04

212 25 0
                                    

¡Ay! Esta imagen no sigue nuestras pautas de contenido. Para continuar la publicación, intente quitarla o subir otra.


Andrei decide posponer por unas horas su regreso a la embajada para acompañar a Noodle y a Willy de vuelta a la posada.

Nota que el semblante de Willy es uno afligido e imagina que debe tratarse por los acontecimientos que sucedieron en las galerías.

Cuando ingresan a la posada, Noodle es enviada rápidamente a otro sitio por Bleancher.

Andrei nota las extrañas sonrisas que tienen los rostros de la señora Scrubbit y Bleancher quien está parado junto a la puerta principal junto a su perro que les gruñe a ambos jóvenes.

– Willy – murmura el príncipe – Tengo un mal presentimiento.

– ¿Por qué lo dices?

– Pues...

Andrei es interrumpido por la señora Scrubbit que le pide a Wonka que pague por la habitación doble que utilizaron ayer ambos.

El chocolatero le entrega las cuatro monedas que tiene es su posesión a la señora Scrubbit. Una de ellas se la había dado el oficial y las otras tres son las que Andy le había dado como pago de su parte para el hospedaje.

La sonrisa de la señora Scrubbit paso a ser una malévola y luego le informa a ambos jóvenes que eso no cubre la verdadera deuda que tienen ellos.

– ¿Disculpe? – Murmuro preocupado Andrei – ¿Puede repetirlo de nuevo?

– Cada uno me debe diez mil monedas.

Andrei y Willy se voltean a ver confundidos ante esta situación – ¡No tenemos esa cantidad! – exclama Wonka.

– Tendrán que trabajar en la lavandería para pagar una moneda al día – les informa en tono divertido la señora Scrubbit.

– ¡Diez mil días! – grita horrorizado Wonka.

Por su parte Andrei está planeado e ideando alguna forma de escapar de estos dementes para pedir ayuda a la embajada.

– Veintisiete años, cuatro meses y diecisiete días – les dice Bleancher quien se va a acercando a ellos junto a su perro de forma intimídate.

Y sin que ambos tengan idea de cómo ocurrió fueron arrojados a la nada y terminaron aterrizaron en medio de una gran pila de ropa sucia.

Ambos se levantaron de ella y se sacudieron el polvo que les había caído sobre su ropa – Esto debe tratarse de un error o una maldita broma de mal gusto – susurra el príncipe molesto.

En tanto Willy observa el lugar buscando una salida para ambos. Primero ve las escaleras pero antes de pisar el primer escalón es atemorizado por el perro de Bleancher.

Luego ve que las ventanas tienen barrotes por lo que es imposible salir o pedir ayuda a las personas que pasen por ahí.

Willy no esperaba esta clase de problemas al recibir la ayuda de la señora Scrubbit ni de Bleancher, y para nada esperaba terminar involucrar a su nuevo amigo a esta situación.

– Ustedes deben ser el señor Wonka y su misterioso amigo.

– ¿Quiénes son ustedes? – ellos ven a un hombre mayor planchando camisas y a otras tres personas realizando tareas de tintorería por el lugar.

Cada una de esas personas se presenta con los jóvenes y les cuentan sus trágicas historias.

– También los atraparon ¿verdad? – murmura Willy.

– Eso me temo – responde el señor Crunch – Nos vimos en la necesidad de pagar un hospedaje barato y no leímos la letra pequeña – El hombre mayor se levanta de su asiento – Vengan ambos a ustedes les tocara estas dos pilas de ropa. 


[ 🍫 ]


Mientras tanto en la embajada se estaba viviendo un ambiente de terror para todos los empleados.

El príncipe Andrei ha desaparecido de la nada y casi todos ellos creen que el príncipe fue secuestrado.

– No podemos reportarlo a la policía – dijo una mujer mayor – Tienen idea alguna de que haría la prensa con esa información.

– ¡Todo un escándalo!

– ¿Bromean? – Grita enojado un otra persona mayor – No sabemos dónde pueda estar el príncipe heredero.

– ¡Exacto! Los reyes nos condenaran a muerte si se enteran que perdimos a su hijo.

La discusión entre esas cuatro personas se va volviendo más ruidosa provocado que los empleados que pasen por la sala principal huyan.

En tanto Simon estaba en absoluto silencio observando a sus colegas quienes le están provocando un gran dolor de cabeza.

Él se encuentra pensando en donde puede estar Andy, ya que noto que el príncipe se llevó consigo doce monedas por lo que no morirá de hombre.

– Por el momento – dijo Simon lo suficientemente fuerte para ser escuchado por los demás quienes se callan al instante – Informaremos que el príncipe se enfermó.    

For a moment  ━━ WonkaDonde viven las historias. Descúbrelo ahora