Tres Reinos...
Reino de Busan, creador principal de la joyería más valiosa de todos los tiempos.
Reino de Seúl, exportador principal de los alimentos y granos básicos.
Reino de Daegu... El principal y líder. Creador de las leyes y reglas que deben s...
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El calor subía de intensidad en cada segundo que avanzaban.
Los labios de la pareja se unieron en desesperación. Eran tan desesperado, como necesitado, los suspiros y chasquidos eran parte de su momento pasional.
Los movimientos de caderas del Omega sobre el Alfa, daban el plus a la situación tan candente. Las manos del Omega no podían quedarse quietas, él jugaba ansioso con el cabello de su esposo y el Alfa tenía sus manos sobre la espalda baja de su Omega.
Se separaron del beso en un sonoro chasquido, el cuál maravillo a ambos. Sin embargo, cuando Jimin llevó sus manos desesperadas y ansiosas a la camisa de su Alfa e intento comenzar a quitársela, fue cuando Min entro en razón y detuvo sus manos.
Yoongi cayó en cuenta de lo que estaba a punto de suceder. Debía pensar serenamente y no dejarse llevar por el calor y el celo de su Omega, por qué lo único que puede lograr es seguir ganándose el odio de este mismo.
- No Jiminie... - Tomo las manos de su esposo.
Jimin frunció el entrecejo, mostró un leve puchero, lo cual hizo que Min mordiera su labio inferior ante la tentación de apoderarse de aquellos labios nuevamente. Pero debía contenerse.
- ¿Por qué no Alfa? ¿A caso no quiere? - Pregunto un confundido Jimin.
- Escúchame cariño. Si te tomo en este momento, luego me odiaras por ello, tu celo es quien habla por ti Jiminie. Así que es mejor que tomes algún té supresor o calmante y cuando te sientas mejor, hablamos, ¿Si mi cielo? - Intento explicar el Alfa.
Pero Jimin no escuchaba de razones. Pues en realidad era su celo quien actuaba por él. Así que no entendía las palabras del Alfa, mucho menos la razón del por qué lo detenía, él solo quería ser aliviado y ante la negativa del Alfa de seguir, él pensó que estaba siendo rechazado.
Y un Omega en celo, rechazado no era nada bueno.
- Entonces... ¿Alfa no hará nada con Omega? ¿Alfa no ayudará a Omega? - Puchereo y sintió sus ojitos llorosos.
- No hasta que te sientas mejor y seas tú mi cielo... - Pero Min recibió un leve puñetazo en su pecho.
Jimin se levantó de la cama con una punzada en su corazón. Cuando se levantó, comenzó a llorar como un niño pequeño, mientras decía que su Alfa lo había rechazado.
- Alfa... No quiere a Omega - Lloraba - Alfa negó a Omega, no lo quiere... - Se hizo bolita en una esquina.
Min no pensó que aquello ocurriría. Definitivamente necesitaría leer una guía de Omegas, o de lo contrario se volvería loco sin comprender muchas emociones de su esposo, más aún cuando se encuentra en ese estado.
Se levantó de la cama e intento acercarse a Jimin, para consolarlo y explicarle que las cosas no eran así. Pero Jimin le gritó y le dijo que se alejará.
