Pasaron tres días y mi cuerpo se recuperó, se me fue el malestar y abandoné mi casa, me aburrí mucho encerrada, eso nunca fue lo mío, la última vez que me quedé quieta y en mi casita fue en pandemia.
-¿Vamos a cenar?-miré a Peter entusiasmada, terminé de vestirme frente a sus ojos, el boludo se olvidó de responderme, se quedó babeando-¡Peter Lanzani!-llamé su atención-¡quiero salir!
-¿A comer o a salir de bailar?-elevó sus cejas.
-Bailar no.. a comer-me acerqué hasta donde estaba y me senté sobre sus piernas, rodeé su cuello con uno de mis brazos y besé su mejilla-¿vamos?
-Vamos-asintió con la cabeza y me aparté de él- llegabas a tirarme la boca y no íbamos a ir a ningún lado, lo sabes, ¿no?
-¡Obvio que lo se!-jodí haciéndome la canchera- somos fuego
-Menos mal que lo tenes en claro-se rió y besó mi mejilla- me cambio rápido, me pongo lindo
-¿Yo estoy linda?-me giré dejándole a la vista mi ropa translucida, sexy.
-¡Estamos con todo hoy, eh!-Peter elevó sus cejas- estas buenísima-me palmeó el trasero y me hizo reír- voy a cambiarme que me das un minuto más
-Después Lanzani-le guiñé un ojo y soltó una carcajada.
Me quedé mirándolo, cómo se cambiaba, se puso una campera arreglada.
-Pervertida-me molestó y me reí.
-Hormonal, esa es la palabra-le besé los labios de manera fugaz, él siguió haciéndome trompita- vamos a comer
Cambié de tema y lo escuché suspirar, Peter manejó hasta un restaurante después de haber hecho una reserva para dos.
-Es demasiado.. romántico este lugar-observé mi alrededor, nos habían dado una mesa alejada de otras mesas que sí tenían mucha gente- nunca pierdas ese romanticismo..-lo miré con una sonrisa.
Impulsiva tomé una de sus manos con una de las mías, entrelazamos nuestros dedos.
-Hola-nos saludó el mesero- soy Fabricio, buenas noches, los voy a atender-nos dejó la carta.
-Hola-saludamos al mismo tiempo.
-En un rato paso-Fabricio se apartó.
Sin soltar la mano de Peter miré la carta, y recién para devolverle la carta al mesero lo solté.
-Quiero lomo al vino con puré de batatas
-Lo mismo-Peter miró al mesero que asintió con la cabeza-¿vino?-me miró a mi.
-¡OBVIO!-elevé el tono de mi voz entusiasmada, miré la carta de vinos y señalé uno-éste
-Genial-Fabricio nos sonrió.
-Que nunca nos falten las copas de vino y las lindas charlas..-lo miré a los ojos y estiré mi brazo- ¿jugamos una pulsada?-lo desafié-¡mirá que estos tubos son musculosos!-miré mis brazos, Peter se rió y me siguió la corriente- jugamos a la pulsada y le gané-¡JA! Pero..-hice una pausa-¿me dejaste ganar?
-No... no...-se hizo el boludo.
-¡Boludo no podes ser tan débil! ¡Esta bien que estes ansioso por el postre! ¡Pero pelea conmigo!-me reí en su cara divertida.
El mesero llegó con una botella de vino, nos sirvió las copas y también nos trajo algo para picar.
-Juguemos piedra, papel o tijera, no podes actuar el perder en esta-sin darle otro aviso empecé con el procedimiento de jugar, y en una de esas tiré mi copa de vino-¡la puta que lo parió!
Ahora quién se rió en la cara del otro fue Peter.
-¡No es gracioso el que haya desperdiciado vino!-lo reté.
Peter me llenó otra copa y mirándonos a los ojos brindamos.
-Brindo por vos... para que siempre seas feliz
Noté a su mirada brillosa, sus ojitos brillaron y mi corazón se enterneció.
-Y por vos, yo por vos.. quiero que siempre te vaya bien, no solo en el trabajo, en la vida... en el corazón..-hice una pausa.
