Capítulo 10

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Las voces y los murmullos de múltiples conversaciones tomaron su espacio entre la música del ambiente y Julie junto con Frank rodeaban mesa por mesa con charolas en sus manos mientras servían en cada mesa, dedicando también unos minutos para charlas con los invitados.

Howdy continuaba su labor con tanta maestría las copas donde brillaba exquisitos los suvenires de ambrosia, vinos, cidra y algunos jarrones de cerveza para lo más acostumbrados a la vida de bar, o, mejor dicho, llevaron una vida de bar. Sin embargo, el barista de resplandeciente sonrisa se miraba distraído por algo.

—No es normal que estén fuera tanto tiempo —comentó al acercarse a Jack, Gin y a ti.

¿deberías decir algo al respecto?

Wally llevaba no mucho de haber salido, tal vez unos 30 minutos o más ¿lo comenta por Barnaby también?. Si algo salió mal al separarse de ti, si algo malo le paso, cielos si eso es así entonces serías la última persona que lo vio. Las acciones que tomaste podrían ser la causa de todo lo que está pasando, los pensamientos al respecto giraban en tu mente como si la bebida hubiese hecho efecto tan pronto o una mezcla de cada una de esas cosas.

Deseabas volver a casa y para lograr eso lo primero era salir de este lugar. Observaste de nuevo con atención a los detalles. Si le contaras a alguien lo que hay aquí ¿te creerían? Parece más a una pesadilla que pasa a ser un sueño, uno un tanto extraño, pero mágico.

—Puede que este fumando afuera —Jack habló mientras comía unas uvas de un tazón que usaba Howdy para decorar las bebidas.

—No se refiere solo al él —Gin agregó: —¿Quién más está fuera del Club? —Preguntó a Howdy.

Este iba a responder cuando la llegada casi de la nada de Wally llamó la atención de todos.

—¿Qué tal amigos se divierten? —Wally se acercó a Gin y a Jack a los cuales saludó estrechando sus manos con ferviente caballerosidad. Después sacó desde su bolsillo un par de botellas de licor con una etiqueta de manzana que puso en la barra para Howdy.

—Una compensación por las botellas de vino que me agoté mi querido amigo y estamos trayendo más, no quiero que se queden sin existencias de mis favoritas —Le guiñó un ojo a Howdy quien examinó las botellas con detalle, era nuevos lotes para rellenar en sus estantes perfectamente clasificados, logrando cambiar su semblante. Eso dejó más que satisfecho a Wally con un pendiente menos en sus planes.

—Gracias Wally, no sabía que hoy iban a traer más, aunque me da gusto ¿les sirvo?—se despidió para atender más pedidos.

Negaste con sutileza al igual que los guardias, cada uno por distintas razones. Wally también se negó, lo que hizo que unas cuantas miradas de extrañeza lo miraran con sorpresa.

Wally se giró hacia los guardias, su tono de voz se volvió seria —Necesito hacer una llamada importante. ¿Podrían prestarme el teléfono de la sala de guardias? —.

Aunque Wally mantenía una sonrisa aparentemente relajada, Jack y Gin intercambiaron miradas, con aparente tensión. Fue solo por unos segundos, pero en ese breve lapso, los dos guardias se miraron mutuamente, sorprendidos e inquietos. La petición de Wally parecía haberlos tomado por completo desprevenidos. La simple petición de un teléfono parecía haber desenterrado algo más profundo, y los guardias, aunque intentaban ocultarlo, dejaban entrever una preocupación subyacente.

—Bien ¿Nos vamos? —Animó a los muchachos para moverse.

Presenciaste lo acontecido en silencio hasta que notaste que los brazos de Wally que tenía colocados por su espalda, movía con suavidad un hermoso sobre de color rojo, sellado con cera dorada que parecía ser oro derretido. Era una señal para que lo tomarás, con sigilo tomaste la carta y la guardaste por debajo de las mangas de tu ropa.

Los guardias no notaron lo que sucedió, esperaron que Wally marcara el paso para salir del club. Este marchó unos dos pasos y sin voltear a ver nadie dijo: —Aprisa. No hay que perder tiempo. — Así continuó con los hombres siguiéndole el paso hasta que salieron de la vista.

Por alguna razón sus palabras parecían una orden y al mismo tiempo un apremio de ayuda. Sacaste el sobre para observarlo con detalle y unas letras en cursiva mostraban el destinatario de la carta:

"Para Frank"

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Nota de la autora:
Lamento la tardanza, mi teléfono quiere expirar.

Bajo el Manto de la Máscara: Los Secretos de Welcome Home ClubDonde viven las historias. Descúbrelo ahora