de que la lluvia lo agarrara a mitad de camino, ahora tenía una fuerte gripe.
— Prusia, ir de compras no te matará, es bueno que salgas y tomes algo de aire.
— No me gusta, no se ni que clase de jabón compran
— que manera de decir que no haces nada aquí. Ahh, ve con los chicos, ellos saben que traer
— Pero ¿y si pierden conciencia?
— entonces confío que harás un buen trabajo como el adulto responsable que eres.
— ¿no crees que lo mejor es que no me los lleve?
— confío en que seas responsable, pero no en que sepas la diferencia entre buen estado y maduro. Llévalos, y si pierden la conciencia, nada de dulces, no han comido y no quiero que se llenen con solo eso. Dame algo donde te pueda anotar que traer.
Con la lista de compras ya hecha, el prusiano salio junto a sus dos sobrinos en el carro que tomaron prestado de Alemania. El supermercado no estaba demasiado lejos de ahí, pero había que comprar muchas cosas, teniendo en cuenta que son varios los que viven ahí y cada uno come más de la porción recomendada.
— Es raro que salgas tu a comprar ¿no se te caen las uñas? – habla con burla el mayor de los hermanos
— Muy gracioso Weimar. Espero y anticipo que se sepan comportar, no quiero una línea en medio de mis cejas por fruncir el seño, al igual que su padre
— Oye, oye, nosotros no nos portamos mal – se queja el menor
— ¿como era cada que salian con su papá a comprar? – pregunta Prusia a sus sobrinos
Ambos hermanos se miraron cómplices, si comentaban como era su comportamiento cada que iban de compras, su tío daría media vuelta y los dejaría en casa.
— Bien / Bien – respondieron ambos chicos al tiempo
Llegaron a dicho lugar y aparcaron en el lugar correspondiente. Prusia tomó un carrito y entró, detrás de él estaban ambos hermanos viendo la lista que les dio Kaiser.
— Bueno, aquí dice que hay que comprar pasta, recuerda que tiene que ser línea especialmente italiana – comenta Weimar — El abuelo se volverá loco si le llevas de otro
— Oye, papá nos dijo que una vez confundiste spaghetti con bucatini ¿es cierto? – comenta de la nada el menor viendo algunos tomates para llevar — vaya que el kilo está caro
"Maldito chismoso" pensó el prusiano, no es su culpa que no le hallan explicado la diferencia de cada uno... o si lo hicieron no puso atención. El carro poco a poco se iba llenando de cosas, la mayoría de productos el mayor tenia que preguntar cual tenia que elegir pues poco conocía los gustos de su familia en cuanto a productos.
— ¿entonces pasta de tomate o la salsa de tomate? – pregunta Prusia viendo ambos productos en sus manos
— pues una es para la lasagna y la otra para papas fritas – responde Weimar viendo la lista — bueno solo hace falta lo de la sección de aseo
— ¡Oh! Deja yo voy, solamente es el jabón para ropa – habla el alemán menor llendo a la sección de aseo.
Prusia suspiro pesadamente, quizá debería de ayudar más en la casa, como aprender a cocinar o algo. A lo lejos vio la sección de dulces así que se acercó junto al carro, entre todos le llamó la atención unas gomitas de fresa, recordó de pronto que esas eran las favoritas de Second y de él, solían molestar a las cocineras para que las prepararan y siempre trepaban a los árboles para comerlas. Sonrió con dulzura ante el recuerdo, agarro dos paquetes grandes y las hecho al carro, sorprendiéndose ante la gran cantidad de dulces que de repente apareció en el carro.
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Sangre de mi sangre
Random¡Que sorpresa! Third Reich y Weimar se han convertido en niños de 7 y 9 años respectivamente ¿que pensara Imperio Alemán al respecto? lo más seguro es si ya los puede dar en adopción.