-El amor-completó la frase.
-Sí, el amor-asentí, chocamos las copas y otra vez tomamos.
-¿Seguís ansiosa por cómo vas a hacer para seguir haciendo el musical?
-Sí.. pero porque soy una ansiedad con patas, creo que ya acomodé mi agenda.. porque cuando los proyectos son buenos uno se hace lugar-lo miré firme y me sonrió.
-Pero no estas sola, me tenes..
-Y vos me tenes...-me reí de lo cursi- no soy así de romántica desde mis catorce años Peter.. bueno.. desde nuestros años juntos... sacas lo mejor y al mismo lo más cringe de mi
Elevó sus cejas de manera canchera.
-Yo soy el que escribía cursilerías en el fotolog.. el que te dio flores en tus quince adelante de toda tu familia... pasé todos los límites-se rió de si mismo.
-Sos un lindo-mordí mis labios con ganas de pecar en medio de todo el lugar.
-La comida, buen provecho-el mesero nos trajo nuestros platos, me puse a comer porque realmente tenía hambre.
-Lali nos están mirando mucho...-Peter miró a nuestro alrededor y después a mi, lo noté preocupado- quedamos en que no pasaba nada si nos atrapaban en algo, ¿no?
-Sí Piti-lo miré y esbocé una pequeña sonrisa, seguí comiendo- somos compañeros, somos amigos, somos almas gemelas atados por un hilo rojo.. todos lo saben..
-Todos lo saben y tuvimos que esperar años hasta que me lo reconozcas en la cara..-me miró de reojo haciéndose el serio.
-Lo sabes-dejé de comer para tomar su mano con la mía y le dejé un besito en la palma- y upsi... la vida da vueltas, y creo en que todo pasa por algo
-¿Esperamos tanto por "algo"?
-Ese "algo" es una relación más sana... más madura... más... bonita
Nunca creí que terminar de decir lo que me parecía acerca de nuestra relación actual iba a ponerme tan emocional.
-Te..-se acercó para hablarme en voz baja- amo
-Te amo-lo dije en voz alta sin importarme nada, ¿era el momento de dejar de actuar? Sí, era el momento de dejar de actuar.
Tomamos una copa de vino más y pedimos postre, compartimos un cigarrillo juntos saliendo al patio del restaurante mientras abrazaba a Peter y seguíamos hablando.
Besó mi frente y me hizo reír mucho, pagamos y nos fuimos en el auto.
Llené el cuello de Peter de besos cada vez que el semáforo estaba en rojo, lentamente lo iba torturando hasta llegar a mi casa.
-Lala-cerró la puerta con la llave y me miró firme, sus pupilas dilatadas cómo la de un felino a punto de cazar.
-¡Vení Lanzani!-hice que me cargara como un koala mientras nos besábamos.
Caricia va, caricia viene, besos van, besos vienen, chupones, mordidas, bromas y palabras dulces, todo eso y más pasó hasta la madrugada.
Al día siguiente, cuando me desperté besé la espalda desnuda de Peter, bajé las escaleras y caminé hacia la cocina para preparar el mate, recién ahí abrí mis redes sociales, y todo mi inicio eran imágenes mías con Peter comprometedoras, sonreí porque habíamos salido muy lindos, ¿siempre salíamos así de lindos juntos?
Leí algunos comentarios, las Laliter estaban locas, algunos portales de chismes inventaban cosas no ciertas para manchar al lindo vínculo que teníamos con Peter, y nuestros fans no dejaban de defendernos.
Aproveché para subir una foto a mis historias de Instagram de anoche cuando fui al baño del restaurante, yo salía con la campera de Peter en mis hombros y me hacía la inocente.
Con la frase "Buen día" subí otra foto a mis historias, el brazo de Peter con su tatuaje, What we do in life, echoes in eternity.
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Me pasan cosas
FanfictionPRÓXIMAMENTE. Ésta historia comenzó gracias a una buena causa: una colecta para combatir los focos de los incendios del país. Miles de famosos, entre ellos, actores, cantantes, periodistas e influencers Argentinos aportaron su "granito de arena". ¿E...