¿Eso piensas?

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Terminaba de acomodar unos documentos de viejos casos, listos para ser archivados. Me sorprende lo rápido que las cosas cambian. Era el mejor detective en la ciudad y ahora vivo en un pequeño vecindario lejos de la ciudad.
Suspire con una sonrisa mientras colocaba los papeles en su respectivo lugar. Me puse de pie mientras me estiraba, tras eso.. Wally¿Wally? ¿Qué estará haciendo ahora mismo? Seguro está poniendo veneno en el jugo de naranja para ofrecerme un vaso en la noche y verme mientras yo mismo me bebo mi muerte. No sé en qué momento empezó nuestro extraño conflicto, pero más que molesto, me resulta entretenido en ciertos momentos joder un poco a Wally.

Suspire mientras me ponía de pie y daba un último vistazo a mi escritorio, terminando por acomodar nuevamente un pequeño frasco con tinta negra para escribir.
Siempre me ha apasionado ser detective. Aun que la mayoría de veces respondo que Morgan Freeman es mi mayor inspiración para causar risas de terceros, mi gran ejemplo a seguir desde infante fue Eliot Ness, líder de 'los intocables'. Me encantaba mi trabajo en la ciudad, la sensación de poder y autoridad que proporciona, y el hecho de ayudar a resolver problemas ya sea a través de la lógica y la conclusión me traía un sentimiento de satisfacción y suficiencia.

Al salir de la oficina, me sorprendió encontrarme con Wally barriendo, por lo cual una sonrisa juguetona se hizo en mis labios. Wally estaba vistiendo su pijama y encima de esta una bata de color azul con bordes amarillos, mierda! tenía una igual, pero era evidente que no la había tomado de mis cosas, pues era unas tallas más grande que él.

— ¿Wally? ¿Estás limpiando mi casa? Cada minuto me sorprendes más.—

— También me sorprendió saber que hace no pasas una escoba por el suelo, ¿Estás viendo la cantidad de polvo que había? — Preguntó disgustado, bajando su vista a la basura que había recolectado.

— Si, bueno. No hay tiempo para limpiar cuando trabajas, pero entiendo que tú no estés al tanto de eso.—

Wally puso los ojos en blanco, dándome la espalda y empujando con la escoba el polvo en dirección a mis zapatos (los cuales eran nuevos) provocando que lo mirará con irritación, esperando a que parará.

— ¿Ya comiste? — Pregunte pasando a un lado de Wally para sentarme en el sillón.

— Todavía no.— Dice Wally dejando recargada sobre la pared la escoba.

— ¿Y no está en tus planes?—

— No. Tengo en mis planes no comer hasta morir de hambre, pienso que es mejor idea que quedarme aquí un día más.—

— Créeme que por más increíble que parezcan, no lo es. En unos pocos meses Home estará como nuevo y no tendrás que soportarme más, felicidades.— Dice Bruce, sonriendo con sarcasmo.

— No sabes lo emocionado que estoy. Planeo hacer toda una celebración.—

— ¿Quieres que aplauda?—

— ¡Por favor!—

— ¿Por qué tienes que ser tan

— No sabes lo emocionado que estoy, es más, planeo hacer una gran celebración cuando me largue de aquí.— Replicó Wally.

— Wow! De verdad me impresiona que después de recibirte en mi morada me agradezcas así.— Dije fingiendo indignación, llevando una mano a su pecho.

— Pobrecito.—

— Ya se. Es increíble que el hijo de Beto de plaza sésamo y Flouder de la sirenita me este haciendo tal cosa.—

— Eres insoportable, ¿Lo sabías?—

— Ahora estoy al tanto.—

— Te odio.—

𝘛𝘩𝘦 𝘭𝘢𝘴𝘵 𝐰𝐨𝐫𝐝 (Wally D. X Male Reader)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora