Cercanía

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Después de un largo día de trabajo, y tres buenas pagas, llegas a la casa de Wade. Exhausta, sin zapatos y con mucho sueño. Nota mental: No aceptar un cumpleaños, una ceremonia y una boda el mismo día. Nota extra: la paga vale la pena. Nota extra-extra: ahora tenías editar las fotos de la boda.

-¡Puchunguita!-

-Ugh- Volteas los ojos al escuchar a Wade a lo lejos. El tipo parecía un husky, más bien, es un husky. Uno de 179 libras, seis pies y dos pulgadas que te apretaban entre músculos que te levantan del suelo.
-Yo también te quiero- Murmuras dando tres toquesitos en el costado de Wade.

-Dame dos segundos más y..., ya- Te suelta, mirándote fijamente.

-Y no me digas puchunguita- Caminas en dirección a la recámara y recibes un pellizco en la nalga por parte de Wade.

-Puchunguita-

-¡Estúpido!- Ríes apartando su mano de tu trasero bruscamente. Ambos caminan a la habitación. Sueltas tu equipo y lo guardas en su respectiva caja. Sacas la computadora y la dejas en la mesilla de noche junto la pequeña cama.

Una vez duchada y vestida con una pijama propia, de aquellas pijamas rosas con líneas negras, de botones, pero con pantalones cortos. Decides sentarte en tu lado de la cama, Wade aún no estaba dormido, pero estaba en camino de.

Sus manos estaban tras su cabeza, pasando luego a su abdomen relajando los músculos casi por completo. Miró en tu dirección, aún sin quitarse aquella máscara.

-¿Cómo te fué?- Murmuró, el silencio era tal, que las palabras no necesitaban mucha fuerza para ser escuchadas.

-Me fué muy bien, me duelen las piernas, pero es parte de.- Respondes con aquella simpleza que le había empezado a gustar escuchar. ¿Cuánto había pasado? ¿Dos meses? Se sentían como dos largos meses. Y aunque sus sufrimientos no habían cesado, almenos los cortos de felicidad estaban presentes de manera más consecutiva. Se miraron, moldeando una sonrisa comprensiva y cansada en ambos rostros.
-¿Y a tí?-

-Lo de siempre, a veces hago lo que me da la gana, a veces salvo el día, otras trabajo con los X Men; lo normal.- Suspira, llevando la vista al techo.
-Me cortaron una mano, otra vez- Levantó una mano dejándote ver una manita pequeña en carne viva.

-...No quería ver eso...-

-Si supieras la manoseada que me dí con esta manita mientras de duchabas no estarías aquí sentada-

-¡Wade!- Ríes, empujándolo juguetona.

-¡La hice en tu honor! Deberías agradecerme-

-Eres un asqueroso, si siento algo pegajoso en las sábanas me iré a dormir con Alma- Sonreías a pesar de tus palabras, aunque probablemente no estaba mintiendo, no tenías tiempo para pensar en eso ahora.
-Y deja de pensar en mí cuando te tocas- Tus ojos se fijan en la computadora, atendiendo tu trabajo.

-¿Por qué? No puedes esperar que no me masturbe si tampoco vas a ayudarme-.

-Quizás te ayudaría si realmente fueras sexy- Levantó su cabeza de la almohada para mirarte con incredulidad juguetona.

-¡Soy sexy! ¿Qué te pasa? ¿Acaso no notas a este semental?-

-Lo notaría si te quitas la máscara esa apestosa...- Editadas las fotos mientras hablabas con él, a quién claramente no le gustaba la falta de atención.

-¿Quién dijo que no se puede coger con máscara?-

-Claro que se puede, pero yo no quiero-. Abrió sus labios y frunció el ceño de manera dramática, cosa notable fuera de la máscara.

Falto de amor [DeadpoolXTnFemenina]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